Los líderes de los parlamentos de 140 países se comprometieron a hacer todo lo posible por volver a conectar a la población con la democracia, haciendo frente al creciente escepticismo del público y a la desconexión con la política, durante la IV Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamentos.
Ban Ki-moon defendió la necesidad de un compromiso colectivo para promover la paz y la seguridad, el desarrollo sostenible y los derechos humanos en todo el mundo.
Como resultado de la IV Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamentos, realizada en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, del lunes 31 de agosto al miércoles 2 de septiembre de 2015, a la que asistió el Presidente de la Cámara de Diputados, Marco Antonio Núñez, se suscribió una declaración en que los participantes expresaron su compromiso de hacer que los parlamentos sean más representativos, responsables y transparentes.
El texto de la Declaración es el siguiente:
1) Vivimos en una época fuera de lo común. Necesitamos esfuerzos igualmente fuera de lo común para construir un mundo donde cada hombre, mujer y niño esté a salvo de la guerra y los conflictos y libre de la pobreza y el hambre, donde pueda satisfacer sus necesidades y realizar su potencial humano preservando al mismo tiempo el planeta para las generaciones futuras, y donde sus derechos, libertades y dignidad se respeten plenamente.
2) El parlamento es la institución central de la democracia a través de la cual se expresa la voluntad del pueblo. Nosotros, los presidentes de los parlamentos del mundo, estamos reunidos en las Naciones Unidas en Nueva York para dar voz a sus inquietudes y manifestar nuestra determinación a desempeñar nuestro papel frente a los desafíos del mundo de hoy.
3) En el momento de adoptar esta Declaración somos conscientes del mandato constitucional y la responsabilidad única que incumben a nuestros parlamentos de hacer las leyes que implementen los acuerdos internacionales y lograr que los gobiernos y las instituciones internacionales rindan cuenta de su plena aplicación. Conscientes de la diversidad de nuestras tradiciones y la singularidad de nuestras historias y prácticas parlamentarias, es nuestra ambición dar una dimensión democrática tangible a los esfuerzos colectivos destinados a construir un mundo mejor.
Nuestro mundo hoy
4) A pesar de los avances realizados en las áreas de la democracia, la paz y el desarrollo, continuamos viviendo en un mundo inestable. La guerra y los conflictos, con frecuencia caracterizados por una brutalidad extrema, son una realidad cotidiana en muchos lugares. Millones de personas, principalmente mujeres y niños, mueren, resultan heridas o se ven desplazadas o forzadas a huir en condiciones dramáticas. Seguimos viendo casos de retroceso democrático en varias regiones del mundo.
5) La paz y la seguridad son requisitos de la democracia y el desarrollo sostenible. Pedimos que la resolución de los conflictos a través del diálogo político y la negociación sea objeto de esfuerzos mucho más sostenidos, en el respeto pleno del derecho internacional y abordando las causas subyacentes de los conflictos. Proponemos poner más acento en la diplomacia parlamentaria, que ha demostrado su capacidad para impulsar los esfuerzos destinados a resolver los diferendos y los conflictos.
6) Presenciamos actos terroristas horrendos en todas las regiones del mundo. Están emergiendo nuevos grupos terroristas con considerables recursos a su disposición. Por desgracia, muchos de esos actos terroristas son perpetrados por grupos fundamentalistas que supuestamente actúan en nombre de la religión. Condenamos todas las formas y manifestaciones de terrorismo, cualesquiera sean sus autores y motivos, así como la radicalización, el extremismo violento y sus medios de financiación.
7) Nuestros parlamentos harán todo lo posible para mejorar la eficacia de la cooperación y apoyar la implementación de todas las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas y de los acuerdos y convenciones internacionales destinados a combatir el terrorismo y contribuir a la adopción de una política de seguridad coherente a nivel internacional. Rendimos homenaje a las víctimas inocentes de los actos de barbarie terrorista en todo el mundo y manifestamos nuestra solidaridad con ellos.
8) Es necesario y posible hacer más esfuerzos para prevenir y reducir los riesgos de violencia. Pedimos que se redoblen los esfuerzos para alcanzar un mundo libre de armas nucleares. Queremos ver una reducción real de la proliferación de todas las armas. Pedimos una acción urgente, en particular una legislación enérgica, para hacer frente a las nuevas amenazas a la seguridad y combatir la delincuencia organizada vinculada a la trata de seres humanos, el comercio de drogas y armas ilegales, los secuestros y extorsiones, y el blanqueo de dinero y la corrupción conexos.
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