La médula de la iniciativa de ley consiste en poner fin al lucro en la enseñanza escolar, los colegios subvencionados y los procesos de selección.
Así no la quiero es la manifestación ciudadana en contra de la Reforma Educacional del Gobierno de Bachelet.
La médula de la iniciativa de ley consiste en poner fin al lucro en la enseñanza escolar, al copago (financiamiento de los colegios subvencionados) y a los procesos de selección para ingresar a los establecimientos educativos. La manifestación fue convocada por el movimiento “Así no la quiero“, que aglutina a las organizaciones de padres de familia de la Confederación de Padres y Apoderados de Colegios Particulares Subvencionados (CONFEPA). Los manifestantes expresaron que la reforma educacional no toma en cuenta sus opiniones y que de aprobarla afectaría negativamente la vida de sus hijos. Según los organizadores, fueron 200.000 las personas presentes, mientras que la policía de Chile manifiesta que solo hubo 30.000 personas. Además de capitalinos, la protesta estuvo conformada con personas de regiones lejanas tales como Maule, Valparaíso, Biobío y La Araucanía. Dos retroexcavadoras formaban parte de la marcha, junto a ataúdes con los que manifestaban la muerte de los colegios subvencionados. En palabras de Erika Muñoz, vocera de CONFEPA, “[las retroexcavadoras] son para demostrar lo que vino a hacer este Gobierno”. Los manifestantes expresaron su derecho de escoger libremente el colegio de sus hijos, no que se les reduzcan las opciones educativas. “Mi papá ya me escogió colegio, ¿por qué me tengo que cambiar?”, se leía en una de las pancartas de los manifestantes, que en su mayoría iban dirigidos a los senadores de la NM. De convertirse en ley la Reforma Educacional, más de 4.000 centros educativos subvencionados tendrían que cerrar o convertirse en colegios privados, lo que ocasionaría que casi 200.000 niños sean matriculados en colegios municipales o busquen un colegio privado. Francisco Sánchez, investigador de la Fundación para el Progreso en Chile explicó a PanAm Post que la NM tiene los votos suficientes en ambas cámaras del Congreso chileno para aprobar la reforma. “Lo más probable es que sea ley. Es una de las promesas emblemáticas de la campaña presidencial, por lo cual el costo político de aprobar la reforma no existe, dado que no se ha generado conciencia en la población respecto a los problemas de la reforma educacional”. Sin embargo, Felipe Muñizaga, catedrático de la Escuela de Gobierno y Ciencia Política de la Universidad de Chile, expresó que la medida sí podría afectar la relación del partido de Gobierno con la democracia cristiana que permanece en sus filas. “La NM tiene una grave compatibilización política con los dos partidos que la conforman. La Democracia Cristiana es afín a los colegios religiosos, entonces se complica con su propio electorado si se pliega a este intento de la izquierda de arrasar con la educación particular y particular subvencionada”, señaló. Con todo, para Muñizaga la NM aplica el concepto de costos necesarios, cuando de reformas políticas se trata. “En otras palabras, el Gobierno asume que es necesario para él tener la mayor cantidad de costos hoy, pues en el mediano y largo plazo, de aprobarse las reformas, tendría asegurada su hegemonía política y cultural en Chile, orientada al socialismo”, expresó. Una reforma educacional incompleta De convertirse en ley en un lapso de dos años, los colegios subvencionados que decidan tomar el camino del sector privado deberán convertirse ya sea en fundaciones sin fines de lucro tradicionales o en “corporaciones educacionales”. Esta última es una nueva categoría menos burocrática que consiste en dos o más personas que conforman una personería jurídica de derecho privado —también sin fines de lucro— para administrar un colegio. Junto con esto, los procesos de selección de alumnos serán verificados por el Gobierno de Chile. “La postulación solo se efectuará a través de una plataforma única que contendrá la información relativa a los establecimientos educacionales”, expresa el artículo 2 de la Reforma. Esta reforma además estigmatiza el lucro en los colegios en Chile. Al respecto, Muñizaga afirmó que el sector progresista chileno ha realizado un gran trabajo de destrucción de los valores y principios que toda sociedad libre debe tener. “Han adoptado una postura de denuncia ante cualquier falla o incumplimiento que un privado tenga (sobre todo si es del área de educación), a modo de demostrar las fallas del modelo o del ‘sistema neoliberal´”. Por el momento, la reforma educativa está dejando de lado la discusión sobre la calidad educativa, pero aguarda en el Congreso el proyecto de ley de modificación de la carrera docente en Chile, que sería la parte de la reforma que se enfocaría en dicho aspecto. “Al igual que en la anterior, hay mayor injerencia del Estado en la educación, lo cual, de una u otra establecería una cultura homogeneizadora en educación en desmedro de la libertad y responsabilidad individual”, opina Sánchez. Entre los puntos propuestos en ese proyecto están aumentar las exigencias a la entrada de la carrera profesional docente, un sistema mixto de evaluación —uno centralizado que certificaría los conocimientos y habilidades, y uno descentralizado que evaluaría el desempeño en la sala de clases— y una mayor autonomía a los directores para gestionar sus establecimientos. |
2014/10/31
Chile se manifiesta en contra de la Reforma Educacional
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