El senador Aécio Neves, principal líder de la oposición en Brasil, aseguró que es el propio Gobierno brasileño el que adoptó un “discurso golpista” al intentar descalificar cualquier herramienta constitucional que busque fiscalizar a la presidenta Dilma Rousseff.
Senador Aécio NevesNeves afirmó que la estrategia del Gobierno de acusar de “golpista” a cualquiera que cuestione a la jefe de Estado busca “inhibir la acción de las instituciones y de la prensa brasileña en el momento en que pesan contra la presidenta y su partido denuncias de gran gravedad”.
“Todo lo que contraría al PT (el oficialista Partido de los Trabajadores) y sus intereses es (tachado de) golpe. En realidad el discurso golpista es el del PT, que no reconoce los instrumentos de fiscalización y de representación de la sociedad en una democracia”, aseguró el líder opositor en un comunicado.
Neves cuestionó la estrategia del Gobierno luego de que Rousseff, en entrevista publicada por el diario Folha de Sao Paulo, calificó como “un tanto golpistas” los intentos de la oposición de abrirle un juicio político para buscar su destitución, por su supuesta responsabilidad en el gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
Algunos sectores opositores exigen la apertura del juicio con miras a la destitución de la mandataria no solo por el caso Petrobras sino también por las denuncias del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) de que el Gobierno maquilló las cuentas públicas para esconder su abultado déficit fiscal.
“Para el PT, se trata de un golpe cuando el TCU identifica ilegalidades en las maniobras fiscales autorizadas por la presidenta”, alegó Neves, derrotado por Rousseff en las elecciones presidenciales de octubre pasado por solo tres puntos porcentuales.
“Para el PT, se trata de un golpe cuando las autoridades electorales investigan ilegalidades en las cuentas de campaña de la presidenta. Para el PT, se trata de un golpe cuando la Policía y la Procuraduría investigan crímenes de corrupción”, añadió Neves.
De acuerdo con el presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el “discurso golpista” del PT tiene por objetivo inhibir la autonomía y la independencia de instituciones legítimas que investigan acusaciones contra el Gobierno.
En la entrevista que Rousseff concedió a Folha de Sao Paulo y en la que se pronunció sobre declaraciones de líderes opositores según las cuales no conseguirá concluir su segundo mandato, la presidenta afirmó que no existen motivos para que se le destituya y afirmó que no tiene miedo de “caer”.
“No voy a caer. No voy, no voy. Eso es fácil, es lucha política. Las personas caen cuando están dispuestas a caer y yo no estoy. No hay base para ello”, advirtió la jefa de Estado, quien asumió su segundo mandato el pasado 1 de enero.
La presidenta brasileña descartó estar nerviosa o atemorizada con las acciones de la oposición; rechazó los rumores de que estaría pensando en suicidarse que semanas atrás se deslizaron por las redes sociales y recordó que ni cuando fue torturada por la dictadura pensó en quitarse la vida.
El vicepresidente brasileño, Michel Temer, afirmó la víspera que es “impensable” que pueda abrirse un proceso de destitución contra Rousseff, aunque dijo estar “muy preocupado” porque esa idea está siendo “patrocinada” por varios sectores.
Tras una reunión con Temer este martes, los dirigentes de los partidos oficialistas divulgaron un comunicado en el que manifestaron su apoyo a la mandataria.
Los líderes oficialistas manifestaron su “respeto a la Constitución y su total compromiso con la voluntad popular expresada en las urnas y con la legalidad democrática” en una nota en la que dieron a entender que la oposición busca caminos no democráticos para revertir la derrota que sufrió en las elecciones presidenciales.
