El ministro del Interior, Andrés Chadwick, indicó que la adhesión de funcionarios públicos a la huelga fue del 6,4% en todo el país, precisando que ministerios y servicios estatales cifraron en 10.259 los empleados que no fueron a trabajar, de un total de 161.000 funcionarios que hay en Chile.
El gobierno chileno aseguró este jueves que todos los servicios públicos, la locomoción colectiva y los aeropuertos funcionaron hoy con normalidad en el país, pese a la jornada de protesta nacional convocada por los principales sindicatos.
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, indicó que la adhesión de funcionarios públicos a la huelga fue del 6,4% en todo el país, precisando que ministerios y servicios estatales cifraron en 10.259 los empleados que no fueron a trabajar, de un total de 161.000 funcionarios que hay en Chile.
El ministro dijo que todos los autobuses del sistema de transporte público cumplieron sus horarios y trayectos con normalidad, aunque las barricadas que grupos de manifestantes levantaron a primera hora de este jueves en varios puntos de Santiago provocaron congestiones en el tráfico y fue incendiado un autobús.
La red de ambulatorios y hospitales funcionó con "normalidad", así como las dependencias del Servicio Médico Legal (SML) y el Instituto de Previsión Social (IPS), que se encarga de administrar algunos beneficios sociales y pensiones de jubilación, precisó Chadwick.
También operaron sin problemas las oficinas del Registro Civil excepto en cuatro ciudades de regiones, en las que funcionaron turnos mínimos para atender trámites relacionados con matrimonios y fallecimientos.
El ministro del Interior sostuvo que los aeropuertos del país operan con "completa normalidad", pese a que los trabajadores de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) se habían adherido al paro.
Chadwick señaló que los hechos "más graves" ocurrieron durante la mañana, cuando un grupo de encapuchados quemó un autobús del transporte urbano en el barrio capitalino de Estación Central.
También a primera hora de la jornada, manifestantes levantaron barricadas en una docena de puntos de Santiago, aunque la "oportuna acción" de la policía permitió despejar esas zonas antes de las 8.00 hora local (12.00 GMT), dijo el ministro.
En estos operativos, Carabineros detuvo a 24 personas, dijo.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la principal organización sindical del país, convocó a la protesta para demandar mejoras laborales, la eliminación del sistema privado de pensiones y un salario mínimo de 250.000 pesos (unos 500 dólares), entre otras reivindicaciones.
La movilización cuenta con el respaldo de los estudiantes y organizaciones sociales.
La Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) sostuvo que el 90% de los cerca de 100.000 funcionarios adscritos a la entidad se sumó a la huelga.
En Santiago se realizaron dos manifestaciones con una elevada participación por el centro de la ciudad que finalizaron con un acto en el centro cultural Estación Mapocho, junto a la ribera del río del mismo nombre.
Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela
Los ministros de Exteriores de la asociación analizarán y tratarán de ofrecer una salida al conflicto desatado con el gobierno paraguayo alejado forzosamente del bloque durante el último año.
Los esfuerzos por reparar las fracturas causadas por la suspensión de Paraguay y las posibles incorporaciones de Bolivia y Ecuador como miembros de pleno derecho centrarán la reunión de cancilleres del Mercosur que arrancará este viernes en Uruguay como paso previo a la Cumbre presidencial.
Los ministros de Exteriores de la asociación analizarán y tratarán de ofrecer una salida al conflicto desatado con el gobierno paraguayo alejado forzosamente del bloque durante el último año y la negativa de estos a reintegrarse al Mercosur si Venezuela accede a la presidencia del Mercosur sin su visto bueno, tal y como está previsto.
Esta complicada situación política será atendida en esta XLV Reunión del Consejo del Mercado Común, lo que dejará en segundo plano asuntos como la ampliación del bloque a Bolivia y Ecuador, que debería avanzar sin mayores contratiempos, y otros temas de índole comercial y económico que aparecen muy diluidos en la agenda.
Las decisiones de los cancilleres serán finalmente aprobadas el próximo viernes en la Cumbre de jefes de Estado y de gobierno del bloque, en donde Venezuela tomará la presidencia temporal de manos de Uruguay.
Sin la presencia de representantes paraguayos, los cancilleres de Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela deberán aclarar cuál es el futuro de ese país en el bloque, suspendido tras la destitución parlamentaria del presidente Fernando Lugo en 2012, entendida como un golpe de Estado por sus socios.
Tras la elección democrática de Horacio Cartes como presidente en las pasadas elecciones paraguayas, quien asumirá el cargo el próximo 15 de agosto, los impedimentos esgrimidos para la suspensión del país deberían eliminarse.
Sin embargo, ahora son los paraguayos los que exigen la presidencia del bloque en lugar de Venezuela, cuya presencia en el Mercosur no cuenta con la preceptiva aprobación del Senado paraguayo.
Para los paraguayos, el Mercosur debería tomar "una decisión sensata" en este sentido y cumplir con el pedido de que Venezuela no sea el presidente para garantizar la "dignidad" de su país, según dijo su canciller, José Félix Fernández Estigarribia.
La respuesta de sus socios es categórica y los cancilleres de Uruguay, Luis Almagro, y de Brasil, Antonio Patriota, ratificaron que Venezuela asumirá la presidencia ya que hasta el 15 de agosto, "Paraguay sigue suspendido".
La reincorporación de Paraguay también obligaría a considerar las relaciones entre Asunción y Caracas, en mínimos después de que los primeros declararan al hoy presidente del país caribeño y entonces canciller Nicolás Maduro como persona non grata por "injerencias" en su política interna durante la destitución de Lugo.
En cuanto a la incorporación de Bolivia y Ecuador la situación es mucho menos complicada y se esperan pasos positivos en ese sentido, particularmente en el caso boliviano.
Además, el caso de la retención del vuelo del presidente Evo Morales en Europa, la semana pasada, sin duda también formará parte de la agenda y se espera que el bloque escenifique su apoyo al mandatario boliviano y su rechazo a las actitudes del Viejo Continente.
Junto a esto, los cancilleres del Mercosur seguirán con el desafío de superar sus persistentes conflictos y asimetrías comerciales y avanzar en el acuerdo largamente discutido con la Unión Europea (UE).
Eso sin contar con la irrupción en la escena de la Alianza del Pacífico, apuesta comercial formada por Chile, Colombia, México y Perú que amenaza con poner en peligro su liderazgo regional y que atrae con fuerza a los socios menores del Mercado Común del Sur, Uruguay y Paraguay, interesados en abrir nuevos caminos para sus productos.
De hecho, Uruguay ya transmitió públicamente su intención de no ser solo observador sino también "protagonista" en la Alianza del Pacífico.
Los cancilleres, además, tendrán como ruido de fondo las fuertes protestas y el profundo malestar social que se ha revelado en Brasil durante las últimas semanas, mostrando las debilidades del coloso del Mercosur y la auténtica locomotora económica de la asociación.
El canciller Patriota se refirió hace semanas al Mercosur reconociendo su importancia "estratégica", pero también su agotamiento como instrumento para la integración suramericana.
Patriota insistió que hacen falta ahora avances en temas que no sean comerciales, donde apenas hay espacio "para avanzar", como la ciencia, la tecnología, la salud o la educación.
En este sentido, Brasil y Uruguay firmaron esta semana un acuerdo bilateral para simplificar los trámites de residencia de uno a otro país, entendido como un "primer paso" para garantizar la libre circulación de personas entre ambos territorios.