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2015/08/01

Polémica en Chile sobre degradación de militares condenados por crímenes de la dictadura

La gravedad del estado de salud de Manuel Contreras, uno de los principales represores de la dictadura chilena, ha generado polémica ya que legisladores se han pronunciado por rendirle honores militares mientras que los familiares de las víctimas de la represión piden que los militares condenados sean degradados, informó la prensa el viernes.





"Estos tipos han abusado de la más absoluta impunidad en estos 25 años", dijo al canal chileno "24 Horas" una mujer que se manifestaba el viernes ante el hospital donde está ingresado Contreras, condenado a más de 500 años de prisión por violaciones a los derechos humanos.

El general (r) Manuel Contreras, de 86 años, fue director de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) durante la dictadura de Augusto Pinochet, y se encuentra actualmente internado en el Hospital Militar de Santiago por afecciones derivadas de un cáncer de colón, hipertensión y diabetes, según fuentes médicas citadas por la web El Mostrador.

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Acusado de numerosos asesinatos, secuestros y violaciones, Contreras fue condenado por la Corte Suprema de Chile a dos cadenas perpetuas y 526 años, en 58 sentencias definitivas por violaciones a los Derechos Humanos.

Pero el militar nunca fue degradado y técnicamente, en caso de fallecimiento, tendría que recibir honores militares, algo que el Gobierno de Chile descartó públicamente el pasado jueves.

En este contexto, el jefe de la bancada de Diputados del Partido Demócrata Cristiano, Ricardo Rincón, solicitó el pasado martes 28 al Secretario General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, que se trate con carácter urgente un proyecto de ley ingresado en el año 2010, que establece la degradación militar de los integrantes de las Fuerzas Armadas involucrados en crímenes de lesa humanidad.

El proyecto modifica el artículo 222 del Código Militar, e impone una sanción accesoria a los militares acusados por estos crímenes.



Carmen Gloria Quintana (en verde), Rodrigo Rojas (en el cartel)

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De acuerdo al sitio oficial de la Cámara de Diputados, la modificación implica, entre otras cosas, "la privación del grado y del derecho a usar uniforme" militar; el retiro "absoluto" de la institución; la "incapacidad absoluta y perpetua" para servir en cualquiera de las Fuerzas Armadas y la "pérdida a perpetuidad de todos los derechos políticos activos y pasivos".



"Son deudas pendientes por años y esta es una forma clara de avanzar en justicia", declaró el diputado oficialista Sergio Ojeda (Partido Socialista), uno de los autores del proyecto de ley.

Por su parte, el senador Hernán Larraín, presidente del conservador Unión Democrática Independiente (UDI), se expresó contrario a que Contreras muera "como general".

"No le deseo la muerte a nadie ni a Manuel Contreras, pero uno no quisiera que muriera como general", señaló el pasado jueves a El Mostrador.

Sin embargo, para el diputado de UDI, Jorge Ulloa, el Ejército debería rendirle a Contreras los honores correspondientes.

"Los Honores militares es lo que corresponde; (y) se hará de acuerdo a toda nuestra legislación", afirmó.

Según una modificación realizada en 2009 al Reglamento de Servicio de Guarnición de las Fuerzas Armadas, del año 2006, que establece los procedimientos para la realización de honores a los oficiales del Ejército, aquellos militares condenados con penas de prisión, no podrán recibir honores fúnebres oficiales.

Protestan contra mayor represor de dictadura chilena internado en hospital

Un grupo de mujeres familiares de víctimas de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura se manifestaron hoy frente al Hospital militar donde el general chileno Manuel Contreras el principal represor del dictador Augusto Pinochet, está ingresado en estado "muy grave".




Con carteles y pancartas, muchos de los cuales dejaron instalados en los alrededores del recinto, donde se podía leer "Púdrete en tu infierno, Contreras", "Justicia y Memoria, Ahora", las mujeres reclamaron a viva voz contra el exjefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la temible policía secreta del régimen.

La salud de Contreras, de 86 años, se agravó en las últimas horas del martes y según ha trascendido "tiene disnea, hipertensión sistólica y compromiso de conciencia fluctuante".

La portavoz del grupo, Beatriz Bataszew, dijo a los periodistas que no sólo el Ejército debe llevar adelante todas las reparaciones para los torturados, sino que se trata de una cuestión del país.

Sostuvo que el Estado de Chile aún no reconoce como un delito de lesa humanidad los crímenes que fueron efectuados contra las mujeres en Chile, en los diversos centros de detención y tortura que la represión militar mantuvo durante la dictadura (1973-1990).

Contreras, que acumula sentencias por más de 500 años de prisión en 58 sentencias definitivas en juicios por violaciones a los derechos humanos cometidas durante el régimen militar de Pinochet, de quien fue uno de los más estrechos colaboradores, padece desde hace años un cáncer de colon que está bajo control.

También sufre de hipertensión y diabetes, que le ha derivado en problemas renales por los que es sometido a diálisis tres veces por semana.

Su hijo Manuel Contreras Valdebenito, aseguró este viernes que el estado de salud de su padre es de carácter "grave" y "no ha muerto porque él es muy fuerte".

En entrevista con la prensa de Chile, Contreras Valdebenito recalcó que "a mi padre no le queda mucho tiempo de vida, pero estoy preparado para eso".

"Tuvo una fuerte recaída de un día para otro, hace tres semanas estaba consciente y podía hablar, ahora tiene momentos de inconsciencia y no sabe lo que le ocurre". detalló.

La DINA aparece involucrada en la mayor parte de los crímenes cometidos en dictadura, durante la cual, según cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos.