Páginas

2022/04/08

Inflación de Chile sube a 1,9% en marzo, nivel más alto desde 1993

Los precios siguen sorprendiendo. Y si bien el mercado esperaba un registro de hasta 1,4%, la realidad dijo otra cosa: el Índice de Precios al Consumidor fue de 1,9% y con ello, la inflación acumulada del primer trimestre cerró en 3,4%. De acuerdo al INE, la división que más pesó en el mes fue alimentos y bebidas alcohólicas. Transporte aéreo, servicio de enseñanza y el pan fueron los productos que más incidieron en el registro.

IPC

El poder adquisitivo de las familias nuevamente se pone en jaque. Es que las presiones inflacionarias suman y siguen transformándose en el principal problema de la economía chilena por su impacto que tiene en el poder de compra de las familias y si bien el Banco Central espera que comience a ceder hacia la segunda parte del año, por ahora esos registros se mantienen altos.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo superó todas las expectativas del mercado que fluctuaban entre 0,8% y 1,4%, ya que subió 1,9%, su nivel más alto desde octubre de 1993 cuando los precios subieron 2,6%. Con ello, la inflación en doce meses escaló hasta 9,4%, registros no visto desde octubre de 2008. Entre enero y marzo, los precios acumulan un alza de 3,4%.

En el detalle del mes, once de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias positivas en la variación mensual del ındice y una presentó incidencias negativas. Entre las divisiones con aumentos en sus precios destacó alimentos y bebidas no alcohólicas (3,9%) con 0,800 puntos porcentuales (pp.) y educación (6,6%) con 0,419 pp.

Las restantes divisiones que influyeron positivamente contribuyeron con 0,813 pp., en conjunto. A su vez, la división que consignó una baja mensual en sus precios fue la de comunicaciones (-4,1%), que incidió -0,179pp.


Estado de Chile demanda a BHP y minas de Antofagasta por uso de agua de Atacama

Chile está demandando a las minas operadas por BHP (BHP.AX), Antofagasta (ANTO.L) y Albemarle (ALB.N) por presuntos daños ambientales causados ​​por sus operaciones en el norte del salar de Atacama, dijo un tribunal el jueves por la noche.


El gobierno chileno demanda a las minas operadas por los gigantes BHP, Albemarle y Antofagasta por presuntos daños ambientales causados ​​en el norte del salar de Atacama, el lugar más seco del mundo en la tierra. La acción legal del Consejo de Defensa del Estado señala a Escondida de BHP, la mina de cobre más grande del mundo, la operación Zaldívar (de Barrick y Antofagasta Minerals) y los activos de litio de Albemarle.


El caso se centra en el aparente deterioro del acuífero Monturaqui-Negrillar-Tilopozo, una importante fuente de agua subterránea, debido al alto ritmo de extracción para apoyar las operaciones mineras en la zona. La agencia gubernamental argumenta que las minas nombradas en la demanda han violado las normas de protección, preservación y conservación del medio ambiente.

«El acuífero Monturaqui-Negrillar-Tilopozo ha sido explotado durante décadas por Zaldívar en el sector Negrillar; Albemarle en la zona de Tilopozo y Escondida en Monturaqui», dice la demanda. Escondida habría extraído 1.400 litros de agua subterránea por segundo (lps) hasta 2019; Zaldívar, 212,75 lps proyectados hasta 2025 (con un caudal autorizado de 500 litros por segundo) y Albemarle, 16,9 lps hasta 2041, según la demanda.

«La extracción de diversas cantidades de agua por parte de las empresas mineras demandadas habría causado un daño que era previsible, ya que conocían el límite máximo de descenso que podía tener el acuífero», se lee en el documento.

La cuenca del Salar de Atacama tiene un área de 18,100 kilómetros cuadrados aproximadamente y el salar del mismo nombre tiene una extensión de 3,000 kilómetros cuadrados. El salar acumula grandes reservas de litio y suministra una «buena parte del agua que ocupa en faenas mineras de extracción de cobre, además de contener ecosistemas muy sensibles, por lo que su vulnerabilidad ecológica ha derivado en una serie de estudios por parte del Estado de Chile e investigadores». El mes pasado, el país firmó el Acuerdo de Escazú de las Naciones Unidas, anulando la política del gobierno chileno anterior que se había abstenido de apoyar el tratado.