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2013/07/30

Chilenos ven escasas posibilidades de triunfo del oficialismo de cara a presidenciales

Chile : Según el sondeo de opinión realizado por Radio Cooperativa, la consultora Imaginacción y la Universidad Central, sólo un 20,5% de los ciudadanos cree que Matthei logrará vencer a la aspirante a La Moneda de la oposición de centroizquierda.


La mayoría de los chilenos estima que la carta del oficialismo, Evelyn Matthei, tiene escasas posibilidades de imponerse ante la opositora Michelle Bachelet en las elecciones presidenciales de noviembre, de acuerdo con una encuesta difundida este martes.

Según el sondeo de opinión realizado por Radio Cooperativa, la consultora Imaginacción y la Universidad Central, sólo un 20,5% de los ciudadanos cree que Matthei logrará vencer a la aspirante a La Moneda de la oposición de centroizquierda.

Tres de cuatro votantes estima que Matthei perderá la elección presidencial de noviembre próximo, mientras que un 76,9% estima que la aspirante de la Nueva Mayoría será la mandataria.

El estudio coincide con una encuesta de la Universidad Central realizada sólo en Santiago la semana pasada, la cual mostró que ocho de cada 10 personas señala que Matthei no es ninguna amenaza para la ex directora ejecutiva de ONU Mujer para las presidenciales próximas.

La candidata de las filas de gobierno, de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI) surgió la semana pasada tras la sorpresiva renuncia del ex ministro de Economía Pablo Longueira, aquejado de una depresión.

Bachelet lidera con comodidad los sondeos, lo que ha llevado a analistas y medios a especular con un triunfo en primera ronda el próximo 17 de noviembre.

Brasil : ¿Imitan los indignados a los indígenas?

El gobierno brasileño enfrentará, aparentemente, dificultades sin precedentes para ejecutar sus planes en el río Tapajós, nueva frontera hidroeléctrica en la Amazonia brasileña. El pueblo indígena mundurukú, concentrado en la cuenca, promete resistir de manera más contundente que sus hermanos en casos anteriores, como el de Belo Monte en el vecino río Xingú.




En mayo, invadieron y ocuparon durante dos semanas una planta de los constructores de Belo Monte. Los mundurukús encabezaron esa acción a una distancia de 830 kilómetros por carretera de sus territorios, en solidaridad con los afectados del Xingú y para reclamar la suspensión de los proyectos hidroeléctricos en su propia cuenca.

Aceptaron la propuesta gubernamental de viajar a Brasilia, 1.480 kilómetros al sur, para negociar un acuerdo. Pero tenían que ir todos. Los mundurukús no aceptan ser representados por una comisión y no delegan tales poderes siquiera en sus caciques.


La Secretaría General de la Presidencia, que cuida las relaciones del gobierno con la sociedad, tuvo que conseguir dos aviones de la Fuerza Aérea Brasileña para transportar a los 144 indígenas que, siempre juntos, se encontraron el 4 de junio con el ministro jefe de esa cartera, Gilberto Carvalho.

En los 10 días que estuvieron en la capital brasileña protagonizaron protestas ante la Presidencia, el Congreso Nacional y el Ministerio de Justicia, terminando por ocupar la sede de la Fundación Nacional del Indígena (FUNAI).

Una segunda audiencia con el ministro Carvalho no se concretó. Los indígenas rechazaron la condición de enviar una comisión de 10 representantes. “Nunca nos separamos”, justificó un vocero. En un comunicado, la Secretaría alegó que “se negaron a participar en la reunión”.

Esa dificultad de lidiar con pueblos de otras culturas y formas de organización agrava las perplejidades actuales del gobierno brasileño. También los jóvenes que salieron a las calles en protestas multitudinarias desde el 6 de junio no reconocen la representatividad de los poderes estatales, rechazan jerarquías y no presentan líderes con quienes negociar.

Sus reclamos son “difusos”, según una definición que se hizo lugar común.

Como los indígenas desde hace mucho tiempo, los jóvenes tampoco aceptan mediaciones. Eligen a sus blancos y los hostigan con presencia masiva, y pacífica hasta el momento en que grupos radicales o de “vándalos” se apartan de las marchas, depredan inmuebles, tiendas y bancos y se enfrentan con la policía.

El gobierno trata de interpretar a su modo el mensaje de las calles para ofrecer respuestas, sin lograr hasta ahora desarmar las movilizaciones que prosiguen en actos menores y dispersos.

Una reforma política que mejore la representatividad de los parlamentarios y gobernantes constituye el principal intento con que la presidenta Dilma Rousseff trata de salir del arrinconamiento.

Ya está claro que es imposible cualquier cambio en las elecciones presidenciales, parlamentarias y estaduales de octubre de 2014 y que los actuales legisladores no se disponen a aprobar nada que afecte su reelección.

Para los indígenas poco importa. Seguramente ninguna reforma les permitirá tener voz en el Congreso o cargos decisivos en el Poder Ejecutivo.

Solo en un único período, en los años 80, contaron con un diputado nacional, Mario Juruna, elegido en Río de Janeiro, donde son escasos los remanentes autóctonos. Los electores locales decidieron homenajear al líder indígena que grababa sus conversaciones con los gobernantes, porque ellos “mienten mucho y no cumplen sus promesas”. Esto fue hace 30 años.

Dispersos por el extenso territorio de Brasil, unos 900.000 indígenas tienen escasa posibilidad de elegir a sus parlamentarios, a excepción de que se adopte un sistema similar al de Colombia, donde el Senado destina dos escaños a los indígenas que suman 3,4 por ciento de la población nacional.

Sería quizás una forma de cultivar el sentido de representatividad entre los aborígenes brasileños y de unidad entre sus 305 etnias, además de una defensa permanente y pública de sus demandas y necesidades vitales.

Chile : Anuncio de salario mínimo de 210 mil pesos: “lo valoramos pero la asignación familiar sigue siendo insuficiente”

Con estas palabras el presidente de la Comisión Mixta de Presupuesto, senador Zaldívar calificó el envío del proyecto que eleva el guarismo que será visto por la Cámara de Diputados. Por su parte, el senador Lagos Weber cuestionó la actitud del Ejecutivo a la hora de negociar.


Luego que el Ejecutivo anunciara que enviará al Congreso Nacional un proyecto que eleva el salario mínimo a 210 mil pesos desde los actuales 193 mil, los integrantes de la Comisión Mixta de Presupuestos abordaron la necesidad de agilizar dicha tramitación.
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Aprovechando la presencia del Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, en la sesión donde se revisó la ejecución presupuestaria a mayo de 2013, el presidente de la citada instancia parlamentaria, Andrés Zaldívar, expresó su beneplácito respecto a dicha alza, esto considerando que el Gobierno ha anunciado incrementos sucesivos luego que los parlamentarios rechazaran las propuestas de reajuste.

ALZA INSUFICIENTE


El senador Zaldívar aseguró que “hay que sacarle al Gobierno las cosas con tirabuzón porque primero propusieron un salario de 200 mil, luego el proyecto llegó con un guarismo de 203 mil, y en la Cámara de Diputados se llegó a 205 mil y posteriormente a 207 mil”.


Respecto del anuncio, el parlamentario expresó que el Gobierno tiene en sus manos este tema y aun cuando se aceptó incrementar, ello resultaría insuficiente. “Propuse dos fórmulas: una que no consideraron que es un reajuste plurianual de manera que en 4 años se pueda llegar a un salario de 250 mil. La otra idea es diferenciar el salario individual del familiar”.


Respecto a lo último, el senador que también es titular de la Comisión de Hacienda, reveló que la única manera de establecer dicha diferencia sería aumentar la asignación familiar a 15 mil pesos en el primer tramo y a 10 mil pesos en el segundo tramo. “El Gobierno ha sido mezquino porque nos trae un aumento en el primer tramo de 10 mil. Ello se suma al anuncio de 210 mil pesos que corresponde al salario mínimo individual”.


En cuanto al financiamiento, el congresista expresó que su idea de subir a 15 mil pesos la asignación, tiene un costo de 75 millones de dólares, cifra bastante menor que los 200 millones de dólares que implica rebajar el impuesto de timbres y estampillas que contempla el proyecto de ley de factura electrónica.

“Valoramos que se aumente el guarismo pero creemos que el Ejecutivo se queda a medio camino en ello. Así que esperamos que la Cámara resuelva el tema y luego en el Senado haremos lo propio”, concluyó.

POSIBLE APROBACIÓ



Por su parte, el integrante de las comisiones de Hacienda y Mixta de Presupuestos, senador Ricardo Lagos Weber declaró que “el proceso ha sido una discusión estéril porque desde el primer anunció había espacio para poder subir este monto. Había un consenso generalizado que se podía hacer más y lo podíamos haber resuelto hace tres meses para beneficiar a los trabajadores que reciben este salario.”


El parlamentario afirmó que es muy probable que se apruebe la cifra del salario mínimo propuesta por el gobierno de 210 mil pesos, “es una buena noticia para los más de 500 mil personas que recibirá este aumento, este es un tremendo reajuste y una buena noticia.” El parlamentario, sin embargó criticó, que el Gobierno no haya hecho esta propuesta en marzo.



“El Gobierno empezó con 205 mil y después de cuatro meses, al igual que ocurrió con el postnatal, cambio su oferta inicial, y cambio por una cifra de 207 mil pesos”. El senador aseguró que “tanto los partidos de derecha como de oposición, le señalaron que esa cifra no iba ser aprobada. Ahora ocurrió la magia del año electoral y sin explicar por qué razón ahora se podría dar un aumento a los 210 mil pesos.”
El congresista también señaló que la Directora de  resupuesto, Rosanna Costa explicó que “es un hecho la desaceleración de la economía y hace una proyección a la baja del crecimiento de un 4,8 a un 4,6. Se desacelera la economía y el Gobierno anuncia un aumento sustancial del salario mínimo,” puntualizó.