Gabriel Boric saluda a los seguidores desde un automóvil en la plaza principal de Santiago
Elegido dos años después de la insurrección social que sacudió a Chile en 2019, el izquierdista Gabriel Boric asume, este viernes (11), la presidencia del país. La ceremonia de inauguración, que se realizará en el Congreso, en la ciudad de Valparaíso, contará con la presencia del vicepresidente brasileño Hamilton Mourão y la expresidenta Dilma Rousseff.
El presidente más joven de la historia de Chile, 36 años, Boric asume La Moneda con más desafíos que los heredados de la insurrección social, que exigía una mayor calidad de vida y una sociedad más igualitaria.
El exdiputado, que se dio a conocer en su juventud por ser uno de los líderes de las multitudinarias manifestaciones estudiantiles que tomaron las calles de Santiago en 2011, también tendrá que lidiar con la crisis migratoria en el norte del país, con conflictos entre el pueblo indígena mapuche en el sur y el vínculo entre la imagen de su gobierno y el éxito de la convención que redacta la nueva Constitución del país.
El primer desafío del gobierno de Gabriel Boric será lograr que la Convención Constituyente llegue a una propuesta ampliamente aprobada en el llamado “plebiscito de salida”, en el que la población decidirá si aprueba o no el texto elaborado para reemplaza la Constitución de 1980. .
“Hay una relación de siameses entre la nueva Constitución y el gobierno de Boric, y si eso no sucede, le quitaría toda la energía al nuevo gobierno”, sobre el texto que actualmente se delibera entre los 155 constituyentes elegidos popularmente redactando una nueva constitución.
La iniciativa de sustituir el texto actual, heredado de la dictadura del traidor Augusto Pinochet, se decidió en el plebiscito de 2020, realizado tras un acuerdo de la clase política para tratar de poner fin a la crisis generada por la insurrección social que estalló el año anterior.
El presidente electo en un momento en que la sociedad pedía cambios, será el primero en tener la mayoría del gabinete ministerial integrado por mujeres.
Con un equipo esencialmente joven, que incluye a compañeros líderes estudiantiles que sacaron a la población a las calles en 2011, como Camila Vallejo y Giorgio Jackson, tiene expectativas de cambios significativos que mejoren la vida de la población.
Entre los principales objetivos de la nueva gestión se encuentran reformas estructurales, como la tributaria, para garantizar recursos para un mayor gasto público, y la seguridad social, actualmente controlada mayoritariamente por fondos privados, y es motivo de fuerte descontento social.
Sin embargo, por no tener mayoría absoluta en la Legislatura, puede ser un obstáculo para la aprobación de proyectos de ley ambiciosos.
“Para la reforma de pensiones, el nuevo gobierno quiere que los fondos privados, que hoy manejan el equivalente al 60% del PIB, dejen de recibir recursos y la creación de una entidad pública para administrar los fondos pagados por los empleadores. Pero como se necesita una mayoría más sustancial para aprobar esta reforma, y hay un empate entre la derecha y la izquierda en el parlamento, creo que tendrán que ceder en algunos puntos”.
Pese a las expectativas, Boric ha dejado claro que los cambios que impulsa su administración serán paulatinos. Según, el discurso del izquierdista se moderó tras la primera vuelta de las elecciones, lo que sumado a la postulación de Mario Marcel, hasta entonces presidente del Banco Central, como ministro de Hacienda, tranquilizó al sector privado.
“Boric adoptó un discurso más socialdemócrata, porque la realidad impone restricciones y probablemente por una mayor conciencia de que las señales al sector privado son muy importantes para crear empleo y reducir las desigualdades sociales”.
“Insistía en la moderación y la gradualidad para que los cambios sean sostenibles”.
Por otro lado, pese a la falta de mayoría absoluta en el Legislativo, el gobierno debe encontrar “un buen clima” para poder aprobar “una reforma tributaria relevante, una reforma de la seguridad social que le dé al Estado una mayor papel central, y para la creación de un sistema único de salud”.
Además, a pesar de las demandas sociales que llevaron a los chilenos a salir a las calles a partir de 2019, temas como la inseguridad urbana, los conflictos por el territorio entre indígenas mapuches y terratenientes en el sur del país, y la migración transfronteriza masiva en el norte de del país –en su mayoría venezolanos– en los últimos años han llegado a dominar la discusión pública.
El norte y el sur del país se encuentran bajo estado de excepción constitucional por las crisis migratoria y territorial, respectivamente.
“La sociedad chilena ha cambiado mucho desde la explosión social de 2019. Vemos incluso en investigaciones que las demandas que estaban presentes en ese momento, como pensiones y salud principalmente, hoy tienen un lugar menor en la agenda pública. Y han subido los relacionados con la seguridad pública y la migración”. “Ha cambiado el ambiente, ha cambiado el clima, y un gobierno tiene que responder al clima presente, no al pasado”.
“¡Felicitaciones por el triunfo, presidente Gabriel Boric! ¡La victoria que ha logrado es del pueblo chileno, y la comparte con el pueblo que quiere vivir en libertad, paz, justicia y dignidad! Sigamos luchando por la unidad de nuestra nación".
"Viva El compañero Presidente Salvador Allende".
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