Con afán de mejora en el área social y menos violencia, el primer gobierno de izquierda del país recibe un legado desafiante.
Gustavo Petro, ya tenía su primera agenda diplomática, con Gabriel Boric, de Chile
Gustavo Petro y Francia Márquez iniciaron este lunes (8) su mandato como líderes del nuevo gobierno colombiano. Es la primera vez que el país tiene una gestión con orígenes alternativos y populares. Durante la ceremonia de inauguración, en la mítica Plaza de Bolívar, ubicada en el centro de Bogotá, se realizaron varias manifestaciones culturales, las cuales se replicaron en todo el país.
En ceremonias de juramentación en todo el país, cientos de indígenas, afrocolombianos, jóvenes de barrios populares y familias enteras salieron de sus casas para abarrotar las principales plazas y parques.
En la capital Bogotá se notó la expectativa que rodea al nuevo gobierno electo. “Solo me queda alegría y felicidad. Nos estamos reuniendo con nuestros compañeros porque hoy es un día de celebración, un día para decir 'sí' a la paz”, dijo Robin Ortega.,
María Cristina Muñoz, capitalina, dice que “para nosotros los colombianos esto significa esperanza. Nosotros sufrimos, nuestros jóvenes fueron asesinados. Estamos felices por este nuevo cambio”.
De hecho, el nuevo gobierno representa la esperanza de millones de colombianos, especialmente de las clases marginadas, los llamados "don nadie", las diversidades étnicas y sexuales, los excluidos.
Ya sea en el mejoramiento del área de salud, como dice Hilda Urrea: “Yo vengo de Engativá, en la localidad 10, llego a la posesión del doctor Gustavo Petro, porque gracias a él tenemos la esperanza de abrir el hospital San Juan de Dios y justicia." Ya sea en la construcción de un país menos desigual: “Creo que significa devolver al país la idea de construir una nación incluyente, que represente la diversidad que tiene Colombia y, sobre todo, la esperanza de que el fortalecimiento de las instituciones pueda seguir ocurrir de manera democrática”, dice Ana Milena Molina.
“En este primer discurso como presidente de Colombia, ante el Poder Legislativo y ante mi pueblo, quiero compartir el decálogo de mi gobierno y mis compromisos. Trabajaré para lograr la paz verdadera y definitiva. Como nadie, como nunca antes. Cumpliremos el acuerdo de paz y seguiremos las recomendaciones del informe de la comisión de la verdad. El 'gobierno de vida' es el 'gobierno de paz'. La paz es el sentido de mi vida, es la esperanza de Colombia. No podemos fallarle a la sociedad colombiana. Los muertos se lo merecen. Los vivos lo necesitan. La vida debe ser la base de la paz. Una vida justa y segura. Una vida para vivir feliz, para vivir feliz, para que la felicidad y el progreso sean nuestra identidad”, dijo el domingo (7) el nuevo presidente.
En la inauguración estuvieron la primera dama, Verónica Alcócer, y los hijos de Petro. Ante delegaciones internacionales, los presidentes de Chile, Argentina, Ecuador y Bolivia, y el Rey de España, el nuevo mandatario prometió que no permitirá que se siga naturalizando la desigualdad y la pobreza que dominan a Colombia.
La ceremonia de inauguración estuvo marcada por simbolismos, como el despliegue de la espada de Simón Bolívar, que representa la unidad de los pueblos de América Latina y la promesa de un gobierno popular que trabajará por la unidad del país.
Petro, como representante del primer gobierno de izquierda que llegó al poder en Colombia en más de 200 años de vida republicana, buscó atender las expectativas de las personas que lo recibieron.