Tras 30 días como presidente de Chile, Gabriel Boric sigue buscando canalizar el espíritu político que lo convirtió en el presidente más joven de la historia del país en un gobierno capaz de calmar la tensión social.
Desde que comenzó a vestir la indumentaria de diputado, el 11 de marzo, en medio de vítores y júbilo popular, no ha podido brillar, salvo en contadas ocasiones.
"El gobernante no es fuerte, se hace el fuerte, va acumulando fuerzas, pero es un proceso que empieza ya y es un liderazgo que se tiene que alimentar de personas y proyectos y eso lleva tiempo", explica a la prensa local el sociólogo de la Universidad de Chile Manuel Canales.
La calle sigue ocupada ante la necesidad de soluciones a los problemas de la crisis económica producida durante la pandemia. A ello se suman las manifestaciones que cada viernes reviven, aunque con menor intensidad y profusión, las reivindicaciones políticas que aún persisten desde las violentas protestas de octubre de 2019.
El gobierno busca hacer política de otra manera con el objetivo de instaurar en Chile un modelo basado en el estado de bienestar que sustituya al actual modelo neoliberal instaurado durante la dictadura del traidor Augusto Pinochet (1973-1990). Este modelo generó prosperidad económica, pero también se le atribuye el origen de la desigualdad en el país.
"Queremos caminar hacia el desarrollo, queremos caminar hacia la justicia, hacia la igualdad, hacia una mejor redistribución de la riqueza, hacia el desarrollo productivo de nuestras naciones", dijo el presidente, el pasado martes (5), en Buenos Aires en su Primera visita internacional.
Busca la armonía “En Chile hay un furor social muy fuerte desde hace mucho tiempo y la sociedad no compra rápido el discurso de un líder. Boric tiene el desafío de ganarse esa confianza y no será gratis”, explica a la prensa Claudio Fuentes, politólogo de la Universidad Diego Portales.“Tuvo dificultades para instalarse” en el gobierno, asegura el académico, quien indica que más allá de los discursos simbólicos y del carisma propio del presidente, el Ejecutivo “tiene que inventar hechos y acciones políticas y las acciones del primer mes no fueron totalmente correcto".Estudiantes, trabajadores o familiares de presos en las protestas de 2019 se manifiestan sin que la instalación del nuevo gobierno haya aliviado el estrés en las calles y el Ejecutivo aún tiene pendiente la gestión de la seguridad pública.
Fuentes dice que "cualquiera que llegue al poder siempre estará en discusión por parte de la ciudadanía"Conciliación social“El Gobierno no es tan fuerte y firme como se requiere para salir de la crisis de seguridad, pero quién dijo que iba a ser así”, dice Canales.Los participantes en las protestas señalan que la llegada de Boric no cambia nada y exigen gestos reales."Los temas económicos, que son los que hoy en día angustian a la mayoría de la gente de nuestro país y también hemos visto todo este mes de represión, esto sigue igual, no ha habido un cambio real", critica Leslie, una voluntario unidad de primeros auxilios que atiende semanalmente a los heridos en las manifestaciones de Praça Italia, epicentro de las protestas sociales de 2019.El agente de salud explica a la prensa local que las respuestas del gobierno bórico a las demandas sociales son "la misma miseria" de administraciones anteriores. "No hay solución posible con este gobierno", dijo.
"Encantamiento" Con la negativa del público movilizada y las encuestas que apagan la pasión inicial por Boric, los errores no forzados de la oficina de gobierno tampoco ayudan.La ministra del Interior, Izkia Síches, se sintió muy golpeada. Una falla de seguridad la delató en una visita al sur en la zona de conflicto entre el pueblo mapuche y el Estado, y una declaración errónea sobre el manejo migratorio en una audiencia del Congreso le valió críticas de la oposición de derecha y más dudas entre los ciudadanos.“No hay actor lo suficientemente fuerte con una alternativa lo suficientemente clara y convincente como para hacer de esto una luna de miel de matrimonio para toda la vida. No hay nada de eso, ni creo que lo haya habido nunca. Fue un encanto”, dice Canales.
Luego de la invasión rusa, el Banco Mundial revisó la proyección de crecimiento y apuntó una caída de 0,4% para la región.
Vista de la ciudad de São Paulo, epicentro de la pandemia en Brasil
Un informe difundido por el Banco Mundial asegura que las economías de América Latina y el Caribe van por el camino correcto para recuperarse de la crisis del Covid-19. Sin embargo, las secuelas persisten, lo que hace urgente la necesidad de un crecimiento más dinámico, inclusivo y sostenible.
Luego de la recuperación de la región de 6,9% en 2021, la evaluación del Banco Mundial es que el PIB (Producto Interno Bruto) regional debería crecer 2,3% este año y otro 2,2% en 2023. La mayoría de los países espera revertir las pérdidas de PIB provocadas por la crisis de salud
Sin embargo, estas proyecciones ubican el desempeño regional entre los más bajos del mundo. El Banco cita factores que amenazan la recuperación global, como la posible aparición de nuevas variantes del virus, la presión inflacionaria y la guerra en Ucrania.
Tras la invasión rusa, el Banco Mundial revisó su proyección de crecimiento y apuntó una caída de 0,4% para América Latina y el Caribe. Las esperanzas son el avance de la vacunación, el regreso de las empresas y la reapertura de las escuelas.
El Banco Mundial dice que las consecuencias a largo plazo de la crisis persisten y requieren atención. Las tasas de pobreza aumentaron al 27,5 % en 2021 y todavía están por encima de los niveles anteriores a la COVID-19 del 25,6 %.
Según la institución, las pérdidas en educación podrían llevar a una reducción del 10% en los ingresos futuros de millones de niños en edad escolar.
Para evitar volver a las bajas tasas de crecimiento de la década de 2010, los países de la región deben emprender reformas estructurales largamente esperadas y aprovechar las oportunidades que ofrece una economía mundial cada vez más verde.
Según el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo, el contexto mundial de gran incertidumbre puede afectar la recuperación pospandemia.
Agregó que, en el largo plazo, es probable que los desafíos del cambio climático se vuelvan más preocupantes, lo que obliga a los países a avanzar con urgencia en la agenda de un crecimiento más verde, inclusivo y que mejore la productividad.
Según el informe, el avance de las reformas para promover el crecimiento de la infraestructura, la educación y la innovación sigue siendo primordial, y las inversiones clave deben financiarse con una mayor eficiencia del gasto y movilización de ingresos.
El documento destaca que en las últimas dos décadas, los países de América Latina y el Caribe han perdido el equivalente al 1,7 % del PIB anual debido a desastres relacionados con el clima, y hasta 5,8 millones de personas en la región podrían verse empujadas a la pobreza extrema para 2030. .
Los datos señalan que la agricultura podría verse severamente afectada, con cosechas reducidas en casi todos los países, y la estabilidad de la generación de energía podría verse socavada por los cambios en las estaciones de lluvia.
Para el titular del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, William Maloney, la región tiene enormes ventajas verdes, que ofrecen oportunidades para nuevas industrias y exportaciones.
Él dice que los países tienen un gran potencial de energía renovable, además de grandes reservas de litio y cobre, utilizadas en tecnologías verdes y abundante capital natural.
El informe propone un conjunto de políticas que pueden ayudar a aprovechar las oportunidades de crecimiento verde, como una política de precios que fomente la adopción de tecnologías bajas en carbono, el cambio de subsidios a los combustibles fósiles, la creación de impuestos al carbono y el comercio de emisiones.
Además, el análisis del Banco Mundial recomienda la creación de mecanismos de verificación creíbles que faciliten el acceso a primas verdes, lo que permitiría la exportación de créditos de carbono.
La adopción de sistemas para identificar y adoptar tecnologías con el objetivo de mitigar el impacto de la región sobre el clima y adaptarse a él también es parte de la recomendación de la entidad.
Según la evaluación del Banco Mundial, la agricultura inteligente puede ayudar a los países a adaptarse a los cambios en los patrones de lluvia.
La institución también recomienda compromisos con políticas confiables y planes a largo plazo, así como inversiones y mecanismos complementarios que reduzcan la incertidumbre y aceleren la adopción de tecnologías para acelerar el crecimiento mientras se adaptan y mitigan el cambio climático.