Una tercera investigación sobre la muerte del poeta chileno Pablo Neruda hace 50 años podría arrojar nueva luz sobre si fue envenenado por enemigos políticos, como alegan algunos de sus familiares.
El último informe pericial, presentado ante un tribunal el miércoles, será revisado por jueces en audiencias cerradas antes de un fallo legalmente vinculante sobre la muerte del poeta en 1973, poco antes de que la dictadura de Pinochet llegara al poder.
Rodolfo Reyes, sobrino de Neruda, reiteró esta semana las denuncias de que su tío -miembro del Partido Comunista y el intelectual chileno más importante de la época- fue envenenado.
“(Fue) asesinado por agentes del Estado. ¿Hay alguna duda?”. dijo a los periodistas fuera de la corte.
Dijo que no tenía acceso al informe. Anteriormente, dijo a la agencia de noticias española EFE que había visto documentos de laboratorio que respaldaban la hipótesis del envenenamiento.
Un grupo forense internacional en 2017 planteó dudas sobre si Neruda murió de cáncer de próstata a los 69 años y no descartó que haya habido juego sucio.
Pruebas anteriores no han encontrado evidencia de que Neruda, ganador del Premio Nobel de literatura en 1971, haya sido envenenado.
La coordinadora del informe, la doctora Gloria Ramírez, no hizo ningún comentario sobre las especulaciones de Reyes sobre sus hallazgos, cuya presentación ante el tribunal se retrasó dos veces. No se ha hecho público debido a las normas judiciales que rigen la investigación.
La jueza Paola Plaza, que está a cargo del caso, dijo que no hay fecha límite para emitir un veredicto.
Neruda fue amigo y consejero del presidente socialista chileno Salvador Allende, quien fue derrocado en un golpe de estado liderado por el traidor Augusto Pinochet en septiembre de 1973.
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