El ministro de Hacienda chileno, Rodrigo Valdés,anunció que enviará al Congreso un proyecto de ley con ajustes técnicos para simplificar la aplicación de la reforma tributaria, promulgada en septiembre pasado con el objetivo de financiar los cambios en el sistema educativo.
Rodrigo Valdés
Titular de Hacienda
Según el titular de Hacienda, la iniciativa busca asegurar que la aplicación de la reforma tributaria facilite el pago de impuestos y reduzca los riesgos de evasión, además de hacer fluido el proceso de recaudación.
“Ninguno de estos cambios modifica el objetivo final de la reforma que fue aumentar la carga tributaria en tres puntos del Producto Interno Bruto (PIB), darle mayor progresividad al sistema tributario y terminar con una serie de elementos que permitían evasión y elusión”, afirmó Valdés en una rueda de prensa.
El proyecto de ley se centrará en el impuesto a la renta, ya que con la actual normativa la interacción de dos nuevos mecanismos de tributación (renta atribuida y semiintegrado) produce complicaciones operacionales cuando se trata de cadenas o grupos de empresas relacionadas.
Por un lado, esto obliga a tener normas especiales para cada interacción, lo que aumentaría la complejidad del sistema, y por otro podría facilitar la creación de estructuras societarias que se organicen para eludir impuestos.
De este modo, el Gobierno propone que solo podrán optar por el sistema de renta atribuida aquellas empresas que tengan socios, propietarios o accionistas que sean exclusivamente personas naturales que pagan el Impuesto Global Complementario.
“Al final del día de lo que se trata es de separar los sistemas y mantener el sistema atribuido como opción solo para empresas que son más simples. Esto no va a bajar la capacidad de reunir recursos al fisco”, explicó el ministro de Hacienda.
Frente a esto, el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann Von Mühlenbrock, valoró el anuncio del Gobierno e hizo un llamado a que el debate en torno a los cambios que propone la iniciativa se haga con calma, ya que la plena entrada en vigencia del nuevo sistema tributario será en 2018.
“Hay que valorar lo que está haciendo el Gobierno en términos de abrirse a revisar una reforma tributaria que la Sofofa siempre ha dicho que era muy mala, pésima y eso creo que es positivo”, dijo el líder gremial a los periodistas.
“Creemos aquí que lo importante es aunar a toda la gente que entiende del tema: universidad, académicos, políticos, empresarios, para realmente aprovechar de hacer cambios importantes en este sistema y no poner parches”, indicó el dirigente de la principal federación gremial del país.
La reforma tributaria es uno de los ejes claves del programa de la presidenta Michelle Bachelet y principalmente aumenta los impuestos a las grandes empresas, de forma gradual, de un 20 a un 27 %, con el objetivo recaudar unos 8.300 millones de dólares adicionales.
