La selección brasileña de fútbol llegó hoy a la ciudad de Salvador y, pese al clima de fiesta con que fue recibida tras la victoria ante Argentina, ya se preocupa por las bajas que sufrirá frente a Chile el próximo miércoles.
Kaká, Luis Fabiano, Lucio y Ramires se perderán el partido contra la selección chilena pues en la victoria ante Argentina por 3-1 llegaron al límite de tarjetas amarillas y cumplirán una jornada de suspensión.
Por otro lado, el portero Julio César llegó a Salvador, capital del estado de Bahía y escenario del encuentro con los chilenos, con fuertes dolores en una rodilla, producto de un encontronazo con un jugador argentino en el partido jugado en Rosario.
Aunque con la victoria ante Argentina la selección brasileña ya aseguró su clasificación para el Mundial de Suráfrica 2010, el técnico Dunga dijo que quiere mantener a su equipo embalado y que tiene la meta de concluir en el primer lugar de las eliminatorias suramericanas.
El equipo llegó a Salvador procedente de Rosario durante la mañana de hoy y fue ovacionado por cientos de personas en la sala de desembarque del aeropuerto.
El autobús que trasladó a la selección hasta su hotel fue seguido por decenas de automóviles que hicieron sonar sus bocinas sin cesar en una alegre y festiva caravana.
El equipo permanecerá concentrado hoy en el hotel en plan de descanso, aunque Dunga dijo que tiene planes de dirigir un ligero entrenamiento con los jugadores que no actuaron ante Argentina, entre los cuales estarán los que sustituirán el miércoles a Kaká, Luis Fabiano, Lucio y Ramires.
El partido contra Chile ya es considerado por la prensa local como una especie de "amistoso festivo", en el que la hinchada y la selección podrán festejar la clasificación para el Mundial 2010 tres jornadas antes del fin de las eliminatorias.
Pese a la importancia de ese hecho, hoy los diarios brasileños parecieron celebrar tanto el triunfo contra Argentina como la difícil situación en que ha quedado la selección que dirige Diego Maradona.
"Clasificación nada! Mejor es garantizar la plaza para el Mundial en Argentina, atropellar a los 'hermanos' y dejarlos desesperados", estampó en su portada el Correio Braziliense.
Folha de São Paulo, por su parte, comentó que "siempre fue muy difícil para la selección brasileña clasificarse para un Mundial, pero nunca fue tan sabroso sellar el pasaporte como anoche en Rosario".
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