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2025/09/08

11 de Septiembre: Chile sigue en deuda con sus víctimas

 Por Rodolfo Varela

En medio del frío y la llovizna, miles de chilenos marcharon este domingo para recordar el 52º aniversario del golpe de Estado que, con apoyo de Estados Unidos, derrocó al legítimo Gobierno de Salvador Allende e inauguró una de las dictaduras más sangrientas de América Latina.


El golpe militar que derrocó al presidente Salvador Allende en Chile cumple 52 años.


La multitud recorrió la Alameda, pasó frente a La Moneda y llegó hasta el Cementerio General, donde se realizaron actos en homenaje a las víctimas de la represión. Jóvenes, adultos y ancianos caminaron juntos, unidos por una misma exigencia: memoria, verdad, justicia y reparación.


La herida que no cierra


Han pasado más de cinco décadas, pero la deuda del Estado con quienes sufrieron la dictadura sigue intacta. Los exonerados, torturados, expresos políticos y familiares de desaparecidos sobreviven hoy con pensiones miserables, equivalentes apenas al 50% de un salario mínimo. Una burla a su sufrimiento, una vergüenza nacional.

A esto se suma la omisión tanto de la derecha como de la izquierda, que en campaña prometen memoria y justicia, pero al llegar al poder olvidan su palabra y se concentran en mejorar su situación económica personal. Mientras tanto, cientos de cajas con restos humanos permanecen almacenadas en el Servicio Médico Legal sin ser identificadas, un insulto a las familias que llevan más de medio siglo esperando verdad.


Voces de la memoria


“Estamos recordando a las víctimas del terrorismo de Estado, de la dictadura cívico–militar. Decimos civil porque fueron ellos los instigadores del golpe y hoy gozan de impunidad total”, declaró Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP).


Seguiremos luchando por la memoria, la verdad y la justicia para las víctimas y por una sociedad más justa e igualitaria.


Lira criticó el negacionismo de candidatos de derecha como Evelyn Matthei, quien justificó el golpe como “necesario” y calificó las muertes como “inevitables”. Condenó además el proyecto de ley que busca liberar a criminales de lesa humanidad encarcelados en Punta Peuco.

“Seguiremos luchando por memoria, verdad y justicia para las víctimas, y por una sociedad más justa e igualitaria”, afirmó.

El presidente de la ANEF, José Pérez Debelli, también acompañó la marcha: “Tenemos la obligación moral de estar con las organizaciones de derechos humanos. Nuestro compromiso es contra las corrientes negacionistas que la derecha intenta imponer”.

Por su parte, el diputado comunista Boris Barrera advirtió que la amenaza del fascismo está nuevamente “a la vuelta de la esquina”, y llamó a redoblar los esfuerzos para que Chile nunca más repita su historia más oscura.


Entre la memoria y la impunidad


La jornada se desarrolló de manera pacífica en su mayoría, aunque grupos aislados protagonizaron disturbios en las inmediaciones del Cementerio General, con 17 detenidos. Dentro del camposanto, en cambio, se realizó un emotivo acto político-cultural en recuerdo de las víctimas.

Lo que no puede seguir siendo un rito vacío es la indiferencia del Estado frente a la reparación. Cada 11 de septiembre los discursos se repiten, pero los sobrevivientes de la represión continúan condenados a vivir con pensiones indignas, sin verdad completa ni justicia plena.


Chile tiene que despertar. 


No se trata solo de memoria histórica: se trata de un presente marcado por la impunidad, el abandono y la desidia de todos los sectores políticos. Porque mientras los criminales mueren en cárceles de lujo y sus cómplices en la política siguen gozando de privilegios, las víctimas del terrorismo de Estado sobreviven con migajas y los restos de cientos de compatriotas siguen apilados en cajas sin nombre, esperando justicia que nunca llega.

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