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2025/11/14

El fracaso de la COP30 en Brasil

Por Rodolfo Varela

Los pueblos amazónicos y amplios sectores de la sociedad brasileña están protestando con fuerza contra la actuación del gobierno brasileño y, en especial, contra su ministra del Medio Ambiente.


A caminho da COP na Amazônia


 Las manifestaciones denuncian la falta de saneamiento básico, las escasas oportunidades para las comunidades amazónicas y el abandono histórico al que han sido sometidas. El sentimiento es claro: un pueblo sufrido, humillado y cansado de promesas vacías.


En este contexto, no pasa desapercibida la contradicción ética de la ministra Marina Silva, quien en el pasado llamó “corrupto” al presidente Lula cuando también formaba parte de su gobierno. Hoy, sin embargo, regresa al mismo escenario político que antes criticó, sin entregar soluciones reales a los problemas más urgentes de la Amazonia.


Lula y Marina Silva Ministro de Medio Ambiente


Un evento cuestionado desde el inicio


La COP30, celebrada en Belém, Brasil, avanza bajo fuertes críticas y una percepción generalizada de fracaso anunciado. Aunque todavía se esperan decisiones finales, el descontento internacional y nacional es evidente.


1. Problemas de infraestructura y costo de vida

Los delegados y la prensa internacional denunciaron:

  • Falta de alojamiento adecuado,

  • Hoteles y servicios con precios “exorbitantes”,

  • Fallas organizativas y logísticas constantes.

Belém, lamentablemente, no logró ofrecer condiciones mínimas para un evento de esta magnitud.


2. Manifestaciones y tensión creciente


La conferencia se convirtió en escenario de protestas legítimas, incluyendo la invasión de manifestantes a la “Zona Azul”, espacio reservado para las negociaciones oficiales. Un guardia de seguridad resultó herido, generando repercusiones internacionales.


La “Cumbre de los Pueblos”, evento paralelo, también criticó:


  • La omisión de los países en decisiones cruciales,

  • La falta de participación ciudadana real,

  • La desconexión entre discursos oficiales y necesidades urgentes.


La pobreza está aumentando en Amazonas, alcanzando el 58,8% de la población, según el IBGE.


3. Críticas directas al gobierno brasileño


Durante la COP30, Marina Silva y el gobierno fueron cuestionados duramente por pueblos amazónicos y activistas. Las denuncias apuntan a un desempeño deficiente en áreas clave:

  • Falta de saneamiento básico,

  • Abandono estructural de comunidades enteras,

  • Avance de mafias ambientales y narcoterrorismo,

  • Promesas de deforestación cero sin acciones concretas,

  • Políticas públicas que nunca llegan al territorio.


El pueblo pide lo esencial: que los discursos se transformen en acciones reales. No basta con declaraciones bonitas ni con videos de campaña; se necesitan políticas de verdad.


4. Ausencia de líderes internacionales


Estados Unidos y Argentina ausentes de los eventos preparatorios de la COP30.


La no participación de figuras clave debilitó aún más la cumbre:

  • Estados Unidos (a nivel federal),

  • Argentina,

  • Paraguay.

Esto redujo el impacto geopolítico del evento y dificultó avanzar en temas centrales como financiación climática y metas de reducción de emisiones.


5. Contradicciones internas del propio gobierno brasileño


Mientras el Ministerio del Medio Ambiente predica sustentabilidad, otros ministerios impulsan políticas que aumentan las emisiones y facilitan actividades contaminantes. La incoherencia debilita el discurso oficial y alimenta el descontento.

Conclusión

Aunque algunos analistas sostienen que la COP30 aún puede generar acuerdos puntuales, el sentimiento predominante es que la conferencia enfrenta obstáculos profundos para ser considerada un éxito.


Brasil tuvo la oportunidad de liderar el debate climático mundial desde el corazón de la Amazonia, pero la falta de coherencia, de voluntad política y de acciones reales ha dejado la sensación de un fracaso inevitable.