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2022/04/11

Boric cumple un mes de gobierno buscando cumplir con las expectativas de Chile

Tras 30 días como presidente de Chile, Gabriel Boric sigue buscando canalizar el espíritu político que lo convirtió en el presidente más joven de la historia del país en un gobierno capaz de calmar la tensión social.




Desde que comenzó a vestir la indumentaria de diputado, el 11 de marzo, en medio de vítores y júbilo popular, no ha podido brillar, salvo en contadas ocasiones.


"El gobernante no es fuerte, se hace el fuerte, va acumulando fuerzas, pero es un proceso que empieza ya y es un liderazgo que se tiene que alimentar de personas y proyectos y eso lleva tiempo", explica a la prensa local el sociólogo de la Universidad de Chile Manuel Canales.


La calle sigue ocupada ante la necesidad de soluciones a los problemas de la crisis económica producida durante la pandemia. A ello se suman las manifestaciones que cada viernes reviven, aunque con menor intensidad y profusión, las reivindicaciones políticas que aún persisten desde las violentas protestas de octubre de 2019.


El gobierno busca hacer política de otra manera con el objetivo de instaurar en Chile un modelo basado en el estado de bienestar que sustituya al actual modelo neoliberal instaurado durante la dictadura del traidor  Augusto Pinochet (1973-1990). Este modelo generó prosperidad económica, pero también se le atribuye el origen de la desigualdad en el país.


"Queremos caminar hacia el desarrollo, queremos caminar hacia la justicia, hacia la igualdad, hacia una mejor redistribución de la riqueza, hacia el desarrollo productivo de nuestras naciones", dijo el presidente, el pasado martes (5), en Buenos Aires en su Primera visita internacional.

Busca la armonía 


“En Chile hay un furor social muy fuerte desde hace mucho tiempo y la sociedad no compra rápido el discurso de un líder. Boric tiene el desafío de ganarse esa confianza y no será gratis”, explica a la prensa Claudio Fuentes, politólogo de la Universidad Diego Portales.


“Tuvo dificultades para instalarse” en el gobierno, asegura el académico, quien indica que más allá de los discursos simbólicos y del carisma propio del presidente, el Ejecutivo “tiene que inventar hechos y acciones políticas y las acciones del primer mes no fueron totalmente correcto".


Estudiantes, trabajadores o familiares de presos en las protestas de 2019 se manifiestan sin que la instalación del nuevo gobierno haya aliviado el estrés en las calles y el Ejecutivo aún tiene pendiente la gestión de la seguridad pública.

Fuentes dice que "cualquiera que llegue al poder siempre estará en discusión por parte de la ciudadanía"


Conciliación social


“El Gobierno no es tan fuerte y firme como se requiere para salir de la crisis de seguridad, pero quién dijo que iba a ser así”, dice Canales.


Los participantes en las protestas señalan que la llegada de Boric no cambia nada y exigen gestos reales.


"Los temas económicos, que son los que hoy en día angustian a la mayoría de la gente de nuestro país y también hemos visto todo este mes de represión, esto sigue igual, no ha habido un cambio real", critica Leslie, una voluntario unidad de primeros auxilios que atiende semanalmente a los heridos en las manifestaciones de Praça Italia, epicentro de las protestas sociales de 2019.


El agente de salud explica a la prensa local que las respuestas del gobierno bórico a las demandas sociales son "la misma miseria" de administraciones anteriores. "No hay solución posible con este gobierno", dijo.


"Encantamiento" 


Con la negativa del público movilizada y las encuestas que apagan la pasión inicial por Boric, los errores no forzados de la oficina de gobierno tampoco ayudan.


La ministra del Interior, Izkia Síches, se sintió muy golpeada. Una falla de seguridad la delató en una visita al sur en la zona de conflicto entre el pueblo mapuche y el Estado, y una declaración errónea sobre el manejo migratorio en una audiencia del Congreso le valió críticas de la oposición de derecha y más dudas entre los ciudadanos.


“No hay actor lo suficientemente fuerte con una alternativa lo suficientemente clara y convincente como para hacer de esto una luna de miel de matrimonio para toda la vida. No hay nada de eso, ni creo que lo haya habido nunca. Fue un encanto”, dice Canales.


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