La situación económica de Argentina es “incontrolable” y puede llevar al país vecino a un proceso de “estancamiento económico” en los próximos años, según economistas internacionales reunidos en Sao Paulo, quienes afirmaron hoy también que el Mercosur está llamado al fracaso.
La política económica de Argentina y su relación con Brasil fue el tema de una mesa redonda de discusiones que contó con la participación del expresidente del Banco Central brasileño Gustavo Loyola y el economista y profesor de la American University, el uruguayo Arturo Porzecanski.
Loyola apuntó que la administración actual de Argentina está marcada por un proceso con “fundamentos macroeconómicos y de las instituciones deteriorados”, situación que podría complicar a los acreedores estadounidenses de la deuda, como sucedió en 2002.
“Aunque el modelo económico sea revertido, la corrección de los desequilibrios va a tomar un tiempo y con eso el país va a demorar para retomar el proceso de crecimiento”, consideró el economista brasileño.
Argentina viene practicando fuertes medidas de control de importaciones y de acceso a la moneda extranjera, incluso para los turistas.
En 2012, la Comisión Europea (CE) impugnó, en la Organización Mundial del Comercio (OMC), las restricciones impuestas a productos del mercado externo por Argentina, al considerar que por las normas del organismo las medidas de autorización e inscripción previa de mercancías eran incompatibles.
De acuerdo con Loyola, la reducción de posibilidades de acceso al crédito por parte del Gobierno argentino afecta directamente a las empresas brasileñas y perjudica al Mercosur.
“Brasil nunca va a dejar de tener inversiones e intercambio con Argentina y Venezuela, pero lo que no es adecuado es dejarse remolcar por la política económica de estos dos países, pues Brasil no puede cargar al Mercosur en sus espaldas”, explicó.
Porzecanski, en tanto, señaló que el bloque está llamado al fracaso y en ese caso Brasil debe seguir el camino de Chile y Colombia, que negociaron acuerdos comerciales con más de 60 países, y de Perú y México, que tienen tratados con una centena de naciones, entre ellas Estados Unidos y miembros de la Unión Europea.
“Brasil tiene al frente una gran oportunidad de fuerte liderazgo mundial, sin embargo, es necesario que el país abandone las alianzas anacrónicas para ocupar su lugar en el mundo y queda claro que caminamos para una economía global formada por superbloques, no existiendo entonces algún futuro para el Mercosur”, aseveró.
El profesor del Departamento de Economía de la estatal Universidad de Sao Paulo (USP) Dante Mendes Aldrighi comentó a Efe que como la mayoría de los temas económicos, el de Argentina es también un asunto de “controversia”.
Para Mendes Aldrighi, Brasil ya pasó por momentos semejantes al de Argentina y el resultado fue desastroso.
La situación vivida por el país vecino, apuntó el académico, es fruto de una mala gestión de la economía de una forma general y la opción comercial de Brasil de fortalecer sus vínculos con el Mercosur es una apuesta arriesgada porque los socios no son los grandes “players” en el mercado mundial.
El enfoque brasileño, a juicio del profesor, debería estar en la definición de un plan estratégico de desarrollo”.
“Brasil necesita definir en cuáles actividades debe desarrollar su competencia y en cuáles ya tendría ventaja competitiva para, a partir de eso, definir su estrategia comercial, de desarrollo pautada en la eficiencia para fomentar el crecimiento económico”, declaró.
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