Páginas

2025/04/29

Crisis hospitalaria en Chile: Senado convoca sesión especial por colapso financiero en hospitales públicos


El Senado ha convocado una sesión especial para abordar la grave crisis financiera que afecta a los hospitales de la red pública, ante la alarmante escasez de fondos para el primer semestre del año. 



La discusión se centrará en la revisión del presupuesto asignado a los recintos asistenciales, considerando que en octubre pasado ya se había tratado el tema con las autoridades de Salud y Hacienda.

En los últimos días, funcionarios del Hospital Van Buren han colgado pancartas con mensajes como “Tu hospital agoniza, el Estado lo abandonó”, en protesta por la suspensión de servicios esenciales y la imposibilidad de entregar al menos 25 medicamentos por falta de stock.


“No es posible que tengamos que llegar al borde de la paralización, con suspensión de cirugías y múltiples tratamientos, en un sistema que ya está sobrecalentado”, advirtió el senador Iván Flores. Añadió que “el déficit financiero ha sido claramente descrito por el Colegio Médico. Debemos prepararnos para lo que viene, porque ya se está gastando casi todo el presupuesto del semestre antes de que empiece mayo”.


Ante este escenario, el legislador anunció la convocatoria a una sesión especial de la Comisión de Salud, en la que participarán autoridades del Ministerio de Salud y del Ministerio de Hacienda. “Además de conocer más detalles sobre la intervención en el Van Buren, insistiremos en que el gobierno debe destinar más recursos y mejorar la gestión hospitalaria. Es esencial”, recalcó.


La intervención del Ministerio se ha centrado en fortalecer los mecanismos de gestión financiera del Hospital Van Buren y del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio. El objetivo es optimizar el uso de los recursos y garantizar la continuidad de la atención a los pacientes. En marzo, la falta de presupuesto generó retrasos en tratamientos oncológicos y de diálisis, aplazamientos de hasta 100 días en cirugías traumatológicas, y al menos dos partos sin anestesia, entre otros casos alarmantes.

Hospital San Borja también en crisis


Otro centro en la mira de la Comisión de Salud es el Hospital San Borja Arriarán, en Santiago. En una sesión realizada el 14 de octubre, representantes del cuerpo médico denunciaron filtraciones de aguas servidas en diversas dependencias, las cuales habrían sido ignoradas por la dirección del establecimiento.






Recientemente, un informe de la Contraloría confirmó la existencia de estas filtraciones, además de riesgo de incendio y fallas en el sistema eléctrico. Ante ello, el senador Juan Luis Castro declaró: “Aquí se engañó a la fe pública. Se dijo que los médicos exageraban, que mentían, que había odio injustificado. Pero la Contraloría ha demostrado que quien faltó a la verdad fue el director del hospital, que aún sigue en su cargo”.


Por su parte, la doctora Francisca Ríos, jefa de la Unidad de Pacientes Críticos del hospital, criticó duramente la respuesta institucional: “El director se jacta de estar solucionando el problema, pero llega cuatro años tarde. Las reparaciones han sido ineficientes; seguimos con filtraciones, incluso desde los enchufes”.


Agregó que aunque ya no se trata de aguas servidas, las filtraciones persisten. “Ahora se rompen los splits del aire acondicionado, y el agua cae directamente en el pasillo de la unidad intermedia. La última filtración fue el 5 de abril en la UTI, y no hubo ninguna intervención por parte de la dirección”, concluyó.


Jornalismo: Independente por Natureza, Essencial por Missão



Por Rodolfo Varela

Vivemos em uma era em que a confiança na mídia oscila constantemente. De um lado, leitores exigem informação precisa e imparcial. De outro, governos, empresas e até grupos ideológicos tentam moldar o que será ou não publicado. Diante disso, surge uma pergunta inevitável: um artigo de jornalismo precisa ser independente?



Jornalismo, fake news & desinformação


A resposta é direta: sim, precisa. A independência é o que permite ao jornalismo cumprir sua missão mais essencial — servir ao interesse público. Um texto jornalístico não pode estar atrelado a interesses econômicos ou políticos. Quando isso acontece, ele deixa de informar e passa a manipular. Jornalismo de verdade precisa de liberdade para investigar, questionar, contrariar narrativas dominantes e dar voz a quem raramente é ouvido.


Muita gente gosta de citar aquela frase provocadora: “Jornalismo é tudo aquilo que alguém não quer que você publique; todo o resto é publicidade.” Ela captura bem o espírito do jornalismo investigativo — esse que incomoda, denuncia, escancara o que estava sendo escondido. Mas será que jornalismo é só isso?


Não. O jornalismo também é cotidiano. É explicar como funcionam as políticas públicas, divulgar avanços na ciência, relatar o impacto das mudanças climáticas, acompanhar as expressões culturais de um país. É esporte, é saúde, é educação. E tudo isso também exige responsabilidade, apuração rigorosa e independência editorial.


A verdade é que o jornalismo vive um paradoxo constante: ele precisa se aproximar das pessoas, mas sem se submeter a elas. Precisa ouvir o poder, mas sem se curvar. Precisa informar com clareza, mas sem abrir mão da complexidade dos fatos.



O jornalismo precisa ser independente para cumprir sua missão. E embora revelar o que está escondido seja uma de suas funções mais nobres, ele é muito mais do que isso. O bom jornalismo serve à sociedade de forma ampla, informando, educando, questionando e promovendo o debate público com ética e compromisso com os fatos.


A importância da independência



Sim, a independência é um dos pilares centrais do jornalismo. Sem ela, corre-se o risco de transformar a informação em propaganda. Um artigo jornalístico deve ser livre de interesses econômicos, políticos ou ideológicos que possam distorcer os fatos. Isso não significa ausência de posicionamento — muitos veículos assumem linhas editoriais claras —, mas sim o compromisso com a verdade, a pluralidade de vozes e o interesse público acima de tudo.


A independência editorial protege o jornalista para que ele possa investigar com liberdade, questionar autoridades, denunciar abusos e dar voz aos que raramente são ouvidos. Em uma democracia saudável, esse papel fiscalizador não é apenas desejável, é necessário.


Por isso, defender o jornalismo independente é defender a democracia, o pensamento crítico e o direito das pessoas à verdade. Em tempos em que todos querem contar sua própria versão dos fatos, o jornalismo não pode perder sua função principal: ser ponte entre o mundo e a sociedade — sem filtros, sem amarras, e com muita coragem.