Pinochet murió en 2006, cuando tenía 90 años. Según el tribunal, tenía 125 cuentas bancarias en Estados Unidos. La investigación sobre su vida tomó más de 14 años y las autoridades determinaron que él y sus asesores malversaron más de $6 millones. El valor final, la suma de los valores que se encontraban retenidos en el Riggs Bank de Washington, alcanzó los US$ 21 millones.
El hallazgo se debe a la aprobación de la Ley Patriótica en la administración Bush, en la que se permitía el quebrantamiento del secreto personal. Por casualidad, las autoridades del país encontraron datos sobre las cuentas secretas del dictador. Según las autoridades chilenas, este monto era dinero público y fue malversado durante el período autoritario.
Posteriormente, los senadores afirmaron que el banco había ayudado a Pinochet a lograr ocultar el dinero durante algunos años. En 2004, The Washington Post publicó un artículo sobre el descubrimiento. Chile abrió entonces un proceso legal contra el dictador y otros seis militares de su gobierno que también eran sospechosos de corrupción.
Como el descubrimiento se realizó solo 11 años después de la muerte del dictador, los jueces involucrados en el caso dictaminaron que las penas son personales y, por lo tanto, intransferibles. Tras la fase de alegaciones, el fiscal apeló, insistiendo en que la decisión caracterizó un delito continuado.
El caso titulado Riggs revirtió una creencia muy presente en Chile, en la que la población creía que el dictador no era corrupto y lo defendía. Pinochet fue condenado varias veces, pero no fue arrestado por su edad y estado de salud. El fin de su gobierno dictatorial, el 11 de marzo de 1990.