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2025/06/30

¿Y los chilenos? La herida abierta de las víctimas nacionales de la dictadura

 Por Rodolfo Varela

30 de junio de 2025

Mientras el Estado indemniza con justicia a un ciudadano argentino, los chilenos que sufrimos la dictadura seguimos recibiendo pensiones miserables, además de soportar el descuento vergonzoso del 7% para Fonasa. 



Chile un pueblo sin memoria?



La herida sigue abierta. Y no sanará hasta que se haga justicia de verdad.


Ni los gobiernos de izquierda, ni los parlamentarios que prometieron tanto, cumplieron con reparar la dignidad de quienes pagamos con nuestro cuerpo y mente el precio de defender la democracia.


La corrupción sigue reinando en el Congreso, mientras las víctimas somos olvidadas y humilladas. No aceptamos limosnas ni discursos vacíos. Exigimos justicia real, reparación integral y el fin de los abusos, como ese 7% que nos siguen descontando después de habernos quitado tanto.


El fallo del Vigesimosegundo Juzgado Civil de Santiago no solo reconoció la brutalidad de los hechos sufridos, sino que también desestimó los intentos del Estado por eximirse de responsabilidad con argumentos de prescripción.

Una resolución ejemplar. Justa. Merecida.


Pero mientras leía los detalles del fallo, no pude evitar preguntarme: ¿Y los chilenos? ¿Dónde queda la justicia para las miles de víctimas nacionales que siguen esperando reparación?


Más de 50 años de espera y abandono


Fui uno de tantos. Fui joven, trabajaba en medios de comunicación, creía en un Chile más justo. Y lo pagué caro. Allanamientos, exonerado, cárcel, tortura, auto exilio. Como yo, miles de compatriotas: expresos políticos, exonerados, Adopciones ilegales, detenidos desaparecidos, sobrevivientes de la DINA y la CNI. Hoy, muchos de nosotros vivimos con pensiones miserables, ignorados por autoridades que desfilan cada año en actos oficiales, mientras nuestras cartas, solicitudes y demandas siguen acumulando polvo en escritorios del poder judicial y administrativo.


El recuerdo del horror, en el Estadio Nacional de Chile


¿Es justo que un ciudadano argentino reciba una reparación millonaria mientras una víctima chilena, torturada en el mismo estadio, vive con $200 mil pesos al mes o incluso menos?
¿Dónde está la igualdad ante la ley?
¿Dónde está la solidaridad del Estado con sus propios hijos e hijas?


El daño no terminó en 1990


Como bien señaló el informe pericial del caso Tsakoumagkos, "la tortura no fue un par de meses, sino 30 años". Para muchos de nosotros, el calvario no ha terminado. Vivimos con traumas, con diagnósticos psicológicos desoídos, con cuerpos marcados y con una sociedad que, en lugar de respetarnos, nos ha dado la espalda.

Chile aún no cierra su herida. No mientras haya víctimas esperando verdad, justicia y una reparación digna.


El silencio como forma de violencia


La falta de empatía institucional y social hacia las víctimas chilenas es otra forma de tortura. El silencio cómplice del pueblo, autoridades, jueces, ministros y parlamentarios —de derecha y de izquierda— perpetúa el abandono. Cada vez que se archiva una demanda de reparación por "prescripción", se renueva la violencia del pasado.



Los que nunca hicieron nada por las víctimas de la dictadura


Los medios apenas cubren estas causas. Los gobiernos las olvidan. Y buena parte del pueblo chileno parece haber normalizado este olvido.


¿Qué exigimos?


Exigimos lo que es justo:

  • Una pensión digna para todos los sobrevivientes reconocidos.

  • La reapertura de causas civiles y penales cerradas por tecnicismos.

  • Políticas públicas reales, no solo simbólicas, para garantizar atención médica, psicológica y social.

  • Que la reparación no dependa del país de origen ni del azar judicial.

Chile tiene una deuda histórica con sus víctimas. No hay reconciliación posible sin justicia real. Y no habrá justicia mientras sigamos invisibles.

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