La Cámara de Diputados de Brasil ha aprobado con 252 votos a favor y 227 votos en contra una propuesta que endurece el acceso alseguro por desempleo como estrategia para reducir los gastos públicos del país. La respuesta de los trabajadores ha sido convocar una nueva huelga.
Con la implementación del ajuste fiscal, el Ejecutivo de Dilma Rousseff espera conseguir este año un superávit primario equivalente al 1,2% del Producto Interior Bruto (PIB), que pretende elevar hasta el 2% entre los dos próximos años.
Todo ello, según la prensa local, ha hecho que los principales sindicatos brasileños hayan convocado el pasado miércoles una jornada de protestar para el próximo 29 de este mes. Se tratará de una nueva protesta contra el Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).
Mientras, el ministro de Economía, Joaquim Levy ha vuelto a defender sus ajustes fiscales. El brasileño ha señalado que el ajuste economía debería realizarse rápidamente para allanar el camino a un crecimiento cada vez veloz.
Dilma Rousseff y Joaquim Levy
Ha agregado además, señala La Información, que el mayor riesgo a día de hoy para el país es “un desequilibrio fiscal”. La idea de Levy, defensor de la ‘línea dura’ en las políticas fiscales, ha elevado los impuestos y reducido los gastos para alcanzar este año sus objetivos económicos.
Aunque las cosas no pintan demasiado bien para Levy, los analistas dudan que el ministro pueda alcanzar esta meta debido a la desaceleración económica en la que se encuentra el país, que reduce drásticamente los ingresos impositivos.
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