El brasileño Kaká ha admitido lo duro que ha sido para él pasar de ser un futbolista de referencia a suplente habitual del Real Madrid, pero ha asegurado que "nadie" le ha "hecho sentir un jugador acabado" en sus momentos más bajos.
En plena resurrección, Kaká habló en la víspera del clásico liguero ante el Barcelona -para el que se perfila titular-, en una comparecencia en la que mostró una vez más su modestia, hizo autocrítica y miró con esperanza a un futuro en el que desea seguir ligado al Real Madrid por los dos años de contrato que le restan.
"Nadie me ha hecho sentir un jugador acabado. Tampoco yo pensaba así, pese a estar en una situación incómoda para mí, pero siempre pensé en mis condiciones y en lo que todavía podía aportar al Real Madrid", aseguró.
Volver a ser...
Kaká disfruta de un buen momento físico y de juego después de encadenar tres partidos ligueros con protagonismo, ganándose incluso ante el Rayo Vallecano la ovación de una afición que en una época le dedicó silbidos. Pensando en el futuro, dijo que no quiere ser una molestia para el Real Madrid.
"Tengo dos años más de contrato aquí y por mí seguiría, pero no quiero ser nunca un problema para el club. Si al final es bueno que tenga que salir por mí y por el club, bien, pero como hasta ahora no hemos encontrado una solución sigo aquí como buen profesional haciendo lo que tengo que hacer, buscando oportunidades en mi equipo y con el deseo de volver a jugar con la selección de mi país", dijo.
Honestidad brutal
El futbolista brasileño, que fue 'Balón de Oro' con el Milan y ha ido viendo cómo su rol en el Real Madrid cambiaba desde su llegada, hizo una reflexión al respecto. "No ha sido fácil porque llevo once años como profesional y ocho fui jugador protagonista en los clubes y mi selección. Todo este proceso de lesión y de pasar a ser un jugador normal ha sido difícil, pero he aprendido muchas cosas con esto en el ámbito profesional y personal. Ahora soy mucho más maduro y tengo más experiencia", dijo.
Fiel a su línea repleta de educación, Kaká no dejó ninguna queja por sus suplencias hacia el técnico José Mourinho. "Me gustaría hacer mucho más pero entiendo la situación".
"Hay jugadores que están bien y es difícil muchas veces cambiar cosas, pero respeto a los que juegan. No estoy cómodo conmigo mismo, intento hacer cosas distintas a diario, buscar soluciones para volver a ser un jugador importante que pueda aportar muchas cosas al equipo", concluyó.
Estoy bien físicamente y es lo que más feliz me hace, ver que no tengo los problemas físicos de otras temporadas. Me siento ligero para poder jugar y disfrutar.