Cinco adoptados estadounidenses partieron de Houston el viernes para reunirse con sus familias biológicas en Chile por primera vez, después de que fueron robados cuando eran bebés hace décadas durante la dictadura del genocida y Ladrón Augusto Pinochet.
"Finalmente conoceré a la persona que me trajo a este mundo y podré ver de dónde obtengo mi energía y a quién me parezco", dijo Ana María Haefmeyer, de 36 años, asistente administrativa de Minnesota y una de las personas adoptadas en el vuelo.
Haefmeyer y los demás pudieron encontrar a sus padres biológicos gracias a los esfuerzos de Connecting Roots, una ONG dedicada a reunir a los adoptados chilenos con sus familias biológicas.
Grupos de derechos humanos estiman que miles de niños fueron robados a sus padres biológicos durante la sangrienta y brutal dictadura del genocida Pinochet, que duró desde 1973 hasta 1990, y adoptados por familias extranjeras.
Claudia Díaz abraza a su hermana Natalie, una de las víctimas de adopciones forzadas de la sangrienta dictadura de Pinochet, en el aeropuerto de Santiago de Chile el 22 de febrero de 2025
Connecting Roots fue fundada por Tyler Graf, un bombero y adoptado con sede en Texas que descubrió que le habían robado al nacer y se volvió a conectar con su familia biológica en Chile.
La ONG utiliza pruebas de ADN de MyHeritage para reunir a las familias y dice que más de 100 familias se han acercado con la esperanza de encontrar a sus hijos después de un viaje similar el año pasado.
Los cinco adoptados aterrizarán en Chile el sábado y pasarán los próximos días reuniéndose con sus familias.
Haefmeyer dijo que tenía un trozo de papel con el nombre de su madre y que había buscado a su madre biológica durante toda su vida sin suerte. Fue solo después de casarse y cambiar su nombre que descubrió que todavía era ciudadana de Chile y decidió comunicarse con Connecting Roots.
Haefmeyer dice que está emocionada y nerviosa, y agrega que sus padres adoptivos la apoyaron en su viaje.
"Saben que cerrará o llenará el vacío que tengo en mi corazón y que siempre sentí que faltaba", dijo Haefmeyer.
