El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y una treintena de países de América Latina se comprometieron hoy a impulsar normas que amparen a los desplazados por el impacto del cambio climático.
América Latina y el ACNUR refuerzan su apoyo a los desplazados por el cambio climático
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y una treintena de países de América Latina se comprometieron hoy a impulsar normas que amparen a los desplazados por el impacto del cambio climático.
El compromiso fue expresado por el titular de ACNUR, Antonio Guterres, y delegaciones latinoamericanas que inauguraron hoy en Brasilia una conferencia que celebra el trigésimo aniversario de la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados.
"Son cada vez más las personas que atraviesan las fronteras de sus países huyendo de esos fenómenos" climáticos, declaró Guterres en la jornada inaugural de la conferencia.
Guterres fue más allá y apuntó que "hay diversos factores, como los desastres naturales, el cambio climático y hasta la falta de seguridad alimentaria, que se mezclan y desplazan cada año a un mayor número de personas".
En la Declaración de Brasilia, que será suscrita mañana por los países asistentes y ACNUR, se ha incluido un párrafo que alerta sobre los desplazados ambientales.
"Reconocemos los desafíos presentados por el cambio climático y los desastres naturales y el desplazamiento de personas a través de las fronteras que estos fenómenos pueden generar en la región, así como la necesidad de llevar adelante estudios para prestar una mayor atención a ese tema", señala el párrafo, ya consensuado.
Guterres valoró esa mención en la declaración, pero sostuvo que la comunidad internacional "debe discutir cuáles son los mecanismos necesarios para atender a esa gente, que actualmente no está contemplada en ningún régimen de protección".
António Guterres
En ese sentido, destacó la llamada "Iniciativa Nansen", que Suiza, Noruega, Alemania y Costa Rica impulsan desde hace dos años y que, precisamente, persigue alcanzar una definición legal del concepto de refugiado ambiental.
Guterres recordó que la declaración adoptada en 1984 en Cartagena de Indias (Colombia) amplió el concepto de refugiado y afirmó que ahora América Latina puede ayudar a renovarlo otra vez, al impulsar la protección a los desplazados por el cambio climático.
La Declaración de Brasilia también incluirá una referencia sobre la violencia desatada en el Triángulo Norte de América Central, que forman Guatemala, Honduras y El Salvador, donde las llamadas maras y el crimen organizado han desplazado a miles de niños y adolescentes.
El documento dice que esa situación "constituye un nuevo desafío" y destaca "la importancia de promover a responsabilidad compartida" entre "los estados de origen, tránsito y destino" de las personas desplazadas, a fin de garantizar su protección y acogida.
"No sólo los estados persiguen personas. Hay rebeldes por asuntos políticos, religiosos o étnicos, pero también hay otros países, como los del Triángulo Norte de Centroamérica, en los que la violencia la imponen grupos de delincuentes armados", declaró Guterres.
El titular de ACNUR también aludió al conflicto colombiano y manifestó su esperanza en que las negociaciones de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) superen los obstáculos y puedan llegar a un acuerdo definitivo.
Sin embargo, a pesar de esos casos, enfatizó que América Latina "es una región de paz", una realidad que "contrasta con la de muchas otras zonas del mundo, en las que los conflictos se multiplican", hasta el punto de que existen actualmente unos 50 millones de refugiados y desplazados en todo el planeta.
Alertó además de que, a la par de ese aumento de conflictos, han surgido en algunas regiones del mundo "fuertes brotes xenófobos y discriminatorios de inmigrantes", de los que consideró que América Latina también está al margen, lo que calificó de "ejemplar".
La Conferencia Cartagena+30 será clausurada este miércoles con la firma de la Declaración de Brasilia y la adopción de un Plan de Acción para reforzar la protección a los refugiados y desplazados en América Latina durante la próxima década.