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2025/07/21

¿De qué democracia hablamos, Presidente Boric?

 Por Rodolfo Varela

Mientras en Santiago de Chile se desarrolla con pompa y solemnidad la Reunión de Alto Nivel “Democracia Siempre”, encabezada por el Presidente Gabriel Boric y con la presencia de líderes como Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Pedro Sánchez (España), Gustavo Petro (Colombia) y Yamandú Orsi (Uruguay), es inevitable preguntarse:


Presidente de la República de Chile, Gabriel Boric Font, sostiene Reunión de Alto Nivel


¿De qué democracia estamos hablando realmente?


En su discurso inaugural, el Presidente Boric habló con fuerza sobre la democracia como un proyecto colectivo de justicia, dignidad y libertad. Habló del autoritarismo, del crimen organizado, de la desigualdad y de los peligros que amenazan las instituciones. Palabras elocuentes. Palabras que suenan bien. Pero… ¿y la práctica?

¿Dónde queda esa democracia para los exonerados, los presos políticos, los torturados, los niños y niñas raptados y vendidos durante la dictadura militar chilena? ¿Qué dignidad hay en una reparación que no alcanza ni la mitad de un salario mínimo y que condena a la pobreza a las víctimas sobrevivientes?

Chile no ha saldado su deuda histórica. No basta con discursos. Se necesita voluntad política real para garantizar verdad, justicia y reparación integral. De lo contrario, todo se reduce a un acto simbólico, a una escenografía cuidadosamente montada para aplaudirse entre presidentes.

Y no es solo Chile. Cabe preguntarse también:

  • ¿Venezuela es una democracia o una dictadura? ¿Qué piensan realmente los presidentes presentes cuando se les pregunta por los presos políticos, la censura o la represión en ese país?

  • ¿El pueblo brasileño está verdaderamente feliz con el gobierno de Lula? ¿No hay también descontento, polarización, promesas no cumplidas?

  • Y estos gobiernos que hoy se presentan como garantes de la democracia, ¿son realmente democráticos? ¿Respetan la disidencia? ¿Escuchan al pueblo? ¿Rinden cuentas con transparencia?


Presidente Gabriel Boric Font, encabeza Fotografía Oficial 


La democracia no se mide por cumbres internacionales ni por declaraciones diplomáticas. Se mide en la calle, en los barrios, en la vida cotidiana de la gente. En el salario digno, en la justicia efectiva, en la libertad de opinar sin miedo, en el respeto a los más vulnerables.

Hoy, mientras se habla de fortalecer la democracia en el hemisferio, miles de víctimas siguen silenciadas por la indiferencia, la burocracia y el olvido.

Por eso preguntamos con respeto, pero con firmeza:
¿Puede haber democracia sin justicia para sus víctimas?
¿Puede haber democracia donde reina la impunidad?
¿Puede haber democracia sin memoria ni reparación?

La respuesta honesta a estas preguntas vale más que cualquier cumbre internacional. Porque una democracia que no repara, que no escucha, que no actúa… es solo una fachada.

Rodolfo Varela
Locutor profesional, comunicador e hijo del exilio

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