El Día Internacional de la Mujer existe, como fecha conmemorativa, fruto de la lucha de las mujeres a través de manifestaciones, huelgas, comités, etc. Esta movilización política, a lo largo del siglo XX, dio importancia al 8 de marzo como momento de reflexión y lucha. La construcción de esta fecha está relacionada con una sucesión de acontecimientos.
Sin embargo, hay otra historia que se remonta a un incendio que tuvo lugar en Nueva York el 25 de marzo de 1911. Este incendio tuvo lugar en la Triangle Shirtwaist Company y mató a 146 personas, 125 mujeres y 21 hombres, la mayoría de ellos judío muerto. Esta historia es considerada uno de los hitos para la instauración del Día de la Mujer.
Influencia del movimiento obrero
El evento de Nueva York es significativo, pues puso de relieve la precariedad del trabajo en el contexto de la Revolución Industrial. Esto, sin embargo, no puede borrar la influencia de la lucha obrera y los movimientos políticos organizados por mujeres. Por lo tanto, es importante señalar que el Día Internacional de la Mujer no fue creado por la influencia de una tragedia, sino por décadas de compromiso político de las mujeres por el reconocimiento de su causa.
La movilización política de las mujeres trabajadoras contra la desigualdad de género, en el ámbito profesional, fue una de las grandes influencias del 8 de marzo.
Esta propuesta fue el resultado tanto del feminismo, que estaba en auge en ese momento, como de corrientes revolucionarias de izquierda, como el comunismo y el anarquismo. Clara Zetkin estaba comprometida con campañas que defendían los derechos de la mujer en el campo laboral. Su propuesta tenía como objetivo permitir que el movimiento laboral prestara mayor atención a la causa de la mujer trabajadora.
El incendio de 1911 vendría a ser sugerido, en EEUU, como un día simbólico de la mujer (como sugiere Clara Zetkin). La mayoría de los movimientos exigieron mejoras en las condiciones de trabajo en las fábricas y, en consecuencia, la concesión de derechos laborales y electorales (entre otros) a las mujeres.
El año 1917, en Rusia, estuvo fuertemente marcado por el ciclo revolucionario que derrocó a la monarquía zarista. En este clima de agitación revolucionaria, las trabajadoras del sector textil se declararon en huelga el 8 de marzo y exigieron la ayuda de los trabajadores del sector metalúrgico. Esta fecha pasó a la historia como un gran logro de la mujer trabajadora y también como presagio de la Revolución Bolchevique.
Dia Internacional de la Mujer
El Día Internacional de la Mujer fue oficializado el 8 de marzo por la ONU en 1975.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el 8 de marzo se convirtió gradualmente en el principal símbolo de homenaje a la mujer (debido a la huelga rusa). También se asoció al mes de marzo, a partir de entonces, el evento del incendio de Nueva York, ocurrido el día 25, como se mencionó anteriormente.
A partir dos anos 1960, a comemoração do dia 8 de março já tinha se tornado tradicional, mas foi oficializada pela ONU apenas em 1975, quando essa organização declarou o Ano Internacional das Mulheres, como uma ação voltada ao combate das desigualdades e discriminação de gênero en todo el mundo. Como parte de estos esfuerzos, el 8 de marzo se hizo oficial el Día Internacional de la Mujer.
Importancia del día de la mujer
Entre otras acciones, la movilización femenina fue y sigue siendo muy importante para la lucha contra las desigualdades de género.
Numerosos estudios demuestran que aún hoy en día las mujeres sufren desigualdad en el mercado laboral en comparación con los hombres. La presencia de las mujeres en el mercado laboral sigue siendo inferior a la de los hombres, ya que datos de 2018 muestran que, en el mundo, solo el 48% de las mujeres mayores de 15 años están empleadas – para los hombres, esta cifra es del 75. %|1|.
Actualmente, menos del 70% de los hombres están de acuerdo en que muchas mujeres prefieren trabajar que quedarse en casa haciendo las tareas del hogar. Las mujeres siguen sufriendo pérdidas en el mercado laboral como consecuencia del embarazo, ya que el número de mujeres que dejan el trabajo por sus hijos alcanza el 30%, mientras que sólo el 7% de los hombres dejan su trabajo por la misma razón|2|.
Para colmo, la mitad de las mujeres que se quedan embarazadas pierden su trabajo cuando regresan de la baja por maternidad|3| y sin embargo, en pleno siglo XXI, hay quienes defienden que las mujeres deben ganar menos, simplemente porque pueden quedar embarazadas. Esto es incluso una realidad en Chile, ya que las mujeres ganan, en promedio, un 20% menos que los hombres|4|.
Todas estas estadísticas demuestran cómo el sesgo de género perjudica a las mujeres en la fuerza laboral. Las mujeres, sin embargo, no ven perjudicada su vida únicamente en el mercado laboral, ya que la violencia de género, el abandono que muchas sufren de su pareja durante el embarazo y el acoso son realidades que sufren muchas mujeres.
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