El general retirado chileno Manuel Contreras, que acumula condenas que suman cerca de 400 años de prisión por violaciones de los derechos humanos, ha visto agravada su salud desde que fue trasladado desde el recinto penal hasta el Hospital Militar por problemas renales.
El ex jefe de la policía secreta de Pinochet, a su llegada al tribunal en 2005.
Fuentes de Gendarmería (policía de prisiones), han informado este domingo de que Contreras, de 85 años, "vio agravado su estado de salud en el recinto médico tras presentar molestias en una de sus diálisis".
El ex jefe de la temible DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), ya desaparecida, permanece recluido en la prisión de Punta Peuco, a unos 35 kilómetros al norte de Santiago, especialmente construida para violadores de los derechos humanos.
Sin embargo, el pasado 26 de agosto se le debió internar en el Hospital Militar debido a la complicación renal que padece y a otros males que lo aquejan en el último tiempo y que se vieron agravadas tras su traslado.
La hospitalización coincidió con un nuevo procesamiento del ex general por hechos sucedidos durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
El juez especial Mario Carroza, de la Corte de Apelaciones de Santiago, procesó a Contreras y cuatro antiguos oficiales por la desaparición de Sonia Bustos Reyes, detenida por agentes de la DINA el 5 de septiembre de 1974 en su domicilio.
Bustos Reyes militaba en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), alzado en armas contra el régimen militar.
Junto con Contreras fueron procesados los oficiales retirados César Manríquez Bravo, Marcelo Moren Brito, Ciro Torré y Orlando Manzo, este último coronel de Gendarmería.
Contreras está fuertemente custodiado en el centro asistencial por funcionarios especializados de Gendarmería, ha informado la institución.
El ex jefe de la temible DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), ya desaparecida, permanece recluido en la prisión de Punta Peuco, a unos 35 kilómetros al norte de Santiago, especialmente construida para violadores de los derechos humanos.
Sin embargo, el pasado 26 de agosto se le debió internar en el Hospital Militar debido a la complicación renal que padece y a otros males que lo aquejan en el último tiempo y que se vieron agravadas tras su traslado.
La hospitalización coincidió con un nuevo procesamiento del ex general por hechos sucedidos durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
El juez especial Mario Carroza, de la Corte de Apelaciones de Santiago, procesó a Contreras y cuatro antiguos oficiales por la desaparición de Sonia Bustos Reyes, detenida por agentes de la DINA el 5 de septiembre de 1974 en su domicilio.
Bustos Reyes militaba en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), alzado en armas contra el régimen militar.
Junto con Contreras fueron procesados los oficiales retirados César Manríquez Bravo, Marcelo Moren Brito, Ciro Torré y Orlando Manzo, este último coronel de Gendarmería.
Contreras está fuertemente custodiado en el centro asistencial por funcionarios especializados de Gendarmería, ha informado la institución.