La Corte Suprema de Chile confirma las condenas a tres ex militares uruguayos y once chilenos por la muerte de Berríos, el agente que desarrolló armas químicas en la dictadura.
El químico que desarrolló la estrategia fue Eugenio Berríos
Una de las zonas más oscuras de la dictadura de Augusto Pinochet fue el uso de armas químicas contra los opositores. El químico que desarrolló esa estrategia fue Eugenio Berríos, huido a Uruguay en 1991 y cuyo cadáver fue hallado sin vida cuatro años más tarde cerca de Montevideo. El propio régimen se encargó de acabar con su vida para que no pudiera revelar nunca esas prácticas. Sus asesinos fueron sentenciados en 2010 a varios años de prisión y este martes la Corte Suprema de Chile ha ratificado definitivamente esas penas contra tres ex militares uruguayos y once chilenos.
El máximo tribunal de Chile ha emitido un fallo con posiciones divididas pero en el que se han confirmado las condenas de entre cinco y 20 años de prisión contra los ex militares que acabaron con la vida de Berríos en los años 90. "La Corte Suprema dictó sentencia definitiva en la investigación por los delitos de secuestro, homicidio y asociación ilícita en la muerte del ex químico de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Eugenio Berríos", ha señalado en un comunicado el poder judicial chileno.
El caso de la muerte de Berríos conmocionó en su día a varios países del Cono Sur. A Berríos se le atribuye haber sido el cerebro de la fabricación de gas sarín y otras armas químicas con las que el régimen eliminó físicamente a activistas de la oposición. Pinochet (1973-1990) también desarrolló esas armas para poder utilizarlas en eventuales conflictos con los países vecinos.
Berríos fue uno de los dos químicos que trabajaron en los laboratorios del denominado "Proyecto Andrea", ideado por el régimen pinochetista para desarrollar sustancias químicas mortales que no dejaran demasiados rastros.
La justicia chilena logró pruebas del uso de gas sarín en varios casos, uno de ellos el de la muerte de Manuel Leyton, un oficial del ejército que se había rebelado contra sus superiores. Aunque no se ha podido confirmar su relación, también se encontraron restos de gas sarín en el cuerpo del ex presidente Eduardo Frei Montalva, muerto repentinamente de septicemia en 1982. Las causas de la muerte del poeta Pablo Neruda también están siendo revisadas en los últimos tiempos, y una de las líneas de investigación es su posible envenenamiento.
En 1991, al término de la dictadura, Berríos, conocido como "el químico de Pinochet", huyó a Uruguay para eludir su juicio en Chile. Con la ayuda de los servicios de inteligencia del ejército chileno, logró refugio en una casa de seguridad próxima a Montevideo, donde era custodiado por militares uruguayos. Cuatro años después, su cuerpo fue hallado sin vida y con varios disparos de bala en la playa de El Pilar, próxima a la capital uruguaya.
Tres ex militares uruguayos y once chilenos fueron condenados en 2010 a penas que más tarde fueron aumentadas a entre cinco y 20 años de prisión, unas condenas que este martes ha ratificado la Corte Suprema al rechazar los recursos de casación planteados por las abogados de los ex militares y confirmar el fallo previo de la Corte de Apelaciones de Santiago.
Fabiola Letelier
Para Fabiola Letelier, abogada y hermana de Orlando Letelier -el ex canciller de Salvador Allende asesinado por la DINA en Washington en 1976-, la figura de Berríos "era de extraordinaria importancia para poder esclarecer realmente los casos de violación a los derechos humanos ocurridos en la dictadura". Se calcula que unos 3.200 activistas murieron durante la dictadura de Pinochet, la mayoría de ellos a manos de la DINA.