La desigualdad en Latinoamérica es una lacra para la cohesión social de la región y amenaza directamente su futuro crecimiento económico y social, advirtió hoy la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
Bachelet alerta que desigualdad afecta al crecimiento futuro de América Latina
La mandataria hizo esta reflexión durante la presentación del informe "Perspectivas Económicas de América Latina 2015", elaborado por el Centro de Desarrollo de la OCDE, el Banco de Desarrollo de América Latina - CAF y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y presentado este martes en el marco de la XXIV Cumbre Iberoamericana.
Bachelet consideró que el documento propicia "un debate profundo" sobre lo que está sucediendo en la economía latinoamericana, donde "la productividad no era tan buena como creíamos".
"Había un conjunto de áreas que en momentos de bonanza se ocultaban, no se veían, y dada la bonanza, nadie creía que era necesario hacer cambios", opinó la gobernante, quien atribuyó el ciclo económico actual a que en los años anteriores no se asumieron y enfrentaron los problemas estructurales.
Por ello, señaló que ahora queda mucho por hacer, pero ante todo, apeló al "fortalecimiento del capital humano" a partir de un mayor acceso a la educación y a mejorar la calidad y la innovación en el desarrollo tecnológico y técnico.
Latinoamérica, recordó la presidenta de Chile, sigue siendo la región más desigual del planeta, una desigualdad que no se refleja solo en los ingresos, sino también "en un dispar acceso a oportunidades, en discriminación, en abuso, en exclusión en la toma de decisiones".
"Estas circunstancias (...) demandan nuestra atención y nuestra acción", aseveró.
En el caso de su país, explicó que la estabilidad económica y medidas adoptadas en los últimos 15 años han permitido "desacoplar los ciclos de la economía de los beneficios sociales", aunque ello "no ha bastado" para evitar la desaceleración.
Por eso, apostó por "generar reformas que combinen políticas macroeconómicas responsables, incremento de la productividad y la innovación para redireccionar y diversificar" la matiz de crecimiento chilena, hasta ahora excesivamente centrada en la explotación de recursos naturales.
También aludió a la reforma educativa impulsada por su país, y que ha incluido un reforma tributaria del 3% del PIB para poder financiar de forma permanente una educación pública gratuita y de calidad como "un derecho social sin exclusiones y sin segregación".
Bachelet defendió asimismo que estos retos para alcanzar la igualdad y la cohesión social se afronten en Latinoamérica "de manera articulada y con integración regional".
"Si compartimos diagnósticos comunes tenemos que ser capaces de desarrollar vías de solución conjunta que permitan proyectar un desarrollo sostenible en el tiempo para que la región tenga mayor justicia y equidad", agregó.