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2013/09/08

Sistema educativo brasileño


Educación Básica


La educación básica es el primer nivel de la enseñanza escolar en el país y comprende tres etapas: la educación infantil (para niños de cero a seis años), la enseñanza fundamental (para alumnos de seis a 14 años) y la enseñanza del secundario (para alumnos de 15 a 17 años).


A lo largo de este transcurso, niños y adolescentes deben recibir la formación común indispensable para el ejercicio de la ciudadanía, como indica la Ley de Directrices y Bases de la Educación (contenido en portugués). También es un objetivo de la educación básica otorgar los medios para que los estudiantes progresen en el trabajo y en sus estudios posteriores, sean éstos en la enseñanza superior o en otras modalidades educativas.


Cada una de las etapas de la educación básica posee objetivos propios y diversas formas de organización

A pesar de la correlación existente entre la edad de los alumnos, el nivel y las modalidades de enseñanza, las leyes y reglamentos educacionales garantizan el derecho de todo ciudadano a frecuentar la escuela regular a cualquier edad. Sin embargo, también es una obligación del Estado garantizar los medios para que los jóvenes y adultos que no fueron a la escuela en edad adecuada, puedan acelerar sus estudios y alcanzar una formación equivalente a la educación básica.

De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones de Educación Anísio Teixeira (Inep), casi 51, 5 millones de estudiantes frecuentan ese nivel de enseñanza. En esta cantidad, están incluidos también los alumnos de las modalidades de enseñanza técnica, educación especial (para personas con discapacidad) y educación de jóvenes y adultos.

Etapas


Cada una de las etapas de la educación básica posee objetivos propios y formas de organización diversa.

La educación infantil tiene como enfoque el desarrollo físico, psicológico, intelectual y social del niño. Las actividades realizadas son un complemento de la acción de las familias y de las comunidades. Los Niños de cero a tres años pueden frecuentar las guarderías o instituciones equivalentes. En el caso de niños entre cuatro y seis años, la enseñanza se realiza en el preescolar.

No es obligatorio que los padres matriculen a los niños de cero a seis años, pero el Estado debe garantizar la posibilidad de que frecuenten una institución educacional. Según la legislación brasileña, los municipios son los responsables de la oferta en educación infantil pública y sin cargo, y por la gestión de las instituciones privadas.

Ya la enseñanza fundamental es obligatoria. Eso significa que todo niño y adolescente entre seis y 14 años debe estar en la escuela, siendo obligación del Estado ofrecer la enseñanza fundamental de forma gratuita y universal. La obligatoriedad de la enseñanza fundamental también implica reconocerla como la formación mínima que debe ser garantizada a todos los brasileños, de cualquier edad. Al concluir, el estudiante debe dominar la lectura, la escritura y el cálculo. Otro objetivo de esta etapa es desarrollar la capacidad de comprender el ambiente natural y social, el sistema político, la tecnología, las artes y los valores básicos de la sociedad y de la familia.

A partir de 2006, la duración de la enseñanza fundamental pasó de ocho a nueve años. Esta medida posee el objetivo de aumentar el tiempo de permanencia de los niños en la escuela, pero fundamentalmente mejorar la calidad de la formación inicial, especialmente respecto a la alfabetización.

Municipios y provincias deben trabajar de forma articulada para ofrecer la enseñanza fundamental. La enseñanza secundaria, con duración de tres años, es responsabilidad de las provincias. En este período, se profundizan los conocimientos adquiridos en la enseñanza fundamental, buscando articular el contenido con la preparación básica para el trabajo y la ciudadanía. Otra función de la enseñanza secundaria es propiciar la formación ética, el desarrollo de la autonomía intelectual y del pensamiento crítico, y la comprensión de los fundamentos científicos tecnológicos de los procesos productivos.


Todo eso permite al estudiante concluir la educación básica dominando conocimientos y habilidades que posibiliten elegir rumbos en la vida adulta. Debe estar preparado para la inserción en el mercado de trabajo y también para poder seguir el camino de la enseñanza superior.