Los miembros de la principal fuerza de la coalición gobernante buscarán reunificarse y cerrar filas frente a los embates que está recibiendo el oficialismo desde el escándalo de Petrobras y los recortes implementados por el Ejecutivo.
La presidente Dilma Rousseff
La apertura de la reunión estará a cargo del titular del partido, el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva y de la jefa de Estado. Durante el congreso, será presentada una propuesta para la creación de un frente que nuclee a los partidos y colectivos sociales aliados, en apoyo a una eventual candidatura presidencial de Lula.
“Brasil, desde 2003, cuando Lula toma posesión, es uno de los pilares de la nueva realidad latinoamericana”, afirma el documento en el que está plasmada la iniciativa, elaborado por una de las líneas internas que buscan conducir al partido, llamada “El partido que cambia a Brasil”, e integrada, entre otros, por Lula y Rousseff.
De esta forma, además de respaldar una eventual candidatura para 2018, el PT busca mostrarse como un frente unido frente a los ataques que están recibiendo sus principales referentes a raíz del escándalo de corrupción en la empresa hidrocarburífera de bandera Petrobras.
Asimismo, en un debate organizado en torno a los ejes “Mundo, Brasil y la actualización de la concepción partidiaria”, los petistas analizarán las controvertidas medidas de ajuste implementadas por el ministro de Economía, Joaquim Levy, y las crecientes diferencias con el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal aliado del PT en el gobierno y que tienen la mayor bancada en el Congreso.
En ese marco, el vicepresidente del PT, José Guimaraes, dijo que el oficialismo superará este momento crítico “formando un frente amplio, como el de Uruguay, junto a otras fuerzas de izquierda y los movimientos sociales”.
“Queremos armar un frente con el Partido Socialista, el Partido Comunista, sectores sindicales para realizar grandes movilizaciones en apoyo de las reformas de fondo que todavía nos faltan hacer en el gobierno. Estoy hablando de la reforma tributaria, de la reforma política en serio con la convocatoria de una Asamblea Constituyente, la reforma del Poder Judicial y de los medios”, señaló Guimaraes, aunque advirtió que era necesario “garantizar la gobernabilidad, manteniendo la alianza con partidos de centro, como el PMDB del vicepresidente (Michel Temer) y otras fuerzas que nos permiten tener mayoría en el Congreso”, y explicó: “El modelo político brasileño se llama presidencialismo de coalición, si usted no tiene peso en el Congreso no gobierna, es así”.
Al referirse al rol del PT dentro del oficialismo, el referente brasileño detalló que en un gobierno de coalición con partidos de centro y sectores medios de la sociedad, el papel del PT es tensionar hacia la izquierda para influir en la correlación de fuerzas dentro del gobierno.
Por otra parte, el vicepresidente del PT compartió la opinión de Lula y declaró: “Necesitamos una nueva forma de acción hacia nuestros militantes y hacia nuestra base social. Necesitamos movernos más, superar algunos problemas de burocratización. El PT es un partido de masas, de izquierda y socialista y como tal necesita una interacción profunda con los movimientos sociales”.
“No hay el menor riesgo de una fisura dentro del PT a pesar de que el debate va a ser tensionado. Y así tiene que ser, porque somos un partido democrático formado por varias corrientes cada una con sus ideas. Pero cuando las papas queman todos terminamos unidos, siempre fue así, por eso tenemos 35 años de vida que seguirá siendo victoriosa. Vamos a salir más fuertes y unidos de este Congreso”, concluyó.
