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2014/11/01

Unas tres mil personas protestan en Sao Paulo contra reelección de Rousseff


Cerca de tres mil personas participaron hoy en una manifestación en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, para protestar contra la reelección el pasado domingo de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que consideraron un "fraude" y un proceso que, dijeron, "legitima la corrupción" en el país.



Cerca de tres mil personas participaron hoy en una manifestación en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, para protestar contra la reelección el pasado domingo de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que consideraron un "fraude" y un proceso que, dijeron, "legitima la corrupción" en el país.

Los manifestantes, convocados en las redes sociales por diferentes organizaciones, principalmente por grupos derechistas, se concentraron al frente del Museo de Arte de Sao Paulo (MASP) en la tarde de este sábado y marcharon por la Avenida Paulista, la vía más emblemática de la ciudad y escenario frecuente de protestas.


La mayoría de los carteles exhibidos por los manifestantes exigía la salida del Gobierno del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), al que los participantes en el acto acusaron de haber montado una enorme red de corrupción y que, con la reelección de Rousseff, acumulará 16 años en el poder, incluyendo los dos mandatos de Luiz Inácio Lula da Silva, el mentor político de la mandataria.


Pese a que los movimientos que convocaron el acto lo describieron como una manifestación contra la reelección de la jefe de Estado, algunos de los participantes, con carteles, igualmente exigieron la apertura de un proceso político para que el Congreso despoje a la presidenta de su mandato por considerar que fue elegida con un fraude en las urnas.

Otros, más radicales, defendieron una intervención militar en caso de que Rousseff no renuncie o sea destituida, aunque la mayoría de los participantes en la marcha, sin embargo, negó que el movimiento tuviese alguna intención golpista.

La presidenta ganó el domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, con un 51,64 % de los votos, frente al líder opositor Aécio Neves, respaldado por el 48,36 %, tras una de las campañas más disputadas y radicalizadas en la historia del país, que polarizó a Brasil.

Parte de los manifestantes marchó con carteles de campaña de Neves o con banderas de su formación, el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).



"Elección de Dilma: el mayor fraude de la historia", decía uno de los carteles exhibidos en el camión equipado con una plataforma y amplificadores de sonido, y desde el cual los líderes de la manifestación arengaban a la multitud.

Durante la marcha, se registraron algunos incidentes y conatos de pelea entre jóvenes de cabeza rapada que provocaban con gritos insultantes contra Rousseff y, principalmente contra Lula, y personas que se les cruzaron con alguna insignia del PT o que criticaban la protesta.

"El pueblo no aguanta más de tanta corrupción ya comprobada y tantas promesas. Creo que tenemos que salir a la calle porque no basta estar en las redes sociales. Hay que mostrarle al Gobierno la insatisfacción del pueblo y decir definitivamente basta", dijo a Efe el comerciante Marcelo Rinaldi, uno de los manifestantes.

De acuerdo con el comerciante, el pueblo no acepta el resultado de las elecciones: "Queremos una tercera vuela o la destitución de la presidenta Dilma. Hay motivos de sobra. Por mucho menos (el entonces presidente)Fernando Collor fue destituido por el Congreso (en 1992)", agregó.

Además de acusar al Gobierno de promover un fraude en las urnas, algo que llegó a ser argumentado por el PSDB con un recurso que fue rápidamente negado por la justicia electoral, los manifestantes acusaron al PT de haber "montado un estado totalitario de izquierda en Brasil".

Los participantes en la marcha igualmente recordaron el escándalo de corrupción que tiene actualmente como protagonista a la petrolera estatal Petrobras, la mayor empresa del país y que es acusada de desviar recursos pagados por sus contratistas para financiar a partidos políticos oficialistas.

Entre los manifestantes destacaban el cantante de rock Lobao, que llegó a amenazar con abandonar Brasil en caso de que Rousseff fuese electa, y el diputado federal electo Eduardo Bolsonaro, un derechista hijo de un exmilitar que defiende la última dictadura brasileña (1964-1985).

Bolsonaro dijo que su padre será candidato a la Presidencia en 2018 para intentar acabar "con la dictadura del PT".


Sao Paulo, el estado más poblado y rico de Brasil, es un feudo del PSDB desde hace cerca de dos décadas y fue el colegio electoral en el que Neves obtuvo su mayor votación en todo el país.