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2025/07/09

馃嚞馃嚙 Chile: A Country Without a Voice in Its Own Land

 By Rodolfo Varela


In Chile, the right to cultural identity, free expression, and media diversity is being pushed aside by the economic interests of foreign conglomerates. 


After the coup, silence: Pro-UP radio stations on September 11, 1973

This situation is not recent. It began during the dictatorship of Augusto Pinochet (1973–1990), when the regime implemented a neoliberal economic model that included the mass privatization of state-owned companies, among them the media sector.


During that time, radio stations, TV channels, and publishing houses were handed over to large business groups—many of them with foreign ties—as part of an ideological project led by the so-called Chicago Boys. This took place alongside brutal repression of critical media and systematic censorship of dissenting voices. How can there be free markets without free press?


What’s most alarming is that before the 1973 coup, Chile’s Constitution prohibited media concentration, banning any single company from owning multiple outlets or controlling a TV station. Foreign companies could invest, but were never allowed to control Chilean media, since media were considered opinion shapers and protectors of national identity.


The dictatorship swept that legal framework away. And today, the result is clear: a country where the media no longer reflect the voice or culture of the Chilean people.


The Case of Prisa Media Chile: Monopoly Without a Flag


Today, a single foreign company—Prisa Media Chile, a subsidiary of the Spanish group PRISA—controls 10 radio stations: Coraz贸n, ADN, Radioactiva, Concierto, Futuro, Rock&Pop, Imagina, Pudahuel, FMDOS, and LOS40. It also owns the sports newspaper AS, the podcast network Podium Podcast, the digital site Somos La Percha, and a local editorial team for EL PA脥S. This is not pluralism—it’s dangerous concentration.


Prisa is not alone. Chilevisi贸n, now owned by Paramount Global, and La Red, owned by Albavisi贸n (USA), operate with content disconnected from Chilean society. Many cable channels are also owned by foreign conglomerates. Even community radio stations struggle to survive under unfair competition.


A Crisis of Identity


During national holidays, cumbia music from abroad is played instead of Chilean cueca. In many public celebrations, Peruvian food is more common than Chilean dishes. Local emerging artists have no media platform. Cultural programming has all but disappeared. This is directly linked to the absence of Chilean-owned media made for Chileans.


Chile has reached a critical point: we are a country without a voice in our own land. Media concentration doesn’t just limit information—it silences culture, weakens democracy, and erases identity.


The Call


How long will Chilean authorities tolerate this situation? Where are Congress, the National Television Council, and the telecommunications regulator? Why haven’t they passed laws to ensure true pluralism, national content quotas, and protection of media sovereignty?


The Chilean state has a long list of debts to its people. This is just one more. But the saddest part is that this one is easy to settle. All it takes is political will. Do they have it?


馃嚚馃嚤 Chile, un pa铆s sin voz en su propia tierra

Por Rodolfo Varela

En Chile, el derecho a la identidad cultural, la libre expresi贸n y la diversidad medi谩tica est谩 siendo desplazado por los intereses econ贸micos de conglomerados extranjeros. 


Tras el golpe, el silencio: Las emisoras pro UP el 11 de septiembre de 1973





Esta situaci贸n no es reciente. Comenz贸 con fuerza durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973–1990), cuando el r茅gimen implement贸 un modelo econ贸mico neoliberal que incluy贸 la privatizaci贸n masiva de empresas estatales, entre ellas los medios de comunicaci贸n.


Durante ese per铆odo, se entregaron radios, canales de televisi贸n y editoriales a grandes grupos econ贸micos afines al r茅gimen, muchos de ellos con v铆nculos internacionales, como parte de un proyecto ideol贸gico impulsado por los llamados Chicago Boys. Esto se hizo en paralelo a una feroz represi贸n a la prensa cr铆tica y a la censura sistem谩tica de cualquier voz disidente. ¿Qu茅 libertad de mercado puede existir sin libertad de prensa real?


Lo m谩s grave es que antes del golpe militar, la Constituci贸n vigente prohib铆a que una empresa tuviera m谩s de un medio de comunicaci贸n, y mucho menos el control total de un canal de televisi贸n. Adem谩s, las empresas extranjeras pod铆an participar, pero nunca tener el control, precisamente porque los medios eran considerados formadores de opini贸n y guardianes de la identidad nacional.


Ese marco jur铆dico fue eliminado por el r茅gimen. El resultado es el que vemos hoy: un pa铆s donde los medios ya no reflejan la voz ni la cultura del pueblo chileno.


El caso Prisa Media Chile: monopolio sin bandera


Hoy, una sola empresa extranjera —Prisa Media Chile, filial del grupo espa帽ol PRISA— controla 10 emisoras radiales: Coraz贸n, ADN, Radioactiva, Concierto, Futuro, Rock&Pop, Imagina, Pudahuel, FMDOS y LOS40. Adem谩s, posee el diario deportivo AS, la red de podcasts Podium Podcast, el sitio digital Somos La Percha, y una redacci贸n local del diario EL PA脥S. Esto no es pluralismo. Es concentraci贸n peligrosa.


Prisa no es el 煤nico actor extranjero. Chilevisi贸n, hoy propiedad de Paramount Global, y La Red, controlada por Albavisi贸n desde EE.UU., operan con l铆neas editoriales alejadas de las realidades locales. Algunos canales por cable tambi茅n pertenecen a conglomerados internacionales, y hasta las radios comunitarias deben competir en condiciones desiguales con estas megaestructuras.


Identidad en crisis


Durante las fiestas patrias se escucha cumbia extranjera en vez de cueca. En muchas fondas se sirve comida peruana y no chilena. Los artistas nacionales emergentes no encuentran espacio en los medios. La programaci贸n cultural pr谩cticamente ha desaparecido. Y todo esto tiene relaci贸n directa con la falta de medios chilenos para los chilenos.


Chile ha llegado a un punto cr铆tico: somos un pa铆s sin voz en nuestra propia tierra. La concentraci贸n medi谩tica no solo limita la diversidad informativa: silencia la cultura, empobrece la democracia y borra nuestra identidad.


El llamado


¿Hasta cu谩ndo las autoridades chilenas van a tolerar esta situaci贸n? ¿D贸nde est谩 el Congreso, el CNTV, la Subtel? ¿Por qu茅 no se legisla para garantizar pluralismo real, cuotas de contenido nacional, y protecci贸n de la soberan铆a medi谩tica?


El Estado chileno tiene una deuda hist贸rica con su pueblo. Y esta es solo una m谩s. Pero lo m谩s vergonzoso es que esta deuda es f谩cil de saldar: solo hace falta voluntad pol铆tica. ¿La tendr谩n?


2025/07/08

La misi贸n olvidada de la radio chilena:

Comunicar con respeto, educar con claridad y defender nuestra identidad.

Por Rodolfo Varela

Como hombre de radio y profesional del micr贸fono, con d茅cadas de experiencia y vocaci贸n, no puedo quedarme en silencio frente al deterioro que vive hoy la radio en Chile. 


Sergio Silva fue un destacado comunicador

No se trata solo de cambios tecnol贸gicos: el verdadero problema est谩 en el contenido, en el mal uso del idioma, en la falta de formaci贸n de muchos locutores, en el abandono de la m煤sica chilena, y en el olvido del rol educativo y cultural que siempre debi贸 cumplir este medio.

Durante d茅cadas, la radio fue escuela, compa帽铆a y espejo del pa铆s. Era un espacio que informaba con seriedad, educaba sin imponer y entreten铆a con respeto. Hoy, muchas emisoras —particularmente del dial FM— han reemplazado ese legado por modelos vac铆os, superficiales y repetitivos, donde se habla mal, se improvisa sin contenido, y se ignora por completo el alma de lo chileno.


El idioma, reflejo de una crisis


En los a帽os 60, Chile era reconocido como uno de los pa铆ses donde mejor se hablaba el espa帽ol en Am茅rica Latina. Hoy, lamentablemente, es todo lo contrario. El lenguaje cotidiano est谩 lleno de muletillas, anglicismos mal usados y modismos inentendibles. Muchos locutores refuerzan esta tendencia, transmitiendo un espa帽ol empobrecido y carente de claridad. Hablar bien no es elitismo: es respeto por el oyente, por el idioma y por la profesi贸n.


La m煤sica chilena: ausente en su propia casa


La m煤sica que suena en nuestras radios responde m谩s a intereses comerciales extranjeros que a una real conexi贸n con el pueblo. Predominan los ritmos importados —colombianos, centroamericanos, estadounidenses— mientras los artistas chilenos quedan fuera del dial. La radio no cumple su rol de difusora de identidad nacional. ¿Qu茅 joven puede enamorarse de su cultura si no la escucha?



            Ricardo Garcia                                                            Edmundo Soto


El Festival de Vi帽a del Mar, alguna vez orgullo de la canci贸n chilena, hoy es una vitrina para la industria for谩nea. Y la radio, lejos de corregir el rumbo, lo sigue ciegamente.


Radios comunitarias: esperanza y lucha


En este panorama, las radios comunitarias son un faro de resistencia. Los chilenos las valoran por su cercan铆a, participaci贸n ciudadana y contenido local. Son espacios donde los barrios hablan, donde las comunidades se reconocen. Sin embargo, enfrentan enormes desaf铆os: falta de profesionalizaci贸n, precariedad econ贸mica y escasa visibilidad. Aun as铆, cumplen una funci贸n que los grandes medios han olvidado.



                   Sergio Campos                                            Enrique Maluenda

El desaf铆o: reconstruir con dignidad


Chile necesita una radio que hable bien, que piense y que conecte con su gente. Que eduque sin aburrir, que entretenga sin insultar la inteligencia, y que informe con responsabilidad. Como locutor profesional, formado en el respeto por el micr贸fono y la palabra, hago un llamado urgente a recuperar el esp铆ritu de servicio p煤blico de la radio chilena.


                                               Miguel Angel San Martin

 

Un homenaje necesario a quienes dignificaron el micr贸fono


No puedo cerrar estas palabras sin rendir homenaje a quienes fueron verdaderos pilares de la radio chilena. Sergio Silva, Ricardo Garc铆a, Edmundo Soto, Sergio Campos, Miguel 脕ngel San Mart铆n, Enrique Maluenda, y tantos otros locutores que marcaron generaciones con su estilo, claridad, presencia y compromiso con la palabra bien dicha.

Ellos no solo informaban o entreten铆an: educaban, transmit铆an valores, cuidaban el idioma y respetaban a su audiencia. Nos ense帽aron que ser locutor no es simplemente “hablar por hablar”, sino dar sentido, contexto, emoci贸n y contenido a cada palabra que llega al oyente.


Voces actuales que mantienen viva la esencia radial


Y aunque mucho se ha perdido, tambi茅n es justo reconocer a quienes hoy siguen sosteniendo con dignidad la verdadera misi贸n de la radio. Quiero destacar a Mauricio G贸mez y Alejandro Bustamante, dos locutores de la Radio Comunitaria Caracola 106.9 FM, quienes cada ma帽ana informan, entretienen y, sobre todo, dan voz a su p煤blico, conectando con las comunidades y rescatando ese esp铆ritu participativo que tanto necesitamos. Ellos representan la esperanza de que la buena radio no ha muerto: solo necesita m谩s espacios, m谩s apoyo y m谩s respeto.


        Alejandro Bustamante                                                     Mauricio Gomez M.

comunicar con respeto, educar con claridad y defender nuestra identidad


Esa escuela no puede desaparecer. Es nuestra responsabilidad, como profesionales y como oyentes, exigir una radio que vuelva a dignificar el lenguaje, que valore a sus artistas, que escuche a sus comunidades y que honre a quienes abrieron camino con excelencia y 茅tica.

Mientras haya un micr贸fono encendido, a煤n tenemos la posibilidad de hacerlo mejor.

Chile ante su espejo: el Estado expropiar谩 parte de la Colonia Dignidad para construir un memorial de la memoria

 

Por Rodolfo Varela


El pasado lunes 7 de julio, el gobierno del presidente Gabriel Boric oficializ贸 un anuncio tan hist贸rico como necesario: la expropiaci贸n de 117 hect谩reas del terreno donde funcion贸 por d茅cadas la tristemente c茅lebre Colonia Dignidad, con el objetivo de construir un sitio de memoria por los cr铆menes cometidos all铆 durante la dictadura de Pinochet. 


Colonia Dignidade: una secta nazi en Chile


El acto, encabezado por los ministros Jaime Gajardo (Justicia) y Carlos Montes (Vivienda), marca un paso decisivo en la deuda hist贸rica que el Estado chileno mantiene con las v铆ctimas de este enclave de horror.

Pero esta decisi贸n, que deber铆a unirnos como pa铆s en torno al nunca m谩s, ha generado resistencias. ¿Por qu茅? Porque la Villa Baviera —nombre que hoy adopta el lugar— sigue habitada por descendientes y colonos vinculados, directa o indirectamente, con un pasado de esclavitud, represi贸n y tortura. Y porque, lamentablemente, en Chile a煤n hay sectores que prefieren el olvido, la impunidad y la indiferencia.

Colonia Dignidad: una herida que no cierra

Fundada en 1961 por el exenfermero nazi Paul Sch盲fer, la Colonia Dignidad fue durante d茅cadas una secta herm茅tica donde reinaban el abuso sexual, el trabajo forzado y el adoctrinamiento. Con la llegada del golpe de Estado de 1973, el lugar se convirti贸 en centro clandestino de detenci贸n y tortura de opositores al r茅gimen militar. Seg煤n cifras oficiales, al menos 26 personas desaparecieron en sus terrenos y muchas m谩s fueron brutalmente torturadas all铆, en complicidad con la DINA y el alto mando militar.

Pese a su historia criminal, la Colonia sobrevivi贸. Cambi贸 de nombre, se maquill贸 como centro tur铆stico y gastron贸mico alem谩n, e incluso recibi贸 visitas de autoridades y turistas curiosos. En pocas palabras: la Villa Baviera logr贸 reinsertarse en el tejido social del sur de Chile, mientras muchas de sus v铆ctimas a煤n buscaban justicia, verdad y reparaci贸n.

El valor simb贸lico de la expropiaci贸n

Lo que hoy hace el Estado de Chile no es s贸lo adquirir tierras. Es recuperar un espacio de memoria para que no vuelva a ser un enclave de silencio, ni un rinc贸n de olvido. Es una se帽al concreta de que no puede haber turismo ni normalidad donde hubo horror y muerte. La expropiaci贸n no borra el pasado, pero puede ser un gesto de justicia simb贸lica hacia el futuro.


Chile expropiar谩 enclave de Colonia Dignidad usado por la dictadura


No obstante, el hecho de que algunos colonos resistan la medida —incluso cuestionando que el Estado les compre sus casas— pone en evidencia la fragilidad de nuestra conciencia hist贸rica. ¿C贸mo es posible que, en pleno 2025, a煤n haya quienes se opongan a resignificar un espacio donde se cometieron cr铆menes de lesa humanidad?

No hay democracia s贸lida sin memoria activa

Lo m谩s grave ser铆a que esta expropiaci贸n quede como un acto aislado, como una pol铆tica de gobierno y no de Estado. Chile necesita construir una memoria institucional duradera, que no dependa del signo pol铆tico del presidente de turno. Necesitamos m谩s sitios de memoria, m谩s educaci贸n sobre derechos humanos, m谩s compromiso con la verdad, la justicia y la reparaci贸n integral.

El proceso no ser谩 sencillo. Implicar谩 peritajes, aval煤os, negociaciones, tensiones legales y sociales. Pero es indispensable. No s贸lo por respeto a las v铆ctimas de la dictadura, sino porque un pa铆s que no enfrenta su historia est谩 condenado a repetirla.

Que esta expropiaci贸n no sea s贸lo una noticia de julio. Que sea un punto de inflexi贸n. Un acto de justicia. Un llamado a despertar la memoria dormida de un pa铆s que a煤n no ha terminado de mirar su propio espejo.

Chile Confronts Its Past: Government to Expropriate Part of Colonia Dignidad for Memorial Site

 

By Rodolfo Varela

On Monday, July 7, the government of President Gabriel Boric made an announcement as historic as it is necessary: the expropriation of 117 hectares of land once occupied by the infamous Colonia Dignidad, with the goal of building a memorial to honor the victims of crimes committed there during Pinochet’s dictatorship. 


Colonia Dignidade: una secta nazi en Chile

The act, led by Justice Minister Jaime Gajardo and Housing Minister Carlos Montes, represents a decisive step in addressing the historical debt the Chilean state owes to the victims of this enclave of terror.

But this decision—which should unite the country around the principle of "never again"—has sparked resistance. Why? Because Villa Baviera—today's name for the site—continues to be inhabited by descendants and former settlers connected, directly or indirectly, to a past of slavery, repression, and torture. And, sadly, because there are still sectors in Chile that prefer silence, impunity, and indifference over truth and justice.

Colonia Dignidad: A Wound That Has Not Healed

Founded in 1961 by former Nazi army medic Paul Sch盲fer, Colonia Dignidad functioned for decades as a closed, authoritarian sect where sexual abuse, forced labor, and indoctrination were rampant. After the 1973 military coup, the compound became a clandestine detention and torture center for political opponents of the regime. According to official records, at least 26 people disappeared within its borders, and many others were brutally tortured, with the full collaboration of the DINA and the military leadership.

Despite its criminal history, the colony survived. It changed its name, rebranded itself as a picturesque German-style tourist attraction, and even welcomed visitors and public officials. In other words: Villa Baviera managed to reintegrate into the social and economic fabric of southern Chile, while many of its victims still searched for truth, justice, and reparations.

The Symbolic Power of Expropriation

What the Chilean state is doing now is not just acquiring land. It is reclaiming a space of memory so that it never again becomes a sanctuary of silence. It is a tangible signal that there can be no tourism, no normalization, where horror and death once reigned. The expropriation won’t erase the past, but it can serve as a powerful gesture of symbolic justice for the future.


Chile expropiar谩 enclave de Colonia Dignidad usado por la dictadura 



Still, the fact that some settlers oppose the measure—even questioning the state’s right to purchase their homes—reveals the fragility of our historical awareness. How is it possible that, in 2025, there are still those who resist turning a former torture site into a memorial?

No Strong Democracy Without Active Memory

The greatest danger would be for this expropriation to remain an isolated act, a government initiative rather than a national policy. Chile must build a lasting institutional memory that does not depend on which president holds office. We need more memorials, more education on human rights, and greater commitment to truth, justice, and full reparation.

The process won’t be easy. It will involve assessments, legal battles, negotiations, and social tensions. But it is absolutely necessary—not just out of respect for the victims of the dictatorship, but because a country that refuses to confront its past is doomed to repeat it.

Let this expropriation be more than a headline. Let it be a turning point. A gesture of justice. A wake-up call for a nation that still struggles to look itself in the mirror.

2025/07/07

La gran estafa previsional: las AFP y el silencio c贸mplice del poder en Chile

 Por Rodolfo Varela


Desde 1981, el pueblo chileno ha sido v铆ctima de una maquinaria dise帽ada no para garantizar pensiones dignas, sino para enriquecer a un pu帽ado de administradoras privadas: las AFP. 



Las AFP: 40 a帽os de robo legalizado con la complicidad de todos los gobiernos


El modelo se implement贸 en dictadura, bajo el Decreto Ley 3.500, impulsado por Jos茅 Pi帽era, hermano del expresidente Sebasti谩n Pi帽era. Desde entonces, los gobiernos democr谩ticos, de todos los signos pol铆ticos, han sido c贸mplices silenciosos de un sistema que fracas贸 en su promesa original y que hoy mantiene a millones de personas con pensiones miserables.

Durante d茅cadas se vendi贸 la mentira de que, con 10% de cotizaci贸n y 30 a帽os de trabajo, se podr铆a jubilar con el doble del sueldo o, al menos, con el 70% de la renta promedio. Pero la verdad es que esa proyecci贸n nunca estuvo garantizada por ley, ni era realista. Se basaba en un escenario ficticio: empleo estable, sin lagunas previsionales y con una expectativa de vida mucho menor que la actual. Nada de eso refleja la realidad del trabajador chileno.

Tambi茅n se difundi贸 la idea de que las AFP respond铆an por las p茅rdidas de los fondos. Falso. Siempre ha sido el afiliado quien asume el riesgo. Si el fondo pierde, la AFP no lo compensa, a menos que haya perdido mucho m谩s que sus competidores. A eso se le llama rentabilidad m铆nima, que no es una garant铆a real, sino un mecanismo de comparaci贸n entre AFPs, no con respecto a un piso absoluto. A pesar de esto, se han modificado leyes (como la Ley 19.641 en 1999, o la 20.255 en 2008) que han debilitado los resguardos al afiliado y han reforzado los m谩rgenes de maniobra de las administradoras.


Las AFP no son para ayudarte a jubilar. Son un negocio. Y muy buen negocio. Para ellos.


Se ha dicho que los fondos son inembargables. En teor铆a, s铆. Pero con excepciones y mecanismos (como compensaciones por divorcio) que han abierto la puerta a debates sobre el verdadero control que tiene el afiliado sobre su ahorro. La gente cree que el dinero es de la AFP, y en la pr谩ctica muchas veces act煤an como si lo fuera, imponiendo restricciones, comisiones poco transparentes, e invirtiendo esos fondos en empresas donde incluso los directores de las AFP tienen intereses cruzados.

Los multifondos, creados en 2002, se presentaron como una opci贸n flexible. En realidad, lo que hicieron fue traspasar oficialmente el riesgo burs谩til al trabajador. La AFP nunca pierde: cobra comisiones a煤n si hay p茅rdida, y gana con los excedentes sin compartir con el afiliado. Las llamadas “comisiones fantasmas” no son mito: se cobra comisi贸n incluso si no est谩s cotizando activamente, y muchas veces sin que el trabajador lo entienda.

Desde Aylwin hasta Boric, ning煤n presidente ha desmantelado este sistema injusto. Por el contrario, cada reforma ha sido cosm茅tica o ha terminado legitimando a煤n m谩s el modelo. Se ha creado un Pilar Solidario con aportes estatales para cubrir la miseria que deja el modelo privado. ¿No ser铆a m谩s eficiente y justo fortalecer un sistema p煤blico de reparto mixto y solidario?

La verdadera pregunta es: ¿cu谩nto m谩s debe aguantar el pueblo chileno para que los gobiernos dejen de defender los intereses de las AFP?

Es tiempo de decir las cosas como son: las AFP no garantizan una pensi贸n digna, no asumen los riesgos, y s铆 lucran con los ahorros de los trabajadores. Lo m谩s indignante es que todo esto se hace con respaldo legal, en un sistema que ha sido blindado por tecn贸cratas, pol铆ticos y lobbistas, mientras millones de chilenos sobreviven con pensiones que no alcanzan ni para pagar sus medicamentos.

La crisis de las pensiones no es s贸lo un problema econ贸mico. Es una crisis moral. Y los gobiernos que no se atreven a cambiarlo de ra铆z, son parte del problema.

Elecciones 2025 en Chile: ¿Otra oportunidad para la esperanza o un nuevo enga帽o para el pueblo?

 

Por Rodolfo Varela

El pr贸ximo 16 de noviembre, Chile vivir谩 una nueva elecci贸n presidencial. Una vez m谩s, la ciudadan铆a ser谩 convocada a decidir su destino en las urnas. Sin embargo, m谩s all谩 de las campa帽as, los discursos vac铆os y los esl贸ganes publicitarios, una pregunta resuena con fuerza en el coraz贸n del pueblo: ¿debemos seguir confiando en quienes ya nos han fallado una y otra vez?


Jeannette Jara, Evelyn Matthei, Jos茅 Antonio Kast y Johannes Kaiser


En las primarias del pacto oficialista Unidad para Chile, Jeannette Jara —militante del Partido Comunista— result贸 vencedora frente a nombres como Carolina Toh谩 (PPD), Gonzalo Winter (Frente Amplio) y Jaime Mulet (FRVS). Esta primaria unificada mostr贸 una aparente se帽al de unidad, pero tambi茅n evidenci贸 la fractura de una izquierda que, pese a estar en el poder con Gabriel Boric, ha sido incapaz de responder con fuerza a las leg铆timas demandas hist贸ricas del pueblo chileno: justicia, dignidad, salud, educaci贸n, y una reparaci贸n efectiva y concreta para los expresos pol铆ticos, exonerados, familiares de detenidos desaparecidos y torturados.


Porque s铆: la Concertaci贸n —en sus a帽os de gobiernos democr谩ticos— no hizo lo suficiente por saldar la deuda moral con las v铆ctimas de la dictadura. Y hoy, los partidos que la integraban o derivaron de ella, como Amarillos por Chile o los Dem贸cratas, vuelven a la escena con nuevas m谩scaras, pero con el mismo silencio c贸mplice ante las heridas abiertas del pa铆s.


Por otro lado, la derecha tradicional y la extrema derecha —encabezadas por Evelyn Matthei y Jos茅 Antonio Kast, respectivamente— no ofrecen ninguna esperanza para quienes han sido hist贸ricamente excluidos. No lo han hecho antes y no lo har谩n ahora. Su proyecto es claro: mantener el modelo neoliberal que beneficia a los poderosos, criminaliza la protesta, privatiza los derechos y mira con nostalgia una dictadura que dej贸 miles de muertos, torturados y desaparecidos. El pueblo trabajador, los jubilados, los pueblos originarios, las mujeres, los estudiantes, los migrantes: todos est谩n fuera de su visi贸n de pa铆s.


Y mientras tanto, m谩s de 200 candidaturas independientes buscan reunir las m谩s de 35.000 firmas exigidas por el Servel. Entre ellas, nombres conocidos como Marco Enr铆quez-Ominami, Eduardo Art茅s, Tom谩s Jocelyn-Holt, e incluso figuras medi谩ticas como Harold Mayne-Nicholls, el youtuber ultraderechista Pedro Pool y la tarotista Zita Pessagno. Una mezcla que refleja la desesperanza, pero tambi茅n el deseo de miles de chilenos por una alternativa distinta, aunque esta a煤n parezca lejana.


Hoy, el pueblo chileno enfrenta un nuevo cruce de caminos. No se trata solo de elegir un nuevo presidente. Se trata de no volver a ser enga帽ados. Se trata de levantar la voz de los sin voz, de exigir verdad, justicia y reparaci贸n real para las v铆ctimas de la dictadura; de rechazar la manipulaci贸n de quienes ya ocuparon el poder y nunca cumplieron.

El pueblo sigue esperando. No olvidamos. No perdonamos el abandono. Y por eso decimos:

¡Basta de promesas vac铆as! ¡Basta de pactos entre c煤pulas! ¡El pueblo exige dignidad, memoria y futuro!

Chile’s 2025 Elections: Another Chance for Hope or a New Betrayal of the People?

 By Rodolfo Varela


On November 16, Chile will once again head to the polls for a presidential election. Once again, the people will be called upon to decide their future. But beyond the campaigns, hollow speeches, and catchy slogans, one question echoes loudly in the hearts of many: Should we keep trusting those who have failed us time and again?



Jeannette Jara, Evelyn Matthei, Jos茅 Antonio Kast y Johannes Kaiser


In the primary elections of the pro-government coalition "Unity for Chile," Jeannette Jara — a member of the Communist Party — emerged victorious over other candidates such as Carolina Toh谩 (PPD), Gonzalo Winter (Frente Amplio), and Jaime Mulet (FRVS). The unified primary appeared to be a gesture of cohesion, but it also highlighted the fractures within a left that, despite being in power under President Gabriel Boric, has failed to deliver on the most pressing demands of the Chilean people: justice, dignity, healthcare, education, and meaningful reparations for political prisoners, exonerated workers, torture survivors, and the families of the disappeared.


Because let’s be clear: the Concertaci贸n coalition — during its years in democratic power — did not do enough to repay Chile’s moral debt to the victims of the dictatorship. Today, the parties that once made up or stemmed from that coalition — like “Amarillos por Chile” or “Dem贸cratas” — are back on the scene with new names but the same complicit silence toward the country’s unresolved wounds.


On the other side, the traditional right and the far-right — led by Evelyn Matthei and Jos茅 Antonio Kast — offer no hope for the historically marginalized. They didn’t care before, and they won’t care now. Their project is crystal clear: to maintain a neoliberal system that benefits the elite, criminalizes protest, privatizes basic rights, and looks nostalgically at a dictatorship that left behind thousands of dead, tortured, and disappeared. The working class, pensioners, Indigenous peoples, women, students, migrants — none of them are included in their vision of Chile.


Meanwhile, over 200 independent hopefuls are trying to gather the 35,000 signatures required by the Electoral Service (Servel) to legalize their candidacies. Among them are familiar names like Marco Enr铆quez-Ominami, Eduardo Art茅s, Tom谩s Jocelyn-Holt, and media figures like Harold Mayne-Nicholls, far-right YouTuber Pedro Pool, and tarot reader Zita Pessagno. A mix that reflects both the growing despair and the lingering desire for a different, more inclusive Chile — even if that hope still feels distant.


Today, the Chilean people stand at yet another crossroads. This is not just about electing a new president. It’s about refusing to be deceived again. It’s about raising the voice of the voiceless, demanding truth, justice, and real reparations for the victims of the dictatorship. It’s about rejecting the manipulation of those who once held power and never delivered.


The people are still waiting. We do not forget. We do not forgive abandonment. And so we say:


Enough with empty promises! Enough with backroom deals! The people demand dignity, memory, and a future!


2025/07/04

Crisis en el modelo social chileno: pensiones y salud en el centro del debat

 Por Rodolfo Varela

Durante d茅cadas, Chile fue presentado como un modelo de 茅xito en Am茅rica Latina por su enfoque neoliberal en la gesti贸n de servicios sociales. Sin embargo, el tiempo ha evidenciado profundas falencias estructurales, especialmente en dos 谩reas fundamentales: el sistema de pensiones y el sistema de salud


Ambos atraviesan una crisis que ha generado frustraci贸n ciudadana, m煤ltiples protestas y demandas urgentes de reforma.



Manifestaciones contra el sistema de pensiones en Chile


1. El sistema de pensiones: un modelo en entredicho


El sistema chileno de pensiones, basado en la capitalizaci贸n individual, fue instaurado en 1981 durante la dictadura militar. A diferencia de los sistemas de reparto solidario, el chileno se apoya en cuentas individuales administradas por empresas privadas (las AFP). Cada trabajador cotiza el 10% de su salario, pero sin aportes obligatorios del empleador ni del Estado. Con el tiempo, este modelo ha mostrado serios problemas:


  • Bajas pensiones: Muchos jubilados reciben montos que no alcanzan a cubrir sus necesidades b谩sicas. Esto se debe a los bajos salarios, lagunas previsionales, y a que el 10% de cotizaci贸n no basta para una vejez digna.

  • Falta de solidaridad: Al ser un sistema puramente individual, no considera la realidad de trabajadores informales, desempleados o personas que, por distintas razones, no logran cotizar de manera continua.

  • Envejecimiento de la poblaci贸n: La ca铆da de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida han generado un desbalance demogr谩fico. Cada vez hay menos trabajadores activos por cada jubilado.

  • Baja tasa de reemplazo: Las pensiones representan una fracci贸n muy baja del salario promedio que las personas ten铆an antes de jubilarse, lo que genera descontento generalizado.

  • Desconfianza ciudadana: Casos de mala gesti贸n, ganancias millonarias para las AFP en contraste con las pensiones m铆nimas para los cotizantes, y falta de transparencia han erosionado la legitimidad del sistema.

Aunque se han aprobado reformas parciales —como la Pensi贸n Garantizada Universal (PGU)—, no han sido suficientes para revertir el problema de fondo. La discusi贸n actual gira en torno a si Chile debe transitar hacia un modelo mixto o solidario, con mayor participaci贸n del Estado y el empleador, tal como ocurre en la mayor铆a de los pa铆ses desarrollados.


"Si no tienes plata,te mueres en Chile"


2. El sistema de salud: desigualdad y sobrecarga


La atenci贸n m茅dica en Chile tambi茅n est谩 marcada por una fuerte dualidad entre el sector privado y el sector p煤blico. Mientras el primero ofrece servicios de alta calidad, est谩 reservado para quienes pueden pagar seguros privados (Isapres). El sector p煤blico, representado por Fonasa, atiende a la mayor铆a de la poblaci贸n, especialmente a los sectores m谩s vulnerables, pero con serias limitaciones.


  • Desigualdad estructural: El sistema dual profundiza las brechas de acceso. Mientras una minor铆a accede r谩pidamente a especialistas, diagn贸sticos y cirug铆as en cl铆nicas privadas, la mayor铆a enfrenta listas de espera de meses, incluso a帽os.

  • Financiamiento insuficiente: El gasto p煤blico en salud es bajo en comparaci贸n con pa铆ses OCDE. Esto se traduce en falta de insumos, infraestructura precaria, y una sobrecarga cr贸nica del sistema p煤blico.

  • Costos de bolsillo elevados: Incluso en el sistema p煤blico, muchos pacientes deben asumir altos costos por medicamentos, ex谩menes o tratamientos, lo que afecta particularmente a los sectores medios.

  • Falta de personal y recursos humanos mal distribuidos: En regiones apartadas, la escasez de m茅dicos y especialistas es cr铆tica. Muchos profesionales prefieren trabajar en el sector privado o en zonas urbanas.

  • Gesti贸n burocr谩tica e ineficiente: El dise帽o fragmentado del sistema y la excesiva burocracia dificultan la coordinaci贸n entre niveles de atenci贸n y retrasan la soluci贸n de problemas urgentes.

Este sistema tiene sus ra铆ces en las reformas de los a帽os 80, cuando se impuls贸 la privatizaci贸n de la salud. Si bien permiti贸 el crecimiento del sector privado, lo hizo a costa de debilitar el acceso universal. Hoy, el Estado chileno enfrenta el desaf铆o de reconstruir un sistema de salud m谩s integrado, equitativo y eficiente.


Mi reflexi贸n final


La crisis de las pensiones y la precariedad de la salud p煤blica en Chile reflejan las consecuencias de un modelo social basado en la l贸gica del mercado, con una baja presencia del Estado como garante de derechos fundamentales. Las demandas por dignidad, justicia social y equidad, que han sacudido al pa铆s en la 煤ltima d茅cada —incluyendo el estallido social de 2019— siguen tan vivas y urgentes como entonces.

Aunque las reformas en curso representan un avance, siguen siendo insuficientes frente a la magnitud del problema. Superar esta crisis requiere voluntad pol铆tica real, di谩logo social amplio y una profunda reestructuraci贸n del sistema de bienestar, para que pensiones y salud dejen de ser privilegios y se conviertan, de verdad, en derechos garantizados para todos.

No podemos normalizar que, en pleno siglo XXI, haya personas que mueren esperando la aprobaci贸n de su jubilaci贸n o un tratamiento m茅dico oportuno. Esa es una realidad inaceptable en cualquier sociedad que aspire a la justicia y la dignidad humana.

Criminal chileno buscado por Interpol es detenido en Brasi

 Por Rdolfo Varela


Espera extradici贸n por agredir a un anciano y a un carabinero


S茫o Paulo (Brasil) Un ciudadano chileno identificado como Mart铆n de Los Santos, buscado internacionalmente por Interpol, fue detenido este mi茅rcoles (2) por la Polic铆a Federal brasile帽a en un hotel de la ciudad de Cuiab谩, capital del estado de Mato Grosso. De Los Santos es acusado de cometer actos violentos contra un anciano y de amenazar a un carabinero en Chile, lo que motiv贸 una orden de captura con fines de extradici贸n, emitida por el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil.



Justi莽a mant茅m pris茫o de chileno procurado pela Interpol


Desde que ingres贸 a territorio brasile帽o, el fugitivo se hab铆a desplazado por varios estados –Santa Catarina, S茫o Paulo y Mato Grosso– intentando burlar a las autoridades. Sin embargo, su detenci贸n se vio favorecida por una serie de informaciones clave difundidas por el programa matinal de Radio Caracola 106.9 FM, conducido por Mauricio G贸mez y su compa帽era de locuci贸n Ver贸nica.


Seg煤n inform贸 la Polic铆a Federal, De Los Santos trataba de eludir la acci贸n de la justicia. A pesar de estar en la lista roja de Interpol, logr贸 mantenerse en movimiento hasta su captura.


Mauricio Gomez


De Los Santos permanece ahora detenido y a disposici贸n del STF mientras se tramita el proceso de extradici贸n solicitado por el Estado chileno. La detenci贸n se llev贸 a cabo de forma pac铆fica, aunque sobre 茅l pesan antecedentes de violencia y agresividad.


¿D贸nde est谩n las autoridades chilenas?


Lo que preocupa ahora es la falta de celeridad por parte del gobierno chileno para avanzar con su extradici贸n. Mientras la justicia brasile帽a ha actuado con eficacia y dentro del marco de cooperaci贸n internacional, se espera una respuesta clara y r谩pida desde Santiago, que demuestre compromiso con la seguridad p煤blica y el respeto a las v铆ctimas de este individuo.

Este caso reaviva un viejo debate: ¿Qu茅 tan eficientes son los canales de cooperaci贸n internacional en casos de violencia y criminalidad transnacional? Y a煤n m谩s urgente: ¿qu茅 mensaje se transmite a las v铆ctimas cuando un agresor permanece detenido, pero sin avances visibles en su repatriaci贸n judicial?


Un llamado a la acci贸n


Las autoridades chilenas tienen ahora la responsabilidad de actuar. La sociedad, tanto chilena como brasile帽a, espera que la justicia no se diluya entre tr谩mites burocr谩ticos. Mart铆n de Los Santos debe enfrentar las consecuencias de sus actos en el pa铆s donde cometi贸 los cr铆menes. Que su captura no se convierta en un caso m谩s de impunidad internacional.


Periodismo comprometido al servicio de la justicia


Las informaciones difundidas por Radio Caracola, emisora chilena que realiza transmisiones internacionales, gracias a la activa participaci贸n de la audiencia y a la responsabilidad del equipo period铆stico, fueron de gran utilidad para alertar sobre el paradero del sospechoso. Este gesto refuerza el papel fundamental de los medios de comunicaci贸n comunitarios y comprometidos con la verdad, especialmente en casos de inter茅s p煤blico.

Este caso recuerda que el periodismo no solo informa, sino que tambi茅n puede salvar vidas y colaborar con la justicia. La ciudadan铆a y los medios independientes, cuando trabajan juntos, marcan la diferencia.


2025/07/03

Marketing y publicidad en 2025: entre la inteligencia artificial y la b煤squeda de autenticidad

 Por Rodolfo Varela

El mundo del marketing y la publicidad en 2025 est谩 viviendo una transformaci贸n sin precedentes. En medio de avances tecnol贸gicos acelerados y consumidores cada vez m谩s exigentes, las marcas se enfrentan al desaf铆o de mantenerse relevantes, humanas y conectadas en un entorno cada vez m谩s digitalizado. Inteligencia artificial, contenido en video, personalizaci贸n extrema y valores de marca son algunos de los ejes que est谩n reconfigurando las estrategias publicitarias del presente.


¡El contenido creativo que nos hace volar!


1. IA y automatizaci贸n: el nuevo m煤sculo creativo

La inteligencia artificial ya no es una promesa: es una realidad operativa. Herramientas como ChatGPT, Midjourney o Runway permiten generar textos, im谩genes, guiones y hasta campa帽as completas en cuesti贸n de minutos. Esto agiliza procesos, reduce costos y permite una segmentaci贸n m谩s precisa de audiencias. Sin embargo, el reto es usar la IA como aliada sin perder la creatividad humana ni la sensibilidad cultural.

2. Videomarketing: el reinado de lo ef铆mero y lo emocional

Los videos cortos dominan las plataformas sociales. TikTok, Instagram Reels y YouTube Shorts son los nuevos canales de influencia. En 2025, las campa帽as exitosas son aquellas que cuentan historias r谩pidas, visuales y con fuerte carga emocional. Las marcas que entienden el lenguaje del video m贸vil ganan terreno frente a las que a煤n apuestan por modelos tradicionales.

3. Contenido generado por el usuario (CGU) y marketing de influencers

Los consumidores ya no quieren que les vendan productos: quieren ser parte de la historia. Las marcas que involucran a sus usuarios, los convierten en creadores y colaboran con microinfluencers, logran un nivel de autenticidad dif铆cil de alcanzar con producciones tradicionales. La confianza se construye desde lo cotidiano.

4. Personalizaci贸n: del mensaje masivo al uno a uno

Gracias al an谩lisis de datos y al machine learning, es posible entregar mensajes espec铆ficos a cada perfil de usuario. Desde correos electr贸nicos adaptados hasta experiencias personalizadas en sitios web, la personalizaci贸n ya no es un lujo, sino una expectativa. Pero con gran poder viene gran responsabilidad: la l铆nea entre lo 煤til y lo invasivo es cada vez m谩s delgada.

5. Autenticidad y valores de marca: m谩s all谩 del eslogan

En tiempos de incertidumbre y saturaci贸n publicitaria, las personas buscan marcas que representen algo m谩s que productos. Las causas sociales, el compromiso ambiental, la inclusi贸n y la coherencia entre discurso y acci贸n son factores decisivos para una generaci贸n que compra con conciencia.

6. Comercio social: donde el escaparate es el feed

Instagram, Facebook, Pinterest y TikTok ya no son solo redes sociales: son centros de comercio. El "social commerce" permite comprar sin salir de la plataforma, integrando contenido, entretenimiento y venta en un solo flujo. La clave est谩 en la naturalidad de la experiencia y en la confianza en el creador o la marca.

7. Privacidad de datos: confianza como activo principal

La eliminaci贸n de cookies de terceros, el aumento en regulaciones como la GDPR o la Ley de Datos Personales en Latinoam茅rica, y la creciente preocupaci贸n por el uso de la informaci贸n personal, obligan a las marcas a ser m谩s transparentes. Hoy, la privacidad no es un obst谩culo: es una oportunidad para construir lealtad.

8. Metaverso y RA/RV: ¿realidades paralelas o promesas futuras?

Aunque el hype inicial del metaverso ha disminuido, sigue habiendo avances en realidad aumentada (RA) y realidad virtual (RV), especialmente en retail, educaci贸n y entretenimiento. En 2025, las marcas experimentan con entornos inmersivos, desde probadores virtuales hasta experiencias sensoriales que combinan el mundo f铆sico y digital.

9. CTV: el renacer de la publicidad en televisi贸n

La televisi贸n conectada (CTV) vive una segunda juventud. A medida que los consumidores migran del cable a las plataformas de streaming, las marcas encuentran en la CTV una forma efectiva de entregar publicidad segmentada, con alta calidad de producci贸n y m茅tricas precisas. Es el regreso de los anuncios premium, pero con el poder de la anal铆tica digital.

馃摶 Radio y televisi贸n abierta: la fuerza silenciosa de los medios tradicionales

En un entorno dominado por lo digital, los medios tradicionales —como la radio y la televisi贸n abierta— siguen teniendo un papel clave en la comunicaci贸n publicitaria. En muchas regiones de Am茅rica Latina, la radio contin煤a siendo el medio de mayor alcance, especialmente en sectores populares, rurales y de personas mayores, con una conexi贸n directa, cercana y emocional. La televisi贸n abierta mantiene su poder en eventos en vivo, campa帽as institucionales y programas familiares.
Hoy, tanto la radio como la TV tradicional se integran a estrategias omnicanal, combinando su fuerza hist贸rica con presencia digital, transmisiones en redes sociales y nuevos formatos de interacci贸n. Son canales de confianza, memoria colectiva y gran arraigo cultural, y su aporte sigue siendo esencial para lograr campa帽as realmente inclusivas y masivas.

Conclusi贸n: adaptarse o desaparecer

El marketing en 2025 exige velocidad, empat铆a y visi贸n estrat茅gica. Las empresas que sobreviven no son las m谩s grandes, sino las m谩s adaptables. En este nuevo ecosistema, conectar con las personas —no solo con consumidores— es la clave. Porque m谩s all谩 de algoritmos, plataformas y formatos, lo que define una buena publicidad sigue siendo lo mismo: entender y emocionar al ser humano.

2025/07/02

馃 TECNOLOG脥A : Los avances en las tecnolog铆as digitales han transformado profundamente

 Por Rodolfo Varela

ChatGPT acelera tu rutina, pero… desacelera tu cerebro? No lo creo.


Como o uso do ChatGPT pode afectar o c茅rebro?



Un estudio reciente del MIT lanz贸 una se帽al de alerta: seg煤n la investigaci贸n, quienes escriben con ayuda de la inteligencia artificial activan menos el cerebro y presentan un rendimiento inferior en pruebas de lenguaje. El estudio tambi茅n se帽al贸 que los textos generados con IA suenan gen茅ricos y sin alma.
Pero como comunicador, profesional del lenguaje y usuario consciente de la tecnolog铆a, yo no estoy de acuerdo con esa conclusi贸n generalizada.

Despu茅s de todo, usar la inteligencia artificial es — y siempre ser谩 — una decisi贸n inteligente solo para quien tiene responsabilidad y pensamiento cr铆tico. La herramienta por s铆 sola no vuelve a nadie menos capaz. Lo que marca la diferencia es c贸mo se usa.

Para m铆, ChatGPT es una gran aliada del pensamiento creativo. Me ayuda a organizar ideas, a probar distintas formas de decir lo mismo, a superar bloqueos creativos e incluso a encontrar caminos m谩s claros para expresar emociones y argumentos. No sustituye a mi cerebro — lo potencia.

馃 La IA exige conciencia, no miedo


Lo que realmente perjudica la creatividad y la memoria no es el uso de la IA, sino la pasividad. Copiar y pegar sin pensar, aceptar el primer texto sin revisarlo, confiar ciegamente en cualquier respuesta: eso s铆 que ralentiza la mente.

Pero usar ChatGPT con sentido cr铆tico, como un compa帽ero de ideas, estimula la reflexi贸n, afina el pensamiento y ampl铆a horizontes.


Por eso, en lugar de demonizar la tecnolog铆a, el camino m谩s saludable es educar para un uso consciente. As铆 como una calculadora no nos impide razonar, la inteligencia artificial tampoco tiene por qu茅 volvernos dependientes. Est谩 en nuestras manos decidir si vamos a usarla para pensar m谩s — o pensar menos.


Rodolfo Varela, Locutor, Director, publicista y apasionado por la comunicaci贸n con prop贸sito.