Los residentes intentan bloquear una calle para protestar por los resultados oficiales el día después de las elecciones presidenciales mientras la Guardia Nacional trabaja para retirarlos en Caracas, Venezuela, julio de 2024. FERNANDO VERGARA / AP
Anteriormente, el régimen se defendió de las acusaciones de fraude electoral, alegando que fue el objetivo de un intento de "golpe de estado" y vinculando al líder de la oposición con un intento de "adulterar" los resultados.
Nicolás Maduro, declarado ganador de la votación del domingo por el consejo electoral leal del CNE, acusó en una rueda de prensa de que "intentan imponer en Venezuela un golpe de Estado" de carácter "fascista y contrarrevolucionario".
Minutos antes, el fiscal general, Tarek William Saab, vinculó a la líder opositora María Corina Machado con un presunto "ataque" de hacking para "alterar" los resultados.
Las elecciones se celebraron el domingo en medio de temores generalizados de fraude y una campaña manchada por acusaciones de intimidación política. Los encuestadores habían pronosticado una victoria contundente de la oposición a pesar de que las instituciones leales al régimen impidieron que el muy popular Machado se postulara.
El consejo electoral del CNE, en gran medida leal a Maduro, lo declaró oficialmente presidente electo para el período 2025-2031. El domingo, dijo que había obtenido el 51,2% de los votos emitidos, frente al 44,2% del representante de Machado, Edmundo González Urrutia.
La oposición gritó que había obtenido al menos dos tercios de los votos. En algunos barrios de la capital, se escuchó a los residentes golpear ollas y sartenes en señal de protesta. El resultado generó preocupación por irregularidades por parte de Naciones Unidas, Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina.
'Otro fraude'
Nueve países latinoamericanos pidieron el lunes en una declaración conjunta una "revisión completa de los resultados con la presencia de observadores electorales independientes".
El Centro Carter, con sede en Estados Unidos, una de las pocas organizaciones a las que se permitió traer observadores a Venezuela, pidió al CNE que publicara de inmediato los resultados a nivel de las mesas electorales.
Brasil y Colombia también instaron a revisar las cifras, mientras que el presidente de Chile dijo que el resultado era "difícil de creer". Perú llamó a su embajador y Panamá dijo que suspendía relaciones con Caracas.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, expresó "serias preocupaciones", mientras que el jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instaron por separado a la "transparencia". Mientras tanto, Maduro recibió felicitaciones de sus aliados China, Rusia, Cuba, Nicaragua, Honduras y Bolivia, y México dijo que reconocería el resultado.
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