Páginas

2025/08/22

Medios de comunicación: la gran farsa de la objetividad

Por  Rodolfo Varela

En América Latina, gran parte de los medios de comunicación han dejado de ser guardianes de la verdad para convertirse en voceros de gobiernos corruptos y de las élites que los financian. Lo que debería ser un servicio público esencial –informar con veracidad, objetividad y responsabilidad– se ha transformado en una maquinaria de manipulación y propaganda.


¡Vamos con un nuevo micrófono de la Vergüenza!

La palabra mágica: “Democracia”

Resulta repugnante ver cómo periodistas, locutores, locutoras y comentaristas utilizan la palabra “Democracia” como un escudo, una especie de palabra mágica para encubrir su militancia política y su sumisión a intereses económicos. Hablan de libertad de prensa, pero callan o distorsionan la realidad cuando esta incomoda a quienes les pagan.

Periodismo militante y lucrativo

Muchos profesionales del medio han traicionado la esencia de su oficio. Ya no buscan la verdad, sino proteger a partidos, gobiernos, asociaciones, ONG, reparticiones públicas y empresas que les garantizan privilegios. Su compromiso no es con la ciudadanía, sino con el poder y el dinero. No informan: manipulan. No entretienen: distraen. No investigan: encubren.

Mi denuncia como hombre de medios

Después de más de 50 años de trayectoria en radio y comunicación, y como exdirector de importantes emisoras en Chile, puedo decirlo con autoridad: gran parte del periodismo actual ha perdido su rumbo ético. La objetividad se ha vuelto una excepción y la verdad, una moneda de cambio.

Una traición a la sociedad

Cuando los medios se vuelven cómplices de la corrupción, dejan de cumplir su función democrática. En lugar de empoderar a la ciudadanía, la mantienen desinformada, alimentando el cinismo y debilitando las bases de cualquier sociedad libre.


Periodismo militante


Conclusión

La denuncia es clara: estamos frente a un sistema mediático que ha vendido su independencia y se refugia en la “Democracia” para justificar su servilismo. Mientras esto no se enfrente con valentía, el pueblo seguirá siendo víctima de la gran farsa informativa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario