Páginas

2025/08/21

El Tanquetazo: Lección Histórica sobre lo que Realmente es un Intento de Golpe de Estado

Posted by Rodolfo Varela

En la memoria política de Chile, el Tanquetazo, ocurrido el 21 de junio de 1973, marca el primer gran intento de quebrar el orden constitucional mediante la fuerza militar contra el gobierno democrático de Salvador Allende. Un hecho que, a diferencia de otras expresiones sociales, no admite matices: fue un golpe de Estado en marcha, aunque fracasado.


Esto fue “El Tanquetazo”, el intento de golpe de Estado contra Salvador Allende


¿Qué fue realmente el Tanquetazo?


El levantamiento, liderado por el coronel Roberto Viaux, incluyó el uso de vehículos blindados del Ejército en pleno centro de Santiago, con el objetivo de sembrar el pánico y forzar la renuncia del presidente. Fue un acto coordinado, planificado y ejecutado con armamento militar, una acción típica de insubordinación castrense destinada a romper la institucionalidad democrática.

No fue protesta, no fue expresión ciudadana. Fue un intento armado de cambiar el poder político por la fuerza, sin participación del pueblo como actor decisivo.

52 years have passed since the prelude to the coup: the Tanquetazo

El contraste con 2019: manifestación social no es intento de golpe de Estado

Es importante recordar que en 2019, Chile vivió un estallido social marcado por protestas masivas, disturbios e incluso violencia urbana. Sin embargo, por más que se trató de un episodio crítico y doloroso, no constituyó un intento de golpe de Estado.

Fue la expresión de un pueblo profundamente insatisfecho con desigualdades históricas, no una conspiración militar para derrocar a un presidente electo.

Llamar “golpe de Estado” a toda forma de protesta —por violenta que sea— es confundir categorías políticas esenciales y, lo que es peor, desvirtuar hechos históricos innegables como el Tanquetazo.


                                                        Levantamiento social en Chile


Una advertencia para América Latina

Hoy, medio siglo después, algunos jueces y analistas en América Latina parecen olvidar la diferencia entre una manifestación popular y un intento de golpe militar.
El Tanquetazo dejó claro que un golpe implica planificación militar, uso de armas, ocupación de puntos estratégicos y ruptura deliberada del orden constitucional.
Una protesta, incluso con violencia, sigue siendo una expresión social, no un acto de sedición militar.

Cierre crítico

Cuando jueces califican protestas sociales como intentos de golpe, banalizan los crímenes cometidos en verdaderos golpes de Estado y ponen en riesgo la memoria histórica de los pueblos.
La lección del Tanquetazo es clara: sin armas, sin mando militar insurrecto y sin plan de ruptura institucional, no hay golpe de Estado. Lo demás es manipulación política disfrazada de interpretación judicial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario