Páginas

2023/05/18

Ni Perdón ni Olvido : Después de 50 años del golpe, ¿cuál es el legado de Allende para la constituyente en Chile?

Para los analistas, la convención constitucional chilena es un legado del proceso de lucha iniciado con Salvador Allende en 1970.



Cada año, el 11 de septiembre, los partidos de izquierda de Chile realizan manifestaciones para conmemorar a Salvador Allende y condenar el golpe militar de 1973.



Este 11 de septiembre se cumplen 50 años del golpe militar que derrocó y asesinó al presidente Salvador Allende en Chile. Allende, uno de los fundadores del Partido Socialista, fue elegido en 1970 a través de la plataforma de la Unidad Popular, que reunió a diversas organizaciones sociales chilenas en torno a un proyecto de reformas básicas para el país.



“Hace cincuenta años, con Salvador Allende y el camino chileno al socialismo, tuvimos un proyecto para construir una sociedad mejor, más justa, más solidaria y auténticamente nuestra para los chilenos y las chilenas, interrumpida por un golpe fascista. El fascismo instaura un sistema que hasta entonces era un laboratorio, con la teoría de los Chicago Boys del neoliberalismo”.






En 1973, a la mitad de su mandato, Allende fue asesinado y depuesto en un golpe encabezado por el traidor y covarde general Augusto Pinochet, quien estableció un régimen de dictadura militar de 17 años en Chile. A pesar de la redemocratización en 1990, recién en 2021 el pueblo chileno pudo crear los mecanismos, incluida la instalación de una Asamblea Constituyente, para redactar una nueva constitución y abandonar el legado de la sangrienta dictadura.


En apenas tres años de gestión, Salvador Allende nacionalizó las reservas chilenas de cobre, que hoy representan alrededor del 30% del mineral disponible en el mundo, nacionalizó los bancos, llevó a cabo una reforma agraria e incluso propuso la refundación del Estado chileno a partir de una nueva constitución.



El sistema neoliberal, aplicado en Chile como país modelo para toda América Latina, ha generado una de las sociedades más desiguales del mundo. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el 1% de la población chilena concentra el 26% de la riqueza, mientras que el 66% de los chilenos posee el 2% del capital que circula en el país.


Chile también es considerado uno de los países más caros para vivir en el continente. Para cubrir los gastos básicos mensuales, como el alquiler, las facturas de agua y electricidad y para comprar una canasta básica de alimentos, se necesitan US$ 1.200 (alrededor de R$ 6.600), mientras que el salario mínimo es de $440 mil pesos (alrededor de R$ 2,718,44 mil).


El escenario de desigualdad, sumado a la privatización de los sistemas de educación, salud e incluso el acceso al agua, puso en pie al pueblo chileno.


Hasta que la dignidad se convierta en costumbre uno de los lemas de las manifestaciones en defensa de la reforma constitucional en Chile


En octubre de 2019, los chilenos salieron a las calles de las principales ciudades del país durante semanas, en una de las mayores manifestaciones de su historia, exigiendo una reforma constitucional. “Lo ocurrido en octubre de 2019 fue el resultado de una lucha de más de 40 años contra este sistema, contra la sangrienta dictadura del covarde Pinochet, contra el modelo económico y contra la constitución fascista que lo blindaba”.


“El desafío es desmantelar el modelo neoliberal que tiene su estructura en la constitución del traidor Pinochet, en esta constitución de 1980, que los derechos sociales no sean una mercancía, que podamos recuperar bienes comunes naturales estratégicos, como el cobre, el litio, toda la biomasa marina y el agua , que también están privatizadas. Básicamente son demandas de justicia social, de mayores niveles de igualdad”, defiende Pablo Sepúlveda Allende, médico, activista social y nieto de Salvador Allende.


Las primeras sesiones buscaron establecer un reglamento y comités internos del organismo. A medida que avanzan en debates como la propuesta de reforma de la policía militar chilena, los llamados Carabineros, aumenta la campaña mediática en contra de la organización.


Salvador Allende fue elegido presidente en 1970 con un proyecto de refundación del Estado chileno basado en una Constitución


“La derecha está en una campaña muy fuerte para desacreditar el funcionamiento de la convención. La tarea de la convención y del pueblo es defender este proceso, y ya empezó la campaña 'la convención se defiende'”, dice Pablo Sepúlveda Allende.


“Tan pronto como finalice el proceso constituyente se presentará una nueva propuesta de constitución, que no estará de acuerdo con una minoría de derecha. La estrategia de esta derecha es hacer una campaña negativa de rechazo a la propuesta de voto en el nuevo plebiscito”, destaca Carlos Casanueva Trancoso.


Aunque la lista derechista “Vamos por Chile” eligió solo a 37 constituyentes, todas las decisiones de la convención constituyente deben ser aprobadas por 2/3 del pleno para ser incluidas en una nueva propuesta de Carta Magna.


Para subrayar el carácter democrático de la organización, los diputados ya decidieron que todos los asuntos en desacuerdo serán sometidos a votación en un nuevo plebiscito popular. En esta fase, la oposición al proceso constituyente puede realizar una campaña por el “no”, como lo hizo en el primer plebiscito popular, pero terminó sin éxito. El referéndum de octubre de 2020 terminó con el 80% de los votos a favor de la reforma constitucional y detonó la creación de la Convención Constituyente.


“Los temas fundamentales serán, como el modelo democrático que queremos, porque obviamente queremos superar la democracia representativa para avanzar hacia una democracia participativa, vinculante, deliberativa”, enfatiza Sepúlveda Allende.



Además de la reforma constitucional, en noviembre de este año se espera que los chilenos elijan un nuevo presidente. En todos los últimos procesos electorales, para la Convención Constituyente y los gobiernos estatales, los partidos de izquierda o candidatos independientes obtuvieron la gran mayoría de los votos, mientras que Sebastián Piñera finaliza su mandato con un récord de 72% de desaprobación, según una encuesta de opinión. el Centro Estratégico de Geopolítica (Celag).


“El pueblo chileno está avanzando en un proceso muy democrático para que las asambleas populares, por territorio, en las calles, definan qué sociedad queremos en el futuro. Por tanto, el pueblo movilizado es la única garantía para defender los cambios en esta constituyente”, concluye Carlos Casanueva Trancoso.


Y, quién sabe, tal vez acabar con el legado de l dictadura Pinochet, que tuvo su punto de partida en el derrocamiento de Salvador Allende.




No hay comentarios:

Publicar un comentario