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2025/07/28

Encuesta Cadem: Kast lidera la primera vuelta con el 30%, seguido de Jara con el 27%

¿Olvido o resignación? Chile repite sus errores

Publicado por Rodolfo Varela


Santiago, julio de 2025 — La última encuesta de Plaza Pública Cadem, publicada este domingo, revela un panorama preocupante para quienes se preocupan por el resurgimiento de la ultraderecha en Chile.


José Antonio Kast sube 3 puntos hasta el 30% y se pone líder en la primera vuelta.

José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, lidera actualmente la carrera presidencial con un 30% de apoyo, superando a la candidata oficialista Jeannette Jara, quien se mantiene estable en el 27%. Aunque técnicamente están empatados, el hecho de que Kast haya ganado tres puntos en una sola semana es significativo y muestra un impulso alcista.


Les siguen Evelyn Matthei (Chile Vamos) con un 14%, Franco Parisi (Partido del Pueblo) con un 11% y Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario) con un 5%. La lista continúa con Harold Mayne-Nicholls (2%), Marco Enríquez-Ominami (1%) y Eduardo Artés (1%). Otro 9% de los encuestados está indeciso o decidió no responder.

En intención de voto espontánea, Kast también lidera con un 25%, seguido de cerca por Jara con un 24%. Matthei baja al 12%, Parisi al 8% y Kaiser se mantiene en el 5%. Un significativo 22% permanece indeciso o no responde.

¿Qué dicen realmente estas cifras?

Más allá de las cifras, la encuesta revela algo más profundo: una pérdida generalizada de memoria histórica. En un país que soportó casi dos décadas de dictadura militar, con su represión, tortura, desapariciones y la imposición de un modelo neoliberal que lo privatizó todo, incluso la jubilación, el ascenso de Kast y otras figuras de la extrema derecha no es solo político. Refleja una sociedad que se ha acostumbrado al olvido. A normalizar la injusticia. A la resignación.

Una nación rica en recursos, pero pobre en justicia y memoria colectiva.

Chile sigue siendo profundamente desigual. Su riqueza —en cobre, litio, océanos, energía y bosques— beneficia a unos pocos, no a la mayoría. El sistema de pensiones de las AFP, impuesto durante la dictadura con el apoyo de la derecha, sigue funcionando como un negocio multimillonario. Mientras tanto, la mayoría de los jubilados lucha por sobrevivir con pensiones exiguas que no cubren las necesidades básicas.

No se trata de "expectativas incumplidas", como afirman algunos. Es una emergencia social y humanitaria. Sin embargo, el debate político sigue volviendo a las mismas fórmulas fallidas del pasado.

Pero hay otro legado, más insidioso, de aquella época: el individualismo extremo. Los chilenos parecen preocuparse cada vez más solo por sus propios problemas inmediatos —su pensión, su salario, la seguridad de su barrio— sin importarles sus vecinos, compañeros de trabajo ni conciudadanos. La solidaridad se ha erosionado hasta el punto de que muchos prefieren mirar hacia otro lado en lugar de reconocer nuestras luchas compartidas. ¿Dónde está la empatía por el trabajador que gana menos, por la persona sin acceso a atención médica, a vivienda o a justicia?

Boric atrapado entre el Congreso y una cultura de egoísmo

El presidente Gabriel Boric, a pesar de un ligero aumento en su aprobación (ahora del 33%, según Cadem), sigue enfrentándose a un Congreso hostil y fragmentado, a menudo más comprometido con la autopreservación que con las reformas reales. En este contexto, importantes cambios estructurales, como la reforma de las pensiones o las mejoras en la sanidad pública, siguen estancados o diluidos.


'No estaríamos aquí sin las manifestaciones', dice Boric

Mientras tanto, las mismas fuerzas políticas y económicas que una vez defendieron el modelo de la dictadura siguen firmemente en su lugar, ahora con rostros renovados y eslóganes modernos. Kast no es un extraño. Es el heredero ideológico directo de ese legado. Su regreso a la cima de las encuestas no es solo un impulso político; es una advertencia nacional.

¿De verdad lo hemos olvidado?

¿Dónde está el recuerdo de los crímenes de la dictadura? ¿De las víctimas silenciadas? ¿De las promesas incumplidas y la desigualdad sistémica? ¿Del levantamiento de 2019? ¿Del proceso constitucional fallido?

Parece que nos hemos acostumbrado al olvido. Acostumbrados a votar por los mismos nombres, a tolerar la corrupción y a creer que la desigualdad es parte de la vida. Chile, un país con todos los recursos necesarios para prosperar con justicia y dignidad, se ha visto reducido a un lugar donde la riqueza se acumula, los derechos son condicionales y la solidaridad es opcional.

Reflexiones finales

El ascenso de Kast en las encuestas no se limita a estas elecciones. Es la señal más clara hasta ahora de que la historia se repite cuando elegimos no recordar. Un país sin memoria no solo está condenado a cometer los mismos errores, sino que se vuelve incapaz de imaginar un futuro diferente.

Cadem Poll: Kast Leads First Round with 30%, Followed by Jara with 27%

Forgetfulness or Resignation? Chile Repeats Its Mistakes

Posted by Rodolfo Varela

Santiago, July 2025The latest Plaza Pública Cadem poll, released this Sunday, reveals a troubling scenario for those concerned about the resurgence of far-right politics in Chile. 


José Antonio Kast rises 3 points to 30% and takes the lead in the first round.


José Antonio Kast, leader of the Republican Party, is currently leading the presidential race with 30% support, surpassing the officialist candidate Jeannette Jara, who holds steady at 27%. Though technically tied, the fact that Kast has gained three points in a single week is significant and shows upward momentum.

Trailing behind are Evelyn Matthei (Chile Vamos) with 14%, Franco Parisi (Party of the People) with 11%, and Johannes Kaiser (National Libertarian Party) with 5%. The list continues with Harold Mayne-Nicholls (2%), Marco Enríquez-Ominami (1%), and Eduardo Artés (1%). Another 9% of respondents are undecided or chose not to answer.

In spontaneous voting intention, Kast also leads with 25%, closely followed by Jara at 24%. Matthei drops to 12%, Parisi to 8%, and Kaiser remains at 5%. A significant 22% remain undecided or provide no answer.

What do these numbers really say?

Beyond the figures, the poll reveals something deeper: a widespread loss of historical memory. In a country that endured nearly two decades of military dictatorship, with its repression, torture, disappearances, and the imposition of a neoliberal model that privatized everything —even retirement— the rise of Kast and other far-right figures is not just political. It reflects a society that has grown accustomed to forgetting. To normalizing injustice. To resignation.

A nation rich in resources but poor in justice and collective memory

Chile remains deeply unequal. Its wealth —in copper, lithium, oceans, energy, and forests— benefits the few, not the many. The AFP pension system, imposed during the dictatorship with right-wing support, still functions as a multi-billion-dollar business. Meanwhile, most retirees struggle to survive on meager pensions that fail to cover basic needs.

This is not a matter of “unmet expectations,” as some claim. It’s a social and humanitarian emergency. And yet, the political debate keeps circling back to the same failed formulas of the past.

But there’s another, more insidious legacy from that era: extreme individualism. Chileans increasingly seem to care only about their own immediate problems —their pension, their salary, their neighborhood's security— without regard for their neighbors, coworkers, or fellow citizens. Solidarity has eroded to the point that many prefer to look the other way rather than acknowledge our shared struggles. Where is the empathy for the worker earning less, for the person without access to healthcare, shelter, or justice?

Boric trapped between Congress and a culture of self-interest

President Gabriel Boric, despite a slight rise in approval (now at 33%, according to Cadem), continues to face a hostile and fragmented Congress —one often more committed to self-preservation than real reform. In this environment, major structural changes such as pension reform or improvements in public healthcare remain stalled or watered down.


We wouldn't be here without the demonstrations,' says Boric


Meanwhile, the same political and economic forces that once defended the dictatorship’s model remain firmly in place —now repackaged with newer faces and modern slogans. Kast is no outsider. He is the direct ideological heir of that legacy. His return to the top of the polls is not just political momentum; it’s a national warning.

Have we really forgotten?

Where is the memory of dictatorship crimes? Of silenced victims? Of broken promises and systemic inequality? Of the 2019 uprising? Of the failed constitutional process?

It seems we’ve grown used to forgetting. Used to voting for the same names, tolerating corruption, and believing inequality is just part of life. Chile, a country with every resource needed to thrive in justice and dignity, has been reduced to a place where wealth is hoarded, rights are conditional, and solidarity is optional.

Final thoughts

Kast’s rise in the polls is not just about this election. It is the clearest sign yet that history repeats itself when we choose not to remember. A country without memory is not just doomed to make the same mistakes —it becomes unable to imagine a different future.