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2022/02/17

El desierto de Atacama alberga un basurero de ropa hecha en China y Bangladesh

El mercado de la moda rápida ilustra el consumismo desenfrenado en el mundo y la absoluta falta de compromiso con la preservación del medio ambiente.


El desierto de Atacama en Chile se ha convertido en el destino final de montones de ropa fabricada en China y Bangladesh que no llegan a las tiendas. Un reportaje de la Agence France-Presse (AFP) reveló que la árida región del norte del país ha ganado un vertedero de artículos de moda rápida (la definición de “fast fashion”, ropa fabricada, consumida y desechada rápidamente), formado por envíos que encallan en el puerto de Iquique. La información es del portal Insider.


La producción en Asia se centra en el mercado nacional, además de Estados Unidos y Europa. Cuando las remesas no son compradas por los principales clientes, van a Chile, desde donde se revenden a los países de América Latina. Sin embargo, cuando no hay compradores, las piezas acaban tiradas en el desierto.


Aproximadamente 59.000 toneladas de ropa llegan por barco a Iquique anualmente. Más de la mitad de ese total acaba siendo trasladado a los vertederos del desierto: 39.000. Entre los montones de material textil en medio de cordilleras naturales, hay desde chompas navideñas hasta botas de esquiar, algo totalmente desconectado de la realidad de la población del municipio de Alto Hospicio, que hurga entre los montones en busca de ropa para vestirse. la familia.


Según Alex Carreño, exempleado de la sección de importación del puerto local, la ropa “viene de todas partes del mundo”. “La mayor parte de la ropa se desecha luego, cuando los envíos no se pueden revender en toda América Latina”, explica.








La eliminación incorrecta es como barrer la suciedad debajo de la alfombra, ya que ocurre porque el material no puede ser tirado en los basureros al aire libre en las ciudades, por el impacto ambiental que provoca.


“El problema es que la ropa no es biodegradable y contiene químicos, por lo que no es aceptada en los rellenos sanitarios municipales”, dijo Franklin Zepeda, fundador de EcoFibra. La empresa viene sumando esfuerzos para la reutilización de las piezas desechadas con la fabricación de aislamientos térmicos y acústicos para edificios.


Sector contaminante, mercado en crecimiento


Según la ONU (Naciones Unidas), la industria de la moda es responsable de emitir entre el 8% y el 10% de las emisiones globales de carbono. Solo en 2018, el sector consumió más energía que las industrias de aviación y transporte marítimo combinadas. Las estimaciones sugieren que el equivalente a un camión de basura de ropa se quema y se envía a un vertedero cada segundo.


La alta demanda de producción está totalmente relacionada con el consumismo rampante en el siglo 21. Un estudio de la Fundación Ellen McArthur, una organización benéfica de economía circular con sede en el Reino Unido, señala que en el período de 2004 a 2019 la industria de la confección duplicó la producción y que en los últimos siete años el consumidor medio compró un 60% más de ropa que lo que mostraban las estadísticas en el año 2000.






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