Paraguay terminó empatando un partido que tenía en sus manos, pero el encerrarse en los últimos minutos permitió a Brasil llevarse al menos un punto.Toca sufrir en la última fecha.
Un clásico del fútbol sudamericano se vivió en el estadio Mario Alberto Kempes. Brasil y Paraguay tenían la obligación de sacar una victoria que les permitiera alejar los fantasmas de una posible eliminación en la primera fase de esta Copa América, lo que supondría una auténtica tragedia para dos combinados que tienen muchísima historia en el fútbol de Sudamérica.
Y así se tomaron el partido estas dos selecciones. Martino había asegurado durante toda la semana que no se guardarían nada ante Brasil y que desde el primer minuto buscarían el arco de Julio César. El equipo rojiblanco dio la sensación de querer proponer el guión a seguir y de asfixiar la salida a ras de césped del conjunto canarinho.
Sin embargo, la propuesta de Paraguay de ir a presionar la salida de Brasil se fue viniendo abajo, ya que eso otorgaba vía libre al equipo de Menezes para hacer daño por medio de los contragolpes y la velocidad de los atacantes brasileños era un aspecto que tenía que tomar en cuenta Martino. Un mano a mano que tuvo Pato por medio de una contra, fue el llamado de atención para Martino que cambió la propuesta guaraní.
Pero peor fue el remedio que la enfermedad. Paraguay retrocedió considerablemente sus líneas y eso permitió a Brasil tener por mayor tiempo la pelota. El gol canarinho llegó precisamente en ese momento, por medio de un Jadson que había sido lo peor del partido y que irónicamente se convertía en el héroe del partido.
En la segunda parte Paraguay retomó la propuesta inicial y puso en serios aprietos a un equipo de Brasil que sufría en demasía cuando Paraguay presionaba la salida. Eso provocó los pelotazos desde el fondo, que por características físicas obviamente iban a quedar en poder de todos los jugadores rojiblancos.
El segundo gol guaraní era cuestión de tiempo y así sucedió precisamente. Dani Alves hizo lo que no había hecho Maicon durante tantos partidos como titular. Quiso salir jugando dentro del área y perdió la pelota, Haedo Valdés quedó totamente solo para marcar quizás el gol más feo de toda su vida, pero seguramente lo recordará con mucho cariño.
Sin embargo, Paraguay volvió a caer en el mismo error de la primera mitad. Retrocedió sus líneas y permitió a Brasil tomar un nuevo respiro. Fred, recién ingresado, aprovechó un balón dentro del área para definir ante Justo Villar y emparejar las acciones.
Resultado justo, pero justo por la mala lectura que hizo Martino del partido y por caer más de una vez en el mismo error. Caer en el error de encerrarse teniendo la ventaja por un estilo que más bien permitió a Brasil meterse en el partido. Martino se equivocó y su equipo terminó sin llevarse una victoria que la tuvieron en sus manos por mucho tiempo y que parecía imposible de escaparse. Toca sufrimiento para ambas selecciones en la última jornada.