Un gol en contra de Carrillo sobre el final le dio el triunfo a los
Borghi sobre los dirigidos por Makarian, que contaron con un once
suplente. Chile podría cruzarse con Brasil.
En la previa Claudio Borghi decía que no
quería enfrentar a la Argentina en cuartos de final, para ello Chile
debía evitar perder ante Perú, pero no apostar al empate porque sino
había que apostar a una derrota o empate de Uruguay ante México. Claro
que, al ver la formación incial con varios suplentes, no se entendió si
el 'Bichi' quiere o no cruzarse con la albiceleste.
Los de Markarian jugaron decididamente con
suplentes, nada de meter un mix. Los incaicos ya con los dos pies en
cuartos y con la mala racha de lesiones que arrastra, era entendible que
el DT uruguayo cuidara a su once pensando en lo que viene, sin importar
la ubicación en el grupo...hay que ganarle a todos, sería el mensaje que se interpreta de Markarian con su postura.
Ante esto, el Clásico del Pácifico fue
ordinario. La mezcla de titulares y suplentes no resultó para Chile que
se vio superado en el manejo de balón por los reservas d peruanos y
sacarle la pelota al team de Borghi es cosa complicada, sobre todo por
el culto que hace el DT respecto a la tenencia.
Entre tanta imprecisión se pudo ver
interesantes movimientos de los puntas que colocó Markarian como
Chiroque y Ruidíaz. Seguramente habrá tomado nota el técnico uruguayo de
los incaicos. Mientras que Borghi habrá anotado: Gonzalo Fierro no es
lo mismo que Mauricio Isla jugando por derecha; Carmona no es Vidal y
que Beausejour no es el mismo de la era Bielsa.
Para el segundo
tiempo Borghi hizo bien en tirar al campo toda la carne. Había que
ganarlo para evitar a los de Batista y seguir en San Juan dónde son
locales. Alexis Sánchez y el 'Mago' Valdivia le impremieron otro rumbo
al conjunto chileno.
Las chances de gol empezaron acumularse
sobre la valla de Libman, que veía cómo Suazo, Alexis y Paredes
desperdiciaban buenas oportunidades. Aunque la más clara fue Luis
Jiménez que solo y de cabeza la tiró afuera cuando tenía para elegir
dónde colocarla.
Parecía una fija el 0 a 0 pero la fortuna
terminó acompañando a la decisión del Bichi Borghi de ir a ganarlo en el
segundo tiempo. Un córner de Estrada tirado al corazón del área, cayó
de sorpresa sobre la pierna de Carrillo que no pudo hacer nada más que
ver cómo el balón se metía en el arco de Libman, quien había salido mal.
Chile
se quedó con justicia con el grupo C, alimenta aún más la ilusión de
todo el pueblo chileno que copó el Malvinas en Mendoza y que ahora
espera rival tranquilo...¿será Brasil?