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2023/09/26

Chile: Tribunal ordena al ex jefe del Ejército a pagar multa de 1 UTM por agredir a militar en retiro y suspende su pago

 

La determinación del Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago se basó en una presentación de la Fiscalía Oriente que consideró que la falta estaba consumada, pese a que el ex uniformado aseguró que solo se defendió luego que un transeúnte lo llamara “traidor” y “ladrón” por afirmar que Pinochet era el responsable de los crímenes de la dictadura. 




La sanción fue suspendida por el tribunal atendido que tiene irreprochable conducta anterior, pero durante los próximos seis meses, no podrá tener problemas con la justicia
.





El Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago -el 21 de septiembre pasado- aplicó al ex comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez Menanteau, a pagar una multa de 1 UTM ($63.452) a beneficio fiscal, por las lesiones que provocó al militar (r) Edwin Bodero, el pasado 8 del mismo mes. (Lea acá la resolución judicial).

En esa oportunidad la versión de Martínez apuntó que el sujeto lo llamó “traidor” y “ladrón”, en el contexto de la conmemoración del golpe militar de 1973, luego que en radio Cooperativa aseguró: "La responsabilidad de todo la tiene Pinochet". Sus dichos, además, se enmarcaron en la publicación de su libro Un Ejército para todos, donde hizo una dura crítica al régimen cívico militar.

En esa oportunidad la versión de Martínez apuntó que el sujeto lo llamó “traidor” y “ladrón”, en el contexto de la conmemoración del golpe militar de 1973, luego que en radio Cooperativa aseguró: "La responsabilidad de todo la tiene Pinochet".

Martínez agregó que durante la discusión, Bodero aludió al padre de este último, quien fue condenado por malversación de caudales públicos. Ante la afrenta y un intento de golpearlo -insistió- solamente se defendió, ya que iba acompañado de su esposa.Bodero recurrió a Carabineros y estampó una denuncia y el parte médico estableció lesiones leves.
Hecho consumado

Pudo ser un conato más, pero la Fiscalía Oriente estimó que, más allá de las explicaciones del uniformado en retiro, la falta estaba consumada, ya que Martínez no presentaba lesiones.

El caso estuvo a cargo del prosecutor Wally Schuster, quien ingresó un escrito al mentado tribunal innovando la aplicación de un “procedimiento monitorio”. Básicamente que un imputado acepte responsabilidad, se le imponga una multa y que mantenga buena conducta -en este caso- durante un plazo de seis meses. En la presentación, en todo caso, se relatan hechos distintos a los invocó Martínez, cuando se conoció el hecho por Radio Bío Bío. (Lea acá el escrito de la fiscalía).

“(...) el requerido (Martínez) procede a increparlo, iniciando una discusión, para posteriormente agredirlo con golpes de puños y pies. Producto de lo anterior, la víctima resultó con lesiones de carácter leve”.

Según el escrito de Schuster, Martínez procedió “a agredir a la víctima (...) en circunstancias que el denunciante se encontraba transitando por la vía pública, específicamente en Av. Las Condes”. Y agrega: “(...) el requerido (Martínez) procede a increparlo, iniciando una discusión, para posteriormente agredirlo con golpes de puños y pies. Producto de lo anterior, la víctima resultó con lesiones de carácter leve”. Estas últimas, básicamente, fueron moretones en distintas partes del cuerpo.

La magistrada Ximena Rivera ponderó los hechos expuestos por Schuster. En los considerandos de su resolución, acogió el “procedimiento” monitorio” solicitado por el Ministerio Público y ordenó, en el primer razonamiento, que Martínez pagara la multa.

A renglón seguido, la jueza Ximena Rivera, acreditó que su decisión puede ser recurrida por Martínez dentro del plazo de quince días a contar de la determinación, en cuyo caso se llamará una audiencia de juicio. De ser así, el Ministerio Público ofreció a dos testigos: el propio Bodero y al profesional de la salud quien acreditó las lesiones en un centro asistencial.

La decisión de la magistrada Rivera explica además que si Martínez paga antes de los 15 días y no recurre, recibirá un 25 % de descuento. De no acatar, el tribunal podrá ordenar -se lee en la resolución- “la pena de prestación de servicios en beneficio de la comunidad”.

La magistrada estimó al mismo tiempo que Martínez posee irreprochable conducta anterior y, en ese sentido, resolvió sustituir la pena y reemplazarla por seis meses de buen comportamiento.Sin embargo, si Martínez no está de acuerdo, “el tribunal impondrá la pena de reclusión, regulándose un día por cada tercio de unidad tributaria mensual a que ha sido condenado, no excediendo la prisión más de seis meses”.


Pese al razonamiento anterior, la magistrada estimó al mismo tiempo que Martínez posee irreprochable conducta anterior y, en ese sentido, resolvió sustituir la pena y reemplazarla por seis meses de buen comportamiento.

Hay que recordar que el día de los hechos Martínez amenazó con presentar acciones legales, pero hasta el cierre de esta edición no aparecen ingresadas en el sistema del Poder Judicial.








2023/09/25

Chile: Presidente de la República, Gabriel Boric Font, trabajando por un Chile mejor

 

Presidente de la República Gabriel Boric Font inaugura nuevas estaciones de Metro: “Estamos trabajando arduamente para mejorar la calidad de vida de las chilenas y los chilenos”





Las nuevas estaciones Ferrocarril, Lo Cruzat y Plaza Quilicura se sumarán a la red de Línea 3, permitiendo reducir en un 55% los tiempos de desplazamiento desde dicha comuna al centro de la capital.


Este lunes en la comuna de Quilicura el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, inauguró la extensión de Línea 3 de Metro de Santiago, obra pública que considera tres nuevas estaciones: Ferrocarril, Lo Cruzat y Plaza Quilicura. Con esto, se incorporan 3,8 kilómetros adicionales a la red, mientras que el servicio completo bordeará los 144 kilómetros de longitud.


La ceremonia contó con la presencia del ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz; el presidente del directorio de Metro, Guillermo Muñoz; y la alcaldesa de Quilicura, Paulina Bobadilla, quienes dieron el vamos a un nuevo hito en la historia del tren suburbano.


El Mandatario destacó que con este nuevo trazado “el Metro está avanzando para llegar a lugares donde nunca había llegado. En 20 minutos vamos a llegar a Plaza de Armas. O sea, estas estaciones significan cuatro horas a la semana para alguien que lo ocupe recurrentemente”.


Este proyecto beneficiará a más de 271 mil habitantes de la comuna de Quilicura y se estima que el viaje desde el centro de Quilicura (estación Plaza Quilicura) hasta el centro de Santiago (Estación Universidad de Chile) tomará alrededor de 20 minutos, lo que significa una reducción del 55% en el tiempo de desplazamiento (casi 44 minutos).


Por su lado, el ministro Muñoz llamó a cuidar estos espacios “porque es de todos los usuarios del transporte público, pero en especial de ustedes, que por nueve años esperaron el término de esta obra”.
Mientras que el presidente del directorio de Metro, Guillermo Muñoz, enfatizó que “el poder llegar a Quilicura no sólo significa ampliar nuestra cobertura, sino más bien, promover más y mejores oportunidades a los habitantes de la comuna”.


Proyección de la operación y futura extensión de Línea 2
Las nuevas estaciones inauguradas por el Mandatario se suman a la futura extensión de Línea 2, proyecto que permitirá incorporar cuatro nuevas paradas (El Bosque, Observatorio, Copa Lo Martínez y Hospital El Pino) y 5,2 kilómetros al sistema. La operación de este nuevo tramo está proyectada para el cuarto trimestre de este año, contando con un 99% de avance.


La extensión de la red oficializada durante esta jornada es un hito que no ocurría desde febrero del 2011, cuando se incorporaron siete nuevas detenciones en Línea 5, desde Barrancas hasta Plaza de Maipú.



Chile: Presidente de la República Gabriel Boric Font finaliza visita a Estados Unidos


 

El Mandatario participó de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York y encabezó el homenaje al excanciller Juan Pablo Letelier en Washington D.C.




Presidente de la República, Gabriel Boric Font.



Durante la tarde de este sábado, el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, culminó su visita a Estados Unidos y que había iniciado el miércoles 20 de septiembre.


Su estadía en el país norteamericanó finalizó con su participación en el homenaje a Orlando Letelier y Ronni Moffit, realizado en el lugar donde ambos fueron asesinados, el Seridan Circle de Washington D.C.


“Sabemos que la democracia está amenazada en diferentes formas, quizás hoy estas formas son distintas a las de hace 50 años, pero nuestro compromiso con ella y con el respeto irrestricto a los derechos humanos debe ser total, sin importar las circunstancias, porque no hay inevitables en la historia”, dijo el Mandatario durante su discurso.


La jornada anterior el Jefe de Estado asistió a la Sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde aseguró que “Acá queremos que se nos respete, pero no que se respete solamente al presidente de un país y que lo agasajen con un cóctel cuando vamos a una reunión, sino que respeten a la comunidad indígena que vive sobre los salares de litio y que hoy sentada sobre esa riqueza no tienen agua, no tienen electricidad las 24 horas”.


Más temprano, el Presidente había realizado una presentación ante alumnos y académicos junto al Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz. Además de desayunar en Nueva York con inversionistas de Americas Society/Council of the Américas.


El jueves 21 de septiembre el Mandatario asistió a la Reunión de Alto Nivel sobre Cobertura en Salud Universal; tuvo una bilateral con la vicepresidenta de la República de Uganda. Jessica Rose Alupo; participó del evento paralelo “Invertir en Atención Primaria de Salud: la mejor y única opción para lograr la Cobertura Universal de Salud”; y sostuvo una reunión con el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres.


Su primera jornada de visita la inició en la ONU, donde además de tener bilaterales con -entre otros- el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, pronunció un discurso en la Asamblea General.


“Aprendimos, a través de nuestra historia también, que la democracia es frágil, que no está garantizada para siempre y que, por lo tanto, debemos cuidarla, que la violencia no es aceptable como forma de opción política en democracia y que debe siempre prevalecer el diálogo entre quienes piensan distinto, lo que también aplica a las relaciones entre los países. Por eso, quiero reafirmar la vocación profunda de Chile por el multilateralismo, los mecanismos pacíficos de solución de controversias”, reflexionó el Presidente de la República, Gabriel Boric Font.


2023/09/14

11 de septiembre: 50 años del golpe de EUA en el gobierno popular de Salvador Allende

 

Chile, a principios de los años 1970, pasó de la chispa a la agonía. El país con mayor tradición democrática de América Latina sufrió un duro golpe militar patrocinado y modelado por Estados Unidos en 1973. 





Allende en las calles de Chile (Crédito: Naul Ojeda/Archivos de Seguridad Nacional)


Trazados en el proyecto político encabezado por el Compañero Allende y abrazado por la mayoría del pueblo chileno, los inéditos contornos antiimperialistas de la historia chilena tomaron aspectos trágicos el 11 de septiembre de ese año basados ​​en la inhumanidad de una sangrienta dictadura militar y una doctrina económica neoliberal. 


En ese contexto, la sociedad chilena trajo chispas de un movimiento antiimperialista que cristalizó en las elecciones presidenciales de 1970. Estas elecciones presidenciales trajeron en su aire la posibilidad de una revolución socialista democrática. Toda la izquierda, con énfasis en el Partido Comunista, Partido Socialista, Partido Radical, Partido Socialdemócrata, Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) y Acción Popular Independiente, se unificó en la Unidad Popular y lanzó la candidatura del Compañero Salvador Allende con un proyecto político basado, sobre todo , sobre las críticas al imperialismo estadounidense, los monopolios latinoamericanos, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la clase dominante capitular, que guían la construcción de un Estado libre de la alienación política y la explotación del hombre por el hombre.



En plena Guerra Fría, la posibilidad de consolidar un gobierno socialista dentro del marco institucional en América Latina definitivamente hizo saltar las alarmas en Washington. Desde la década anterior, el gobierno estadounidense había estado, entre bastidores, monitoreando y actuando indirectamente en los procesos electorales chilenos. Mediante la financiación y el apoyo a los opositores a la candidatura de la Unidad Popular, la alianza Kissinger-Nixon-Friedman logró retrasar la construcción del socialismo popular y democrático en el país.


Sin embargo, en el proceso electoral de 1970 los esfuerzos de Estados Unidos fracasaron. Y, a pesar del voluminoso financiamiento de las candidaturas de la oposición y de la intensa propaganda anticomunista y antiAllende llevada a cabo por el Departamento de Estado de Estados Unidos, la Unidad Popular llegó al poder mediante el voto popular.



Allende Wins” | National Security Archive          Salvador Allende, en su desfile inaugural, el 3 de noviembre. 1970



Como era de esperar, la victoria del Compañero Allende en Chile no fue bien aceptada por el establishment político de la potencia hegemónica estadounidense. Con ello, EE.UU. intensifica la implementación de las directrices de un “manual de cambio de régimen”, iniciado en la década anterior. Directamente, Vijay Prashad, en el libro Balas de Washington, publicado en Brasil en 2020, nos demuestra las líneas de este manual, intensamente utilizado en otras intervenciones estadounidenses en la región y que consistió básicamente en: 1) Lobby en la opinión pública; 2) Elegir al “hombre adecuado” en el campo; 3) Asegurar que los generales estén listos; 4) Hacer gritar a la economía; 5) Implementar el aislamiento diplomático; 6) Organizar protestas masivas; 7) Esperar la luz verde; 8) Estudio sobre el asesinato y, finalmente; 9) Negación.



Desde 1958, año de la primera candidatura del Compañero Allende a la presidencia, agentes de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) implementaron operaciones basadas en el financiamiento de propaganda secreta, buscando socavar la popularidad del 
 Compañero Allende.



Henry Kissinger, asesor de seguridad nacional del entonces presidente Richard Nixon (1969-1974), aprobó, dentro de la Operación Destrucción, el envío de miles de dólares para una misión política de guerra, en la que él mismo expresó: “No veo por qué Tenemos que permanecer impasibles mientras un país se vuelve comunista debido a la irresponsabilidad de su gente”. En Chile, la CIA trabajó intensamente difundiendo propaganda con reconocidos reporteros e importantes medios de comunicación nacionales e internacionales. Destaca el periódico de derecha El Mercúrio, financiado para promover mensajes, carteles y panfletos contra el Compañero Allende.


Además de movilizar a la opinión pública, los competidores de Allende en las elecciones presidenciales de 1964 y 1970, Eduardo Frei y Jorge Alessandri, respectivamente, contaron con el apoyo financiero de la CIA en su proceso de campaña electoral. James Petras y Morris Morley estiman que la CIA habría enviado alrededor de 20 millones de dólares para financiar y apoyar a los candidatos de la oposición. Sin embargo, los esfuerzos no se dieron sólo en el terreno político. El gobierno de Estados Unidos, nuevamente a través de su agencia de Inteligencia, también sumó a su estrategia el envío de recursos a organizaciones de la iglesia católica que ya se habían declarado en contra del entonces candidato socialista.



La noche del 3 de septiembre de 1970, en vísperas de que el pueblo chileno acudiera a las urnas, el entonces embajador de Estados Unidos, Edward Korry, se reunió con el entonces presidente de Chile, Eduardo Frei. La reunión tenía un objetivo declarado: discutir las próximas elecciones. Entre conversaciones, los dos actores llegaron a la conclusión de que el trabajo de propaganda ya se había hecho, y con éxito, lo que llevó al embajador Korry a vaticinar que Allende perdería las elecciones. La perspectiva era que ganara Jorge Alessandri, del Partido Nacional. Una victoria que también fue para Estados Unidos.



El 4 de septiembre de 1970, los esfuerzos de Estados Unidos resultaron un fracaso. Todos los medios nacionales anunciaron la victoria de Unidad Popular y Allende. Tras el anuncio de los resultados electorales, el embajador Edward Korry expresó, en un telegrama enviado a Washington, titulado “Allende gana”, que “Chile votó con calma para tener un Estado marxista-leninista, la primera nación del mundo en hacer esta elección libremente”. y conscientemente. [Hemos] sufrido una dolorosa derrota; las consecuencias serán nacionales e internacionales; "las repercusiones tendrán un impacto inmediato en algunos países y un efecto retardado en otros".




Edward M. Korry (derecha) con el entonces presidente John F. Kennedy, en 1963 (Fuente: Abbie Rowe/Biblioteca JKF)


La elección que convirtió al Compañero Allende, candidato con un programa socialista, en presidente de Chile fue un hecho sin precedentes en la historia del continente. A pesar de las innumerables injerencias externas operadas por Estados Unidos, el 36% de la población –1.075.616 ciudadanos– depositó en las urnas su confianza en el proyecto de la Unidad Popular. Con el fin de deslegitimar la voluntad popular del pueblo chileno, Edward Korry elaboró ​​una serie de informes que expresaban su indignación por el resultado electoral, los cuales se hacen evidentes al analizar los siguientes extractos:



Hace tiempo que convivimos con un cadáver entre nosotros, y se llama Chile […] La descomposición no huele menos mal por el civismo que la acompaña. Los chilenos podían, como siempre, hablar sin cesar por televisión y radio y, en las primeras horas de hoy, como si nada hubiera cambiado y la pantalla pasó de programas de variedades a mesas redondas de políticos pontificando tan tontamente como siempre. A los chilenos les gusta morir en paz y con la boca abierta (Archivo de Seguridad Nacional, 2023).



La victoria del Compañero Allende fue tratada por Estados Unidos como una cuestión de seguridad nacional. Como dejó claro Kissinger, Estados Unidos no podía aceptar un segundo Estado comunista en el hemisferio occidental. En sus palabras, “estábamos convencidos de que pronto estaría incitando políticas antiamericanas, atacando la solidaridad hemisférica, haciendo causa común con Cuba, tarde o temprano, estableciendo estrechas relaciones con la Unión Soviética” (Kissinger apud Ayerbe, 2002, p. 188).



De esta manera, los agentes políticos de Estados Unidos continuaron los lineamientos del manual de cambio de régimen, financiando, a través de volúmenes de capital sin precedentes, a las Fuerzas Armadas de Chile, y enumerando, en ellas, a los “favoritos de la CIA” –en otras palabras, agentes Chilenos leales a Estados Unidos. A modo de ilustración, se estima que, durante los dos primeros años del gobierno del  Allende, Estados Unidos asignó al menos 45 millones de dólares a las Fuerzas Armadas de Chile, en forma de ayuda militar.



Al mismo tiempo, Estados Unidos inició un plan de desestabilización económica con el objetivo de, como afirmó Nixon, “hacer gritar a la economía chilena”. En este sentido, el gobierno estadounidense, así como organismos internacionales vinculados a Bretton Woods, participaron de la estrategia que implicó estrictos bloqueos comerciales, recorte de recursos, inversiones y líneas de crédito con destino a Chile. Asociado al aislamiento económico, Estados Unidos también produjo un importante aislamiento político del país, a través de un profundo esfuerzo por excluir a Chile de la Organización de Estados Americanos (OEA).



Internamente, EE.UU. todavía promovía protestas masivas basadas, sobre todo, en la cooptación de líderes y líderes populares. Como afirma Prashad, el “bloqueo invisible de Nixon” asociado a condiciones internacionales adversas relacionadas con la caída del precio del cobre y el aumento de los precios de los alimentos, además de la cooptación de estos líderes populares, permitieron el estallido de intensas huelgas y protestas a lo largo del país. Chile que contribuyó aún más a la desestabilización económica y política del gobierno del Compañero Allende.



La combinación de todos estos procesos y dinámicas fue el detonante necesario para el estallido del sangriento golpe militar que puso al traidor  Augusto Pinochet en el poder, desvió al país de la construcción de una sociedad socialista y dejó un rastro de austeridad, corrupción y muerte visible hasta el día de hoy.




2023/09/06

El Golpe no comenzó en Septiembre. Un homenaje a los Marinos Constitucionalistas leales al Gobierno de la Unidad Popular

 


Quizá sea una obviedad, pero el Golpe de Estado de 1973 que derrocó al Gobierno de la Unidad Popular encabezado por el Presidente Salvador Allende no comenzó en Septiembre. De hecho, puede decirse, sin exageración, que comenzó antes que asumiera su mandato: Ahí está el asesinato al Comandante en Jefe del Ejército, René Schneider, un mes y medio tras la victoria electoral de la Unidad Popular, una semana antes de su toma de posesión. 





O en el adoctrinamiento y la preparación de miitares chilenos y sudamericanos en la «guerra contra el comunismo», en el enclave militar imperialista del «Fort Gulick» en el lado atlántico del Canal de Panamá, conocido como la «Escuela de las Américas«. O en los golpes de Estado en Brasil o Bolivia en 1964, que inauguran un nuevo formato, más totalitario e inmerso en las lógicas de la «Guerra Fría» bipolar, en la larga trayectoria de intervenciones, autoritarismos y dictaduras militares oligárquicas en nuestra América.


Más en específico, en la etapa final de la trayectoria del Gobierno de la UP, es relevante subrayar la significación del Golpe de Estado fallido del 29 de junio de 1973, también conocido como «Tanquetazo». Dicha insurrección militar develaba los planes ya desatados de derrocamiento del Gobierno constitucional, además de mostrar, a favor de los planes y planificaciones golpistas, los grados y formas de respuesta de las fuerzas políticas y sociales aglutinadas en la UP, y del propio Gobierno. El tensionamiento institucional era prácticamente total, y no por nada el pueblo militante y adherente que concurrió a la multitudinaria concentración realizada en los alrededores del Palacio de la Moneda, horas después de la derrota de la intentona golpista, demandó fuerte y claro una respuesta más contundente de parte de la conducción gubernamental, expresada en un masivo grito: «¡A cerrar, a cerrar, el Congreso Nacional!». Apuntaban a uno de los poderes que ya hacía insostenible el seguir intentando llevar adelante el Programa de la UP por los cauces institucionales de la Constitución de 1925 y el orden jurídico vigente, en un afán obstaculizador muy patente también en las decisiones y alineamientos de otros órganos estatales, como la Contraloría General de la República y la Corte Suprema.


En el Comité Político de la Unidad Popular (integrado por los presidentes de Partido, algunos Ministros, y asesores presidenciales como el jurista Eduardo Novoa Monreal y el abogado español Joan Garcés), desde inicios del Gobierno estuvo varias veces en debate la cuestión Constitucional, y la posibilidad de convocar un plebiscito popular que resolviera el conflicto de poderes. No hubo acuerdo nunca, y de hecho, la propuesta de Allende del 5 de junio de 1973, que incluía proponer un referéndum constitucional para resolver la cuestión de la formación del Área Social de la Economía (conflicto central con el Congreso y el Poder Judicial ya entrado 1973), fue rechazada de manera unánime, por distintos motivos, por los partidos.


En las Fuerzas Armadas, entre tanto, el panorama pendía de un frágil equilibrio, y Allende y parte de la dirigencia gubernamental, la más gradualista e institucional, intentaban contener las tendencias golpistas sosteniéndose en las conducciones militares leales, como el general Carlos Prats, que había sido Ministro del Interior entre noviembre de 1972 y marzo de 1973, y que el 9 de agosto volvería a ser nombrado Ministro, esta vez de Defensa Nacional. Duraría sólo hasta el 23 de ese mes, momento en que renuncia a su cargo en el Gabinete de Allende y también a la Comandancia en Jefe del Ejército, en medio de una sistemática campaña de amedrentamientos públicos y privados a él y su familia. O para mencionar otro militar emblemático, el general Alberto Bachelet, desde 1972, secretario de la Dirección Nacional de Abastecimiento y Comercialización (DINAC), y desde ese cargo, máximo encargado gubernamental de las «Juntas de Abastecimiento y Precios», JAP, un tema central atendido el asedio económico ya desatado desde el Paro de Octubre de ese año. Otro tanto sucedía con el otro polo interno de la UP, el más rupturista, que venía intentando una política de acercamientos con militares de rangos medios y bajos.


En ese contexto, particular importancia tuvo lo que venía sucediendo en la Armada, que fue núcleo de avanzada y eje articulador del Golpe de Estado definitivo, ante cierta incertidumbre sobre las correlaciones de fuerza en la alta oficialidad del Ejército, incluyendo la presencia en la comandancia de un General Prats que impidió hasta cierto punto los planes y planificaciones golpistas. Ante aquello, un puñado de Marinos Constitucionalistas intentó subordinarse y comunicar lo que sucedía, en las semanas posteriores del Golpe fallido del 29 de junio. El golpismo en marcha los detuvo, los secuestró, los incomunicó, y torturó. No obstante, lograron hacer llegar una carta al Presidente Allende y la conducción de la Unidad Popular, con el fin, era su objetivo finalmente no cumplido, de comunicar a la dirigencia y al conjunto del Pueblo de la Unidad Popular lo que estaba aconteciendo. Es la misiva, no muy conocida, que reproducimos acá abajo, y que llegó a manos de la dirigencia literalmente con manchas de sangre. Por decisión de quienes tuvieron acceso a ella, la Carta fue mantenida en reserva.


Honor, memoria y gloria a todos los militares y policías que se opusieron al plan golpista y terrorista de la oligarquía, el fascismo y el imperio.

Documental «Marinos contra el Golpe: Presos por lealtad»







«CARTA DE LOS MARINEROS TORTURADOS A SALVADOR ALLENDE Y A LOS TRABAJADORES DE CHILE».

Agosto de 1973.


A su Excelencia el Presidente de la República, y a los trabajadores de todo el país:

Nosotros los marinos de tropa, antigolpistas, les decimos a las autoridades, a los trabajadores de todo Chile y a nuestros familiares, que ni las amenazas que nos hacen nuestros jefes, de volver a flagelarnos, ni mil torturas más, nos impedirá decirle la verdad a nuestra gente, la clase obrera y a nuestros compañeros de tropa del Ejército, Fuerza Aérea y ciudadanía en general.

Los reaccionarios han usado todos los medios de convicción para mentirle al pueblo diciendo que nosotros los marinos, con los señores Altamirano, Garretón y Enríquez, íbamos a bombardear las ciudades de Viña del Mar, Valparaíso y otras.

Los hechos son diferentes, nosotros esclarecemos estos hechos tan inmensamente distorsionados por la derecha reaccionaria junto a los oficiales y grupos golpistas de la armada, que por fuera se ven limpios, blancos —y por dentro están podridos.

Es falso que los señores Altamirano, Garretón y Enríquez nos dirigieran. Es distinto.

Nosotros acudimos a distintas personalidades para dar cuenta del golpe de Estado que preparaba la oficialidad golpista coludida con los reaccionarios de otras ramas de las Fuerzas Armadas y partidos políticos de derecha.

Nosotros los marinos, antigolpistas de tropa, buscamos por todos los medios comunicarle al pueblo y al Gobierno de este golpe de Estado que planificaba la oficialidad golpista de la Armada. Para nosotros era vital evitar esa gran masacre contra el pueblo, que estaba ya planificada con fecha definida entre el 8 y el 10 de agosto, por datos e informaciones concretas, sumando a éstos las diferencias de nuestros jefes para con nosotros, la tropa, donde nos explicaban que por tales o cuales razones el Gobierno marxista debía ser derrocado y limpiado el pueblo de dirigentes marxistas.

Era, sin duda, el Plan Yakarta, como nosotros habíamos logrado saber por ellos mismos y corroborado en el proceso que se nos sigue. En tanto a hechos, por ejemplo: A uno de nosotros, el comandante Bilbao, Fiscal, le preguntó de cómo se iba a restituir la legalidad, cuando no iba a quedar después del golpe ningún líder de izquierda vivo. También para nosotros dentro de este plan, la suerte era incierta.

En el juicio que se nos sigue podrán darse cuenta ustedes, la ciudadanía, de los tenebrosos planes que iba a ejecutar la oficialidad golpista contra la clase trabajadora, nuestra clase, porque nosotros los marinos de tropa somos hijos del pueblo, por lo tanto, jamás haríamos fuego contra él.

Nuestro delito: Oponerse al golpe de Estado, por lo cual ellos fracasaron. Se nos ha flagelado y torturado criminalmente. Se nos ha ofrecido no flagelarnos más, inclusive dejarnos en libertad, con tal de que nosotros cooperemos y digamos que los señores Altamirano, Garretón y Enríquez nos dirigían y que nos habían ordenado bombardear Valparaíso, Viña, la Escuela Naval y otras cosas por el estilo.

Como nos negamos, nos seguían golpeando en la cruz, nos colgaban en ataúd, nos hacían tomar las meadas de los verdugos, nos colgaban de los pies y nos sumergían en el agua, nos sumían en pozos de barro, nos aplicaron corriente, nos tiraban agua caliente en el cuerpo, después fría y decenas de cosas más.

En Valparaíso nos vendaron los ojos. En Talcahuano [la tortura] fue sin venda y estuvo a cargo, en forma de hecho, de los señores Koeller, capitán Bhuster, teniente Jaeger, Letelier, Luna, Alarcón, Tapia, Maldonado, Leatich.

Nos hacían hablar en grabadora lo que ellos querían en Talcahuano. Pegándonos culatazos por todos lados y nos decían: tienen que hablar lo mismo donde el Fiscal.

Y el Fiscal nos preguntaba: “¿Se sienten mal?”, “Si les han hecho algo, díganme”. Llegábamos machucados. Apenas sí podíamos hablar, otros no podían andar, otros con conmoción cerebral no podían venir a declarar. Nosotros le preguntamos a la ciudadanía si a los señores Viaux, Souper, comandante Sazo (de la Armada y que aún se encuentra en servicio) ¿los torturaron?

Si defender al Gobierno, la Constitución, la legalidad, el pueblo, es un delito, y, al contrario, derrocar al Gobierno, atropellar la ley y terminar con la vida de miles de seres humanos, eso es legal.

¡Que contesten los trabajadores!”

Firmado:
Sargento 2° (MG) Juan Cárdenas.
Cabo 2° (Artill.) Alberto Salazar.
Marinero 1° (MA) Ernesto Zúñiga S.
Marinero 1° (MA) Ernesto Carvajal.
Cabo 2° (EL) José Lagos A.
Marinero 1° (Art.) David Valderrama.
Marinero 1° (Art.) Claudio Espinoza.
Marinero 1° (CF) José Velásquez A.
Marinero 1° (CF) Luis Rojo G.
Marinero 1° (Art.) Mario Mendoza U.
Marinero 1° (EL) Roberto Fuentes F.
Cabo 2° (MQ) José Jara.
Cabo 1° (ME) Miguel González.
Marinero 1° (MQ) Tomás Alonso.
Cabo 1° (Art.) Pedro Lagos.
Cabo 2° (Art.) Juan Rodán B.
Marinero 1° (MA) Jaime Salazar.
Cabo 2° (E) Pedro Blasset C.
Cabo 2° (MA) Sebastián Ibarra V.
Marinero 1° (Art.) Luis Ayala N.
Marinero 1° (Art.) Carlos Ortega D.
Marinero 1° (Art.) Rodolfo Claro C.
Cabo 2° (MA) Teodosio Cifuentes R.
Marinero 1° (Art.) Juan Segovia A.
Marinero 1° (Art.) Juan Dotts.
Cabo 1° (MQCA) Carlos Alvarado.
Cabo 1° (EL) Mariano Ramírez.
Marinero 1° (MR-AF-MQ) Alejandro Retameo.
Marinero 1° (MR-AF-MQ) Luis Fernández R.
Operador 3° (MQ) Bernardino Farina.
Operador 3° (MQ) Víctor Martínez C.
Marinero 1° (MQ) Nelson Córdoba.
Marinero 1° (MA) Orlando Véniz V.


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Agrupación de Marinos Antigolpistas y Constitucionalistas rechazan participación del Almirante (r) Jorge Arancibia en Comisión de DDHH de la Convención Constitucional


DECLARACIÓN PÚBLICA RESPECTO DE LA PARTICIPACIÓN DEL ALMIRANTE (r) JORGE ARANCIBIA, EN LA COMISIÓN DE DD.HH. DE LA CONSTITUYENTE




La Agrupación de Marinos Antigolpistas-Constitucionalistas se dirige a la opinión pública para manifestar su malestar y estupor ante la participación de el ex Almirante Arancibia, en la Comisión de DD.HH., de la Asamblea Constituyente, lo que configura una aberración desde todo punto de vista lo que a continuación trataremos de exponer:

1º.- El ex Almirante Arancibia a quien conocimos como oficial de la marina, y luego su historia hasta llegar al cargo máximo en la institución de la Armada, toda ella refleja un compromiso con las violaciones de los DD.HH.,ya que, para llegar a ocupar este cargo, tiene que haber demostrado un fiel compromiso irrestricto, ideológico y político, con la historia criminal del periodo de la dictadura cívico militar.

2º.- Su conducta pública se ha destacado por la actitud negacionista de las violaciones de los DD. HH por las FF. AA, actuando de consuno con el Alto Mando de la marina, para obstruir y ocultar todas las pruebas que los Ministros investigadores de estas causas han solicitado por mas de treinta años, para esclarecer estos delitos contra las víctimas y la humanidad.

3º.- A pocos meses de haber dejado el cargo de Comandante en Jefe de la Armada, sin ningún decoro ético ni moral se postuló como senador de la república por la UDI, lo que devela su adscripción ideológica a un partido responsable de ser el soporte teórico, político y moral de la dictadura cívico- militar, las violaciones a los DD.HH., y la imposición de la Constitución de 1980. Lo señalado nos hace preguntar con todo derecho, ¿Es que las FF.AA. y en particular la marina de Chile está cooptada por pensamientos de partidos políticos de la extrema derecha?

4º.- Por todos es conocido la posición de defensor del periodo dictatorial, de la Constitución del 80, y de haber actuado en contra del Plebiscito, que dio paso al actual proceso constituyente de parte del Almirante (r) Jorge Arancibia, lo que le inhabilita para participar en una Comisión tan importante como la de DD.HH., desde donde su rol será de obstruir, descalificar todo avance en el ámbito de estos derechos.

5º.- Como ex miembros de la marina, acusados y condenados por sedición y motín frustrado, en causa rol 3926-1973, y otras, por haber denunciado el golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende, víctimas de las primeras aplicaciones de tortura en Chile, para obtener nuestra declaraciones, todavía sin obtener Justicia ni reconocimiento del mismo Estado democrático al que nos declaramos defensores, nos sentimos nuevamente victimizados, al observar que este negacionista del terrorismo de Estado aplicado en nuestro país, integre la comisión de DD.HH en la Asamblea Constituyente.

Saluda y agradece.

Pedro Blaset Castro, Presidente.
Ricardo Tobar Toledo, Secretario.
Julio Gajardo Neira, Vicepresidente.
Bernardo Flores V., Receptor Judicial.


Ni Perdón Ni Olvido: Holanda no investigará penalmente adopciones ilegales de niños chilenos robados en dictadura

 

Cerca de 200 niños fueron adoptados por el país europeo desde Chile del traidor y asesino Augusto Pinochet. A pesar de que el Ministerio de Justicia holandés reconoció como “estructural” el robo de menores chilenos, el ministro de Protección Jurídica, Franc Weerwind, descartó una investigación penal: “confío en que el Estado chileno investigará esto a fondo”.




El ministro de Protección Jurídica de Holanda, Franc Weerwind, indicó que no iniciarán una investigación penal respecto a la adopción de doscientos niños chilenos, muchas de éstas realizadas en dictadura y tramitadas por una monja falsa holandesa mediante documentación alterada y engañando a los padres biológicos. Esto, a pesar de que el propio Estado holandés estableció que el robo de niños en Chile para adopciones fue algo “estructural” en aquel país.


“En Chile ya está en marcha una investigación penal sobre supuestas prácticas de adopción ilegal”, indicó, según recogió un artículo del medio holandés AD. Weerwind explicó que confía “que el Estado constitucional chileno investigará esto a fondo”.


Mirjam Welink, nacida en Chile y adoptada a los seis meses por una pareja holandesa, está “furiosa” por los dichos del ministro. Los dichos de Franc Weerwind podrían interpretarse como una sorpresa, luego de que el Comité de Investigación de Adopción Internacional de Holanda (Comissie Onderzoek Interlandelijke Adoptie, en holandés) estableciera que casos como el de ella se dieron en un marco de múltiples irregularidades. El comité investigó adopciones de países de todo el mundo, situando las provenientes de Chile dentro del top 10 en cuanto a irregularidades.



Weerwind explicó que confía en “que el Estado constitucional chileno investigará esto a fondo”.

Aquel Comité estableció que el robo de niños chilenos –además de menores de otras nacionalidades– desde sus familias biológicas fue un elemento “estructuralmente identificado” en las adopciones de aquel país, con evidencia de tráfico de niños; fraude y corrupción; ocultamiento de datos; y falsificación de documentos en casos ocasionales. 


Después de enterarse de que había sido adoptada, Welink contactó a quien gestionó su adopción en primera instancia, una supuesta monja holandesa llamada Gertrudis Kuijpers. En el año 2000, Kuijpers, después de recibir una importante suma de dinero, la contactó con quienes supuestamente eran parte de su familia biológica: su hermano Jorge Yáñez. El reencuentro fue mágico, con Mirjam encajando instantáneamente con la familia de Jorge, visitándolo en tres ocasiones por largos periodos de tiempo en 2001, 2013 y 2018.


Fue en 2021 que el reencuentro entre los Yáñez y su hermana perdida se manchó, todo por obra de la monja holandesa. Una prueba de ADN probó que no tenían compatibilidad genética alguna, siendo el reencuentro orquestado por Kuijpers. La monja no dio explicación alguna y cortó el contacto con Welink, quien incluso se enteró a partir de investigaciones de prensa holandesa que Gertrudis ni siquiera era una monja.



Una prueba de ADN probó que no tenían compatibilidad genética alguna, siendo el reencuentro orquestado por Kuijpers. La monja no dio explicación alguna y cortó el contacto con Welink, quien incluso se enteró a partir de investigaciones de prensa neerlandesa que Gertrudis ni siquiera era una monja.

Kuijpers junto a su hermana Truus fundaron el Hogar de Niños Las Palmas, donde se gestionó un centenar de adopciones en Holanda de niños chilenos. Al día de hoy, con Gertrudis Kuijpers fallecida en 2023, Mirjam Welink está segura que personas en el país que la recibió en adopción tienen algún tipo de responsabilidad.


“A través de investigaciones periodísticas en Holanda descubrí que la directiva del hogar de Kuijpers trabajó un empleado que antes prestó servicios en la embajada”, explica Mirjam a Interferencia. “¿Qué tan cerca del fuego se puede estar?”, se pregunta.


Además, explica que la aerolínea holandesa que traía niños jugó un gran rol en las adopciones, entregando tarifas rebajadas. Incluso, explica que mediante investigaciones se estableció que el gerente general de la aerolínea de Holanda tenía relación con quienes colaboraron con el golpe en 1973.


“Holanda sí facilitó nuestras adopciones ilegales”, asegura Mirjam, por lo que resultan “palabras torcidas el decir que no es responsabilidad de nuestro país sino que solo de Chile”.



“A través de investigaciones periodísticas en Holanda descubrí que la directiva del hogar de Kuijpers trabajó un empleado que antes prestó servicios en la embajada”, explica Mirjam a Interferencia. “¿Qué tan cerca del fuego se puede estar?”, se pregunta.

Explica que, en su caso personal, fue ingresada al país europeo sin timbres en su pasaporte. En esa línea, Wilenk invita a Chile a entrar a la discusión con el ministro neerlandés y señala que la cooperación y responsabilidad en torno a las víctimas de adopciones ilegales debe ser mutua, “en vez de apuntar con el dedo a Chile”.

“Madres y padres biológicos siguen buscando a sus hijos. Yo llevo 37 años buscando, y los perpetradores de esto caminan libres y se salen con la suya”, exclama. “Incluso ahora, cuando estamos recordando los 50 años del golpe de Estado”.

Mirjam Welink continúa buscando a su familia biológica. De acuerdo con sus documentos, habría nacido el 10 de mayo de 1972, pero no existe seguridad de aquello. Welink cree que podría haber nacido entre mayo y julio de aquel año. El 18 de octubre de 1972 dejó Chile. 

2023/08/30

Las dramáticas horas que preceden la renuncia del general Carlos Prats

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El ex comandante en jefe del Ejército relata en sus memorias los hechos que lo llevaron a renunciar al gabinete de Allende y a la jefatura de su institución.



Prats, Allende y Tohá
Prats, Allende y Tohá


Lunes 20 de agosto

10:00. El general Leigh me informa telefónicamente a mi oficina que el general Ruiz -en lugar de concurrir al Ministerio de Defensa Nacional, a la ceremonia de entrega del mando previamente acordada- se ha "autoacuartelado" en Los Cerrillos.

Le expreso al general Leigh que cuando se amotinó el Batallón Blindado 2, yo, como comandante en jefe del Ejército, había solicitado del Gobierno que se me dejara a mí resolver, sin interferencias políticas, el problema del Ejército. Por lo tanto, le pido que él, como comandante en jefe titular de la FACh (puesto que su nombramiento estaba totalmente tramitado), resolviera su problema interno y que yo, como ministro de Defensa Nacional, no lo interferiría.


Martes 21 de agosto


09:00. Amanezco con fiebre, afectado por una fuerte gripe. Converso con el general Pinochet. Afortunadamente la actitud de Ruiz no logró arrastrar al Ejército, aunque en su seno fueron insistentes las presiones durante el día de ayer, hasta cerca de las 16:00 para que solidarizara con Ruiz.

10:00. Reunión del Comité Operativo en la oficina del ministro del Interior. Se debaten las complejas incidencias de los paros, en los que se advierte un síntoma de reanudar la resistencia. Se analiza el informe del contralor general de la República respecto de las facultades y obligaciones de los interventores militares, que en sus aspectos fundamentales establece:

- Que la reanudación de faenas de los medios de transporte y carga servidos por el sindicato profesional de dueños de camiones dispuesta por el D.S. NO 1.085, debe conformarse estrictamente a las disposiciones de los artículos 38 de la Ley 12.927 y 160 de la Ley 16.840.

Los interventores deben limitarse a impartir a los empresarios las instrucciones "que sean física y moralmente posibles de ser llevadas a efecto por ellos" y, en el caso de no cumplir el requerimiento, "podrán asumir la administración directa del referido giro ordinario o normal de los servicios, levantando un acta y confeccionando un inventario en presencia de un ministro de fe".

- Bajo la responsabilidad inmediata y directa del interventor general, los interventores podrán adoptar las providencias necesarias dentro del régimen legal y pueden solicitar de las autoridades administrativas la ayuda necesaria dentro del sistema de reanudación de faenas que "como tal, no hace posible la intervención de Dirinco o de sus funcionarios en medidas tanto de requisición como incautación que resultan ajenas a los actos permitidos al interventor".

14: 30. Me traslado a la residencia del comandante en jefe del Ejército y me acuesto, porque ya no puedo sostenerme en pie. Como algo en cama y me duermo profundamente.

17: 15. Despierto con el bullicio que siento frente a mi domicilio. Mi mujer, muy impresionada, me dice que se han concentrado unas 300 mujeres que gritan y piden, a través del portero, que ella las reciba para entregarle una carta. Al observar, estupefacta, que participaban en la concentración varias esposas de generales y jefes en servicio activo y en retiro (muchas de ellas hasta esos momentos consideradas "sus amigas"), les había dicho que entregaran la carta al portero.

La nota dice textualmente:

Sofía:

Como esposas de oficiales y madres ante todo, nos atrevemos a acercamos hasta ti para que sirvas de portadora de un angustioso llamado que le hacemos a tu esposo.

Nuestros maridos ya no pueden usar el uniforme que con tanto orgullo siempre lo hicieron para evitar ser insultados.

Nuestros hogares han visto llegar armas que se mantienen alertas ante un peligro y eso lo lloran nuestros hijos.

Nuestros hombres salen a su trabajo y quedamos en muda plegaria rogando porque vuelvan.

El desconcierto del futuro de un país que progresaba y hoy sufre el descalabro económico más desastroso del mundo no nos permite ofrecer seguridad a nuestros hijos.

La angustia y rebeldía que sufren nuestros hombres al estar sometidos a una disciplina y ver que con ella juegan.

Y por último en este tráfago de política deben permanecer al margen de ella por su doctrina, sin embargo, ellos son el blanco de los ataques. Esto los ha llevado al límite de la desesperación.

Te rogamos Sofía intercedas ante tu esposo y lleves este ruego de tantas mujeres que lloran calladas.

Esposas de oficiales.

Muy pronto ya no son sólo mujeres las que gritan frente a mi casa: unas 1.500 personas -mujeres, hombres y menores- profieren toda clase de insultos e improperios en mi contra. Por respeto al lector, prefiero no transcribirlos.


Prats y Pinochet
Prats y Pinochet

Luego, se constituye en el lugar el subcomisario de la Prefectura Santiago Oriente, capitán Héctor Venegas, con otro oficial y unos veinte carabineros. Son recibidos en actitud frenética y agresiva, con denuestos y pedradas.

Una piedra lanzada contra el capitán Venegas lesiona a una distinguida dama manifestante, esposa de un jefe en retiro, lo que provoca en ella un shock histérico. A esto se suma la ofuscación desenfrenada del resto, lo que obliga a Carabineros a usar disuasivos químicos que dispersan parcialmente al grupo.

Entre los manifestantes aparecen un mayor y un capitán de Ejército en uniforme, y una persona de civil que se da conocer como oficial de Ejército que pretendía impartir órdenes a Carabineros.

El capitán de uniforme -que resultó ser Renán BaIlas Fuentealba, yerno del general (R) Alfredo Canales- se ubica frente a la puerta principal, pide silencio y textualmente manifiesta: "El general Prats no representa al Ejército de Chile y es un traidor".

Esta incitación enardece de nuevo a los manifestantes, que lanzan piedras sobre los vidrios de la residencia y pretenden ingresar al antejardín, lo que obliga a Carabineros a repelerlos.

El oficial vestido de civil resultó ser el mayor de Ejército, Luis Claudio Lobos Barrios, ayudante del general Viveros, ex ayudante del general Pinochet y comprometido en el proceso por el amotinamiento del Batallón Blindado 2.

El otro resultó ser el mayor Francisco Ramírez Migliassi, del comando de tropas del Ejército, bajo las órdenes del general Sergio Arellano.

Carabineros decide traer refuerzos ante la agresividad de los manifestantes.

19:00. Llega a mi casa el general Bonilla. Yo me había tenido que vestir poco rato antes, pese a lo mal que me sentía.

Pide hablar con mi esposa. Nos sentamos los tres en el living y se dirige a ella, dándole una explicación "de amigo" por el vejamen que se le ha inferido. Lamenta que su propia esposa, sin el conocimiento de él, haya participado en la manifestación. Sofía lo escucha y se retira. Le pregunto que si tiene algo que decirme a mí.

Me explica, entonces, que mi imagen "se ha deteriorado", porque "se dice que yo me confabulé con Allende para echar a Ruiz". Que yo había amenazado a Leigh "con echarle encima el Ejército si no resolvía luego la rebelión de Ruiz".

Yo le expreso que si mi imagen se ha deteriorado, ha sido porque los generales no han querido respaldar al Comandante en Jefe. Que si él cree en las patrañas de mi intervención para sacar a Ruiz y mis amenazas a Leigh, no tenemos ni una palabra que hablar nunca más.

Me levanto y lo invito a retirarse.

Entretanto, sigue en su apogeo la belicosa manifestación.

21: 30. Carabineros logra despejar a los manifestantes.

22:00. Nuevamente empiezan a concentrarse mujeres, hombres y menores frente a mi domicilio.

Llega el general Augusto Pinochet a expresarme sus sentimientos de pesar. Es pifiado e insultado.

Pronto llega el presidente Allende, acompañado de los ministros Letelier y Flores. También son ruidosamente pifiados cuando entran a mi casa.

El presidente me manifiesta su solidaridad y se muestra indignado. Está perplejo ante un procedimiento que califica de "indigno de hombres de armas". Está consciente de la sucia maniobra en desarrollo y expresa que es un recurso desesperado frente al fracaso de la intentona de Ruiz.

Se presenta el comisario de la Prefectura Santiago Oriente, mayor Juan Francisco Concha, advirtiendo que nuevamente ha crecido en forma considerable el número de manifestantes. Mantienen su actitud belicosa, repitiendo un coro de insultos en contra del presidente y de mí.

Yo le había encomendado a Carabineros que por ningún motivo se usara de la violencia contra los hostilizantes, porque no deseaba que después se me responsabilizara si alguna de las distinguidas damas que insultaba resultaba herida. Pero Carabineros me había representado que el público interpretaba la actitud contemplativa de ellos como predisposición favorable a los manifestantes.

Luego llega también el general subdirector de Carabineros, Jorge Urrutia Quintana, quien se preocupa personalmente de verificar el despliegue de Carabineros y ordena traer nuevos refuerzos.

Más o menos a las 23 :00, el presidente se molesta de oír tantas groserías y denuestos, y sale en persona a ordenar al Comisario Concha que proceda al despeje total del sector. Carabineros lo logra en cortos minutos.

Cuando se retiran el presidente y los ministros a las once y media, ya no quedan personas hostiles en los alrededores.

Quedo meditando en la gravedad de lo ocurrido. Al recordar uno a uno los nombres de las señoras de generales y oficiales que participaron en la manifestación, me siento como en el ensueño angustioso y tenaz de las pesadillas, considerando los largos años de falsa amistad que nos habían prodigado.

Pero cuando pasa por mi mente el recuerdo de la presencia de la esposa del general (R) Alfredo Canales y la arenga de su yerno, el capitán Ballas, se me despejan las interrogantes que me formulaba la noche del sábado 18, después de haber conversado con dos distinguidas señoras de jefes de la FACh en La Moneda.

Miércoles 22 de agosto


08:00. Converso con el general Pinochet y le expreso que estoy dispuesto a olvidar el triste episodio de ayer, si los generales me expresan públicamente su solidaridad. Eso es lo que fundamentalmente interesa en las circunstancias críticas que estamos enfrentando, ya que las reacciones de histeria femenina no pesan en mi ánimo para las relaciones de servicio.

Pinochet se manifiesta muy dolido y me asegura que hará cuanto esté de su parte por obtener una definición favorable de los generales.

12:00. Pinochet me informa telefónicamente que ha fracasado, porque sólo algunos generales están dispuestos a firmar una declaración de solidaridad. Me insiste en que hable yo con ellos.

Le respondo que por orgullo personal no debiera hacerlo, pero que estoy dispuesto a recibirlos para convencerme yo mismo de su actitud.

13:00. Me reúno con los generales Pinochet, Urbina, R. González, Baeza, Bonilla, Valenzuela, Sepúlveda, Pickering, Brady, P. Palacios, Contreras, Benavides, Álvarez, Vivero, Nuño, Arellano, Lutz, J. Palacios, Araya, Cano, J. Rodríguez y Salas.

Faltan los generales Torres, Bravo, Lagos, Forestier y Carrasco, que están en sus guarniciones de provincia, y el General Ervaldo Rodríguez, Agregado Militar en los EE. UU.

Les reitero lo dicho a Pinochet: estoy dispuesto a olvidar el incidente promovido por las esposas de varios de ellos y otras señoras de oficiales en servicio activo y en retiro, si ellos virilmente me entregan una declaración de solidaridad que se difundiría al país.

Les comento la conversación sostenida con Bonilla la tarde de ayer, en mi casa, ratificándoles la absoluta falsedad de que yo hubiera intervenido en el retiro de Ruiz. Les explico que Ruiz asumió la cartera de Obras Públicas y Transportes sin informarnos previamente a Montera y a mí, puesto que en el momento del juramento de los ministros, ambos fuimos sorprendidos al verlo asumir ahí y no en Minería, como habíamos quedado de acuerdo.

Les insisto que es de absoluta falsedad que yo haya amenazado al general Leigh "con echarle encima el Ejército", si no dominaba el conato de rebelión de Ruiz. Por el contrario, le había dejado la más total libertad de acción para que él dominara solo la situación sin entrometerme en absoluto, pese a la gravedad de lo que se vivía.

Termino diciéndoles que esperaré 24 horas la reacción de los generales y procederé consecuencialmente.

Les ofrezco la palabra y todos los presentes mantienen un significativo mutismo.

15:00. Me reúno con los subsecretarios para revisar el proyecto de bonificación especial para las FF.AA. y queda listo para su tramitación.

18:00. El presidente se reúne en La Moneda con los ministros del Interior, Relaciones Exteriores, Hacienda y Defensa Nacional; con los comandantes en jefe subrogantes; con el general director de Carabineros; con el jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional y con los subsecretarios de Guerra, Marina y Aviación.

Les expone la gravedad de la coyuntura que vive el país y que está a punto de precipitarlo en la guerra civil. Señala que el vejamen inferido al ministro de Defensa Nacional está claramente en el contexto de la planificación sediciosa de la ultraderecha, como un objetivo intermedio de una inminente intentona de derrocar al gobierno. Para los conjurados, el general Prats es un obstáculo que debe neutralizarse previamente y facilitar así la participación de los militares que conspiran. Se tratan, además, otros asuntos de interés general
.



Prats con Allende

20:00. El general Pinochet me informa que el presidente lo ha invitado a comer a Tomás Moro con diez generales más. Me indica que ha seleccionado a los generales Urbina, R. González, Valenzuela, Sepúlveda, Pickering, Brady, Benavides, Álvarez, Lutz Y Cano.

Me impongo que la Confederación Nacional del Comercio Detallista, la Cámara Central de Comercio y el Sindicato de Comerciantes (Sideco) ordenaron a sus afiliados suspender momentáneamente el paro del comercio a nivel nacional, iniciado el día 21.


Jueves 23 de agosto


07:00. Leo en "El Mercurio" el acuerdo de la H. Cámara de Diputados, en virtud de un proyecto elaborado por los diputados democratacristianos José Monares, Baldemar Carrasco, Gustavo Ramírez, Eduardo Sepúlveda, -Lautaro Vergara, Arturo Freí y Carlos Sívori, y por los diputados nacionales Mario Arnello, Mario Ríos y Silvio Rodríguez.

Los catorce considerandos se refieren a las "violaciones" por el Gobierno, de la constitución y la ley, haciendo de ellas "un sistema permanente de conducta, llegando a los extremos de desconocer y atropellar sistemáticamente las atribuciones de los demás poderes del Estado, de violar habitualmente las garantías que la constitución asegura a todos los habitantes de la república y de permitir y amparar la creación de poderes paralelos ilegítimos". A los atropellos al poder legislativo, por usar de los decretos de insistencia y de los "resquicios legales", al "privar de todo efecto real" la atribución de destituir ministros y al negarse a promulgar la reforma constitucional sobre las áreas de la economía. A los "desmanes" con el poder judicial, al "capitanear una infamante campaña de injurias y calumnias contra la excelentísima Corte Suprema"; al indultar a delincuentes que pertenecen a partidos o grupos afines al gobierno y al arrogarse "el derecho de hacer un juicio de méritos a los fallos judiciales". A las violaciones de los dictámenes de la Contraloría General de la República. A los "atropellos a las garantías y derechos constitucionales", tales como la "igualdad ante la Ley", "la libertad de expresión", "la autonomía universitaria", "el derecho a reunión", "la libertad de enseñanza", "el derecho de propiedad", las "detenciones arbitrarias", los "derechos de los trabajadores y de sus organizaciones sindicales o gremiales", "la ruptura de compromisos contraídos para hacer justicia con trabajadores injustamente perseguidos". El haber contravenido "expresamente la Ley de Reforma Agraria", la negación de "participación real de los trabajadores", el "fin de la libertad sindical" y la garantía "que permite salir del país". A la formación de "organismos sediciosos", como los "comandos comunales, los consejos campesinos, los comités de vigilancia, las JAP., etc., y a la "formación y desarrollo, bajo el amparo" del Gobierno, de grupos armados".


El texto del acuerdo es el siguiente:


Primero: Representar al señor presidente de la república y a los señores ministros de Estado, miembros de las FFAA. y del cuerpo de Carabineros, el grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la república que entrañan los hechos y circunstancias referidos en los considerandos Quinto a Duodécimo precedentes.


"Les respondo con tristeza que se me ha encajonado en la alternativa de retirarme yo, con la esperanza de que Pinochet logre sustraer al Ejército de la aventura golpista inminente, o de llamar a retiro a doce o quince generales. Esta última opción desataría la guerra civil, de la que yo sería el detonante".

Representarles asimismo que, en razón de sus funciones, del juramento de fidelidad a la Constitución y a las leyes que han prestado y, en el caso de dichos Srs. ministros, de la naturaleza de las instituciones de que son altos miembros, y cuyo nombre se ha invocado para incorporarlos al ministerio, les corresponde poner inmediato término a todas las situaciones de hecho referidas que infringen la Constitución y las leyes a fin de encauzar la acción gubernativa por las vías de derecho y asegurar el orden constitucional de nuestra Patria y 'las bases esenciales de convivencia democrática entre los chilenos'.

Tercero: Declara que si así se hiciere, la presencia de dichos señores ministros en el gobierno importará un valioso servicio a la república. En caso contrario, comprometería gravemente el carácter nacional y profesional de las FFAA. y del cuerpo de Carabineros, con abierta infracción a lo dispuesto en el articulo 22 de la Constitución Política y grave deterioro de su prestigio institucional.

Cuarto: Transmitir este acuerdo al Señor presidente de la República y a los señores ministros de Hacienda, Defensa Nacional, Obras Públicas y Transportes, y Tierras y Colonización.

La lectura del texto me produce una extraña desazón. Pienso que este documento es como un hachazo decisivo, con el que se cercena en dos partes el tronco de la comunidad nacional. Con él se pretende invalidar la tesis de la presencia simbólica de los comandantes en jefe y del general director de Carabineros, como nexo entre un gobierno constitucional, esterilizado en su accionar presidencialista por la obstrucción opositora y por errores del parcelarismo en la administración del Estado, y el sector más progresista de la oposición. Surge en cambio, la tesis parlamentarista de la "pera madura", desfigurando premeditadamente la realidad chilena que requiere de un urgente y substancial reordenamiento político, económico y social, y no un retorno a la juricidad que no se ha perdido.

Pienso qué impacto provocará su lectura entre mis camaradas de armas, particularmente en aquéllos de la típica mentalidad de un Ballas o de un Lobos: este documento pasa a ser un cheque en blanco que les endosa el Parlamento.

10:00. Pinochet concurre a mi despacho a informarme que ha recogido la reacción de los generales: la posición de la mayoría es de negativa a firmar una declaración de solidaridad conmigo. Los generales Mario Sepúlveda Squella, comandante de la II D.E. y de la Guarnición de Santiago, y Guillermo Pickering Vásquez, comandante de Institutos Militares, le han presentado su renuncia indeclinable.

Ya no me cabe duda de lo que buscan los generales: librarse de los obstáculos que les impiden un pronunciamiento político institucional. El retiro de Sepúlveda y Pickering -los dos generales con mando más íntegros, honestos y profesionales que me han acompañado durante los duros 8 meses últimos y que fueron piezas claves en la acción contra el amotinamiento del Batallón Blindado 2- me deja sin intermediarios incontaminados por la pasión política
.

Le pido a Pinochet que llame a Sepúlveda y Pickering.

11:00. Sostengo una emotiva entrevista con ambos. Intento disuadirlos de su determinación, pero mis argumentos no resultan convincentes frente a los de ellos. ¿Cómo se puede ejercer la gran responsabilidad de comandar las dos unidades operativas claves del Ejército en la convulsa coyuntura política que vive el país, cuando sus propios colegas generales, que no tienen mando, soliviantan a los mandos medios y subalternos o se dejan empujar por las presiones de éstos? ¿Cómo se puede responder de la disciplina de cuerpos de tropa, si la oficialidad media y subalterna está claramente perturbada por la acción psicológica que la oposición ha llevado ya al paroxismo?

Les digo que es preferible que me vaya yo, que ya he jugado mis últimas cartas y no ellos, que son una esperanza del mantenimiento del profesionalismo prescindente y con porvenir institucional. Me argumentan que su retiro me da un arma para adoptar drásticas medidas disciplinarias con aquellos generales que, con su actitud de rebeldía, van a destruir el Ejército profesional.


Orlando Letelier y Carlos Prats, ambos asesinados por la dictadura

Les respondo con tristeza que se me ha encajonado en la alternativa de retirarme yo, con la esperanza de que Pinochet logre sustraer al Ejército de la aventura golpista inminente, o de llamar a retiro a doce o quince generales. Esta última opción desataría la guerra civil, de la que yo sería el detonante.

13: 15. Me entrevisto durante dos horas y media con el presidente Allende, con un único testigo: el ministro Flores.

Le informo de la decisión de la mayoría de los generales de no firmar una declaración de solidaridad, a raíz de la manifestación frente a mi casa en la que participaron las esposas de algunos de ellos y de otros oficiales.

Le añado que los generales Sepúlveda y Pickering han renunciado indeclinablemente y que no he logrado hacerlos modificar su decisión.

Le solicito que acepte mi renuncia al Ministerio de Defensa Nacional y a la Comandancia en Jefe, que es la opción que he elegido, después de madurarla durante las veinticuatro horas que di a los generales para que meditaran su conducta. Por ello, se trata de una decisión fría y realista y no la consecuencia del ofuscamiento derivado del vejamen que se me infirió.

Se suscita un diálogo doloroso para mí: él insiste en que no debo dejarme doblegar por la intriga y la maquinación política, en circunstancias que debo sentirme orgulloso de tener mi conciencia limpia, pues nunca lo serví a él dócilmente, sino con lealtad y con criterio profesional.

La discusión se produce en un nivel en que no aparece el presidente de la República, desde un plano superior, apostrofando al comandante en jefe del Ejército, sino ambos colocados en una misma grada humana, donde un político diestro argumenta ante un soldado, teniendo en vista el interés nacional. Y éste contraargumenta, convencido de que, en aras de dicho interés, debe sacrificar su orgullo personal.

Lo convenzo, cuando le manifiesto que si yo continuara en mi cargo de titular, tendría que solicitarle que aplicara su facultad presidencial contra doce o quince generales, y esa medida iba a precipitar la guerra civil. En tal caso, yo sería el culpable de la sangre que se derramara entre hermanos y él sería el cómplice principal. Le añado que, por mi parte, no estoy dispuesto a ensangrentarme las manos y, en cambio, si me sucedía el general Pinochet -que tantas pruebas de lealtad me había dado- quedaba una posibilidad de que la situación crítica general del país propendiera a distenderse. Esto le daba la chance de contar con tiempo a él, como presidente, para lograr el buscado entendimiento con la D.C. y, a su vez, le daba a Pinochet plena independencia para llamar a retiro a los dos o tres generales más conflictivos.

Finalmente, lo informo de que he sabido -sin confirmación- que para la noche de ayer estaba concertado un "mitin de oficiales" uniformados, que se iba a efectuar en la rotonda de Vitacura, pidiendo mi salida. Este acto deliberativo se había postergado, en vista de que yo otorgué a los generales un plazo de 24 horas para darme una respuesta escrita sobre su solidaridad. De modo que, si no anunciaba hoy día mi retiro, era previsible que tuviéramos que enfrentar una nueva actitud sediciosa en la noche de hoy.

Nos despedimos doloridos y, con emoción, observo al noble ministro Flores profundamente conmovido.

16: 30. Me reúno con el almirante Merino, el general Leigh, el almirante Carvajal y los subsecretarios de Guerra, Valenzuela, de Marina, Domínguez, y de Aviación, Ortega.

Les comunico que he presentado mi renuncia indeclinable al presidente de la República tanto a mi función ministerial, como a mi cargo de comandante en jefe.

El almirante Carvajal expresa con seriedad que debo recordar que "la abdicación de O'Higgins se inscribió en la historia de Chile como el más noble gesto del prócer". Le respondo que así ocurrió, pero que recuerde que O'Higgins logró su reivindicación 20 años después, cuando estaba al borde de la muerte.

17:00. Informo de mi determinación a Pinochet y a Montero.

Me retiro a mi hogar después de firmar el texto oficial de mi renuncia.


Hartmut Hopp, médico de Colonia Dignidad, mano derecha de Schäfer y prófugo de la justicia chilena, es funado frente a su departamento en Alemania

 

Cerca de 50 personas se manifestaron en el barrio residencial donde Hartmut Hopp vive. "Necesito saber cómo y dónde murieron mis familiares para poder despedirme", dice Juan Rojas Vásquez.


Juan Rojas Vázquez critica la impunidad de los crimenes cometidos por Colonia Dignidad ante la justicia alemana.Foto: Ute Löhning.


En Oppum, un barrio residencial de la ciudad de Krefeld en el extremo oeste de Alemania se reunió un grupo de cincuenta personas para funar a Hartmut Hopp frente a su departamento. En una calle muy tranquila, entre casas particulares, antejardines y cerca de un asilo de ancianos, los manifestantes se apostaron en el frontis de un edificio de tres pisos de ladrillo rojo con fotografías de detenidos desaparecidos chilenos.

En sus lienzos, los manifestantes exigían el esclarecimiento de los crímenes cometidos en Colonia Dignidad y justicia para las víctimas de aquel asentamiento alemán ubicado a 40 kilómetros de Parral, en la región del Maule. Desde su fundación en 1961, el asentamiento sometió a parte de sus habitantes a violaciones y abusos sexuales perpetrados por su fundador Paul Schäfer, además de ser sometidos a trabajos forzados. Después del golpe de Estado de 1973, operó como un centro de detención donde fueron torturados cientos de opositores y decenas asesinados.

Hartmut Hopp (79), ex director del hospital de la Colonia Dignidad y mano derecha del líder de la secta Paul Schäfer, fallecido en 2010, desde hace poco reside en el edificio de departamentos frente al cual se organizó la manifestación.


"Hoy estoy aquí porque no quiero morir sin saber qué fue de ellos", explica Rojas Vásquez. Está seguro de que Hopp, que mantenía contactos estrechos con la DINA, sabe lo que les pasó a sus familiares en Colonia Dignidad y se dirige a él directamente: "Le pido de todo corazón que diga la verdad. Necesito saber cómo y dónde murieron mis familiares para poder despedirme".  

"Llevo casi cincuenta años buscando a mi padre y a mi hermano", dice Juan Rojas Vásquez, oriundo de Los Carros en los alrededores de Colonia Dignidad. Ahora vive en Stuttgart y tiene también la nacionalidad alemana. El 13 de octubre de 1973, su hermano Gilberto y su padre Miguel Rojas Rojas fueron secuestrados y presuntamente asesinados en Colonia Dignidad. Nunca se supo su destino y aún siguen desaparecidos.

"Hoy estoy aquí porque no quiero morir sin saber qué fue de ellos", explica Rojas Vásquez. Está seguro de que Hopp, que mantenía contactos estrechos con la DINA, sabe lo que les pasó a sus familiares en Colonia Dignidad y se dirige a él directamente: "Le pido de todo corazón que diga la verdad. Necesito saber cómo y dónde murieron mis familiares para poder despedirme".

Hartmut Hopp, sin embargo, no contesta, incluso, tal vez no está en casa. En Chile ha sido condenado a cinco años de cárcel por encubrir violaciones y abusos sexuales a menores. Eludió esta condena fugándose a Alemania. Desde 2011, Hopp vive tranquilamente en la ciudad de Krefeld. Como es ciudadano alemán, Alemania no lo extradita a Chile y además rechazó una solicitud chilena para que cumpliera su pena en una cárcel en Alemania.


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En la funa Juan Rojas Vázquez critica la impunidad de los crímenes cometidos por Colonia Dignidad ante la justicia alemana. Foto: Ute Löhning.
En la funa Juan Rojas Vázquez critica la impunidad de los crímenes cometidos por Colonia Dignidad ante la justicia alemana. Foto: Ute Löhning.


Por último, la justicia alemana también archivó sus propias investigaciones criminalísticas contra Hopp y también contra otros jerarcas de Colonia Dignidad. En Alemania, los crímenes cometidos en Colonia Dignidad quedaron impunes y en ninguno de los casos se inició un juicio. Varios ex líderes de la colonia alemana, investigados en Chile y buscados por órdenes de aprehensión de la Interpol, se escaparon hacia Alemania dónde encuentran un refugio seguro.




Hartmut Hopp, sin embargo, no contesta, incluso, tal vez no está en casa. En Chile ha sido condenado a cinco años de cárcel por encubrir violaciones y abusos sexuales a menores. Eludió esta condena fugándose a Alemania. Desde 2011, Hopp vive tranquilamente en la ciudad de Krefeld. Como es ciudadano alemán, Alemania no lo extradita a Chile y además rechazó una solicitud chilena para que cumpliera su pena en una cárcel en Alemania.

Mientras tanto, el proceso político de esclarecimiento de los crímenes avanza muy lentamente. Los gobiernos de Alemania y Chile declararon repetidamente que quieren construir un sitio de memoria y documentación en la ex Colonia Dignidad, hoy Villa Baviera. Queda por crearse una fundación u otro ente ejecutivo para la creación de un sitio de memoria. Pero lo que más prospera por ahora en Villa Baviera es una empresa de turismo con un hotel-restaurante de estilo bávaro.

En la ciudad alemana de Bochum que queda a 50 kilómetros de Krefeld se organizó una "Alianza por la Solidaridad y el Recuerdo" a propósito del 50 aniversario del golpe de Estado en Chile. Ellos piden que se retome la investigación penal de los crímenes de Colonia Dignidad. "Unos días antes del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada [30 de agosto], se organizó esta funa para dirigirnos específicamente contra los autores de crímenes impunes y para darles a conocer a los vecinos el papel que jugó Hopp", dice Bianca Schmolze.

Ella es responsable del área de derechos humanos en una organización de apoyo medicinal para refugiados de Bochum. Durante el día distribuyen volantes en el barrio, donde hasta el momento se desconocía que Hopp era residente y el pasado con el que carga. Por supuesto que han oído hablar mucho de Colonia Dignidad, dicen unos residentes interesados que no quieren ser nombrados, "pero es diferente cuando pasa justo en la puerta de tu casa".

Para Bianca Schmolze, es importante "lograr un reconocimiento del dolor y del sufrimiento de las víctimas y dejar claro mediante diversas acciones que los y las sobrevivientes no están solos". Explica que la desaparición de personas también afecta fuertemente a sus familiares a los que se transmite el dolor y la historia. "Mientras no quede claro cuál fue el destino de la persona querida, el crimen de la desaparición forzada no termina, y la búsqueda de los desaparecidos continúa. Los familiares van a continuar esta lucha hasta que por fin sepan qué ha sido de sus seres queridos."



Ute Lönhing, autora de este artículo, publicó el original en el medio alemán Taz.