El gobierno brasileño continúa hoy sus reuniones con miras a definir los recortes presupuestarios que impulsará este año para garantizar un superávit primario del 1,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).Tras una cita la víspera de la presidenta Dilma Rousseff con tres ministros del sector financiero, este lunes la mandataria recibió al equipo de coordinación política para tratar este tema.
En el encuentro de ayer con los titulares de la Casa Civil, Aloizio Mercadante; de Hacienda, Joaquim Levy; y de Planificación, Nelson Barbosa, se analizaron las propuestas de cortes enviadas por los ministerios.
Aunque no hubo declaraciones a la prensa, voceros gubernamentales señalaron que el decreto sobre las afectaciones en el plan financiero de este año deberá anunciarse a más tardar el viernes próximo.
Medios de prensa nacionales señalaron que los cortes en los gastos serán combinados con un nuevo anuncio de aumentos de impuestos, con el objetivo de reforzar el ajuste fiscal y evitar el riesgo de una disminución de la nota de crédito de Brasil.
Las medidas son estudiadas por el titular de Hacienda y no se descartan que el recorte presupuestario alcance los 78 mil millones de reales (26 mil millones de dólares).
Levy defiende esta medida y advirtió que cuanto menor sea el corte financiero, mayor será el incremento de gravámenes, debido a la necesidad de cerrar el año con un superávit primario del 1,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a 66 mil 300 millones de dólares (22 mil 100 millones de dólares).
En reiteradas declaraciones a la prensa, la jefa de Estado dijo que esta medida no afectará a los sectores sociales, ni los programas impulsados por el gobierno desde hace 13 años, como "Brasil sin miseria" y "Mi casa, Mi vida".
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