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2025/07/30

Chile ante el abismo laboral: desempleo, corrupción y deudas históricas no resueltas

 La oposición exige soluciones inmediatas, pero arrastra responsabilidad en el colapso de un modelo que ha precarizado al país durante décadas. El presente laboral chileno evidencia una estructura agotada, falta de voluntad política y una deuda moral con sus propias víctimas.


Por Rodolfo Varela

Chile vive hoy una profunda crisis laboral. La reciente cifra entregada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que posiciona al país con un desempleo del 8,9%, el tercero más alto entre los países miembros, es mucho más que un dato técnico: es el reflejo de un modelo económico agotado, una clase política desconectada y una estructura social que sigue arrastrando heridas que nunca cerraron.

Desde la oposición, los diputados Mauro González (RN) y Sofía Cid (Prep) expresaron su “preocupación” y exigieron medidas urgentes al Ejecutivo. Sin embargo, la ciudadanía no olvida que tanto la derecha como sectores de la centroizquierda han sido responsables directos de sostener durante décadas un sistema que ha favorecido el crecimiento sin equidad, precarizando el trabajo y debilitando el rol del Estado.

     

 

Imágen Que Describen El Contraste Entre La Pobreza Y La Riqueza

 

 “Chile se enfrenta a una crisis laboral estructural que trasciende gobiernos”.

 

Corrupción y falta de visión: la política en deuda con Chile

 

El desempleo no es un fenómeno aislado. Está vinculado directamente a una falta de planificación, a la ausencia de políticas productivas modernas y a un Estado capturado por intereses partidistas y económicos. A esto se suma la corrupción sistémica que durante años ha minado la confianza en las instituciones: financiamiento irregular de campañas, favoritismo político en licitaciones, y promesas vacías que jamás se concretan.

Mientras la clase dirigente discute en el Congreso, miles de familias esperan medidas concretas. Pero el foco está más en las disputas ideológicas que en diseñar un verdadero proyecto país.


¿Dónde están las nuevas industrias?


Chile sigue anclado a un modelo extractivista basado en la exportación de materias primas como el cobre y el litio, sin valor agregado, sin transferencia tecnológica ni una política industrial de largo plazo. No se han generado nuevas fuentes laborales en áreas estratégicas como las energías renovables, la ciencia, la economía creativa o la tecnología.

Los discursos sobre digitalización, emprendimiento y modernización chocan con una realidad en la que las pequeñas y medianas empresas enfrentan regulaciones asfixiantes, y donde no hay inversión seria en capital humano ni innovación.


Las mujeres siguen fuera del sistema


Más de 450 mil mujeres se encuentran fuera del mercado laboral. La agenda de género, según expertos como Javiera Rodríguez, directora de Mentoras, ha estado marcada más por los gestos simbólicos que por resultados tangibles. Reducir la jornada sin medidas compensatorias, subir el salario sin considerar el costo de contratación, o anunciar reformas sin sustento técnico, no ha contribuido a revertir esta exclusión histórica.

“Las mujeres no necesitan discursos, necesitan oportunidades reales, flexibilidad y condiciones que les permitan avanzar con autonomía”, afirmó Rodríguez.


La deuda con las víctimas: una herida que no cierra


En medio del debate sobre el desempleo y el crecimiento económico, permanece una deuda moral y estructural que atraviesa toda la historia reciente de Chile: la deuda histórica con las víctimas de la dictadura militar.

Miles de personas que fueron torturadas, desaparecidas, exiliadas o represaliadas aún viven en condiciones indignas. Muchas reciben pensiones miserables del sistema de AFP que nació en el mismo régimen que les negó sus derechos.

❝La transición fue pactada, y la justicia fue postergada. Hoy, cuando hablamos de desarrollo, no podemos seguir haciéndolo desde la impunidad y el olvido.❞

La derecha ha negado sistemáticamente las violaciones a los derechos humanos. Pero también sectores de centroizquierda han preferido callar, temiendo los costos políticos de incomodar a los mismos grupos que dominaron el poder económico desde 1990 en adelante.

Hoy, cualquier “nuevo pacto social” que se pretenda construir debe partir desde la memoria activa, la reparación y la justicia real.


Por un Chile verdaderamente nuestro


Chile no necesita más discursos, necesita acciones. Un país justo no se construye sobre la exclusión, el olvido ni la desigualdad.


¿Condiciones para un “Nunca Más”?

Se necesita una política valiente, libre de corrupción, con visión productiva y auténtico compromiso social. Apostar por nuevas industrias, por empleos dignos, por la equidad de género y por cerrar la brecha de clases no es ideología: es desarrollo con dignidad.

Como ha dicho la candidata Janet Jara, los cambios estructurales requieren voluntad, pero también mayoría política. No basta con exigir reformas; hay que crear las condiciones para hacerlas posibles.


Jeannette Jara se impone con amplia mayoría

Chile tiene historia, recursos y un pueblo que no olvida. Lo que falta —y urge— es decisión.

Chile on the Edge: Unemployment, Corruption, and Historical Debts Unresolved

 The opposition demands immediate solutions, yet bears responsibility for maintaining a system that has left the country precarious for decades. Chile's current labor crisis reveals a failing structure, a lack of political will, and a moral debt to its own victims.


By Rodolfo Varela


Chile is currently facing a deep labor crisis. According to recent data from the Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD), the country has reached an unemployment rate of 8.9% — the third highest among OECD member nations. This figure is more than a technical statistic; it reflects a worn-out economic model, a disconnected political class, and a social structure still haunted by wounds that were never properly healed.

Right-wing opposition lawmakers, such as Mauro González (RN) and Sofía Cid (Prep), expressed "concern" and demanded urgent measures from the current administration. Yet, the public has not forgotten that both the right and parts of the center-left have long been complicit in upholding a system that favors economic growth without equity, undermining labor rights and weakening the role of the state.


Imágen Que Describen El Contraste Entre La Pobreza Y La Riqueza


“Chile faces a structural labor crisis that transcends individual governments.”


 

Corruption and lack of vision: politics in debt to the people

 

Unemployment is not an isolated issue. It is directly linked to poor planning, the absence of modern production policies, and a state captured by party politics and private interests. Add to that a history of systemic corruption—illicit campaign financing, cronyism in public tenders, and broken promises—and it becomes clear why citizens feel abandoned.

While political leaders argue endlessly in Congress, thousands of families wait for concrete action. Yet the focus remains on ideological posturing rather than building a real national project.


Where are the new industries?


Chile remains anchored to an extractivist model based on raw exports like copper and lithium, with little to no value added, no long-term industrial policy, and minimal investment in R&D. There’s been no serious attempt to develop new labor sources in strategic sectors like renewable energy, science, technology, or the creative economy.

Talks of modernization and entrepreneurship are contradicted by a harsh reality where small and medium-sized businesses face suffocating regulations and an absence of public investment in innovation and human capital.


Women still locked out of the system


More than 450,000 women are currently out of the labor market. According to Javiera Rodríguez, director of Mentoras, the government's gender agenda has prioritized symbolism over substance. Reducing work hours without offsetting measures, raising the minimum wage without considering hiring costs, or announcing reforms without proper technical groundwork—none of these have helped close the gender gap.

“Women don’t need speeches; they need real opportunities, flexibility, and conditions that allow them to move forward with autonomy,” Rodríguez said.


Unpaid debts: the unresolved legacy of the dictatorship


Amid discussions about unemployment and economic growth, there remains a moral and structural debt rarely addressed: Chile’s historical debt to the victims of the military dictatorship.

Thousands who were tortured, disappeared, exiled, or executed still live in precarious conditions. Many receive miserable pensions through the very same privatized system—AFP—that was implemented under the regime that stripped them of their rights.

❝The democratic transition was negotiated, and justice was postponed. If we talk about development, it cannot be built on impunity and forgetfulness.❞

While the political right continues to deny the extent of the atrocities committed, many in the center-left have chosen silence over confrontation, afraid to challenge the same economic elites who have dominated since the 1990s.

Today, any “new social contract” must begin with active remembrance, justice, and full reparations.


Toward a Chile that is truly ours


Chile doesn’t need more empty rhetoric—it needs decisive action. A just nation cannot be built on exclusion, amnesia, or inequality.

The country needs clean politics, a productive vision, and a genuine commitment to social justice. Investing in new industries, creating dignified jobs, advancing gender equity, and closing economic gaps is not ideology—it’s development with dignity.


Conditions for 'Never Again'?


As Senate candidate Janet Jara has emphasized, structural reforms require political will—and also parliamentary majorities. Demanding change isn’t enough; the country must create the conditions to make those changes possible.


Jeannette Jara se impone con amplia mayoría


Chile has the history, the resources, and the people. What it now needs—urgently—is courage.