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2022/08/18

Triángulo de litio: América Latina discute nuevas estrategias regionales

Armonía política entre Argentina, Chile y Bolivia, potencial boom del litio y perspectiva de agregar valor al producto impulsan cooperación.


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Manifestante sostiene un cartel que dice "El litio es nuestro, defendámoslo" en una protesta en Santiago de Chile. El país sudamericano es uno de los países del llamado “triángulo del litio” y pretende crear una empresa nacional de litio para explorar, extraer y fabricar el material (Imagen: Iván Alvarado/Alamy)




La perspectiva de una mayor cooperación regional en litio parece estar sobre la mesa en América del Sur, en un período de relativa armonía política entre los gobiernos de Argentina, Chile y Bolivia, los países del llamado "triángulo de litio", donde grandes reservas se encuentran minerales, estratégicos para la transición energética.

A medida que aumenta la demanda de litio, el interés en maximizar los beneficios de un potencial auge global ha llevado a la reanudación de iniciativas entre las tres naciones, con un enfoque en compartir conocimientos geológicos, regulatorios y científicos. México, relativamente nuevo en la escena del litio, con el descubrimiento de depósitos en el estado de Sonora en 2019, también ha dado pasos hacia la cooperación.
Sonora— también dio pasos hacia la cooperación.

Las salinas de Argentina, Bolivia y Chile, en conjunto, concentran el 60% de las reservas mundiales de litio.

En la reciente Cumbre de las Américas, realizada en Estados Unidos a principios de junio, los presidentes Alberto Fernández de Argentina y Gabriel Boric de Chile lanzaron el Grupo de Trabajo Binacional sobre Litio y Salinas, que ya realizó su primera reunión. Además, Argentina ha estado manteniendo conversaciones con Yacimientos de Litio Bolivianos, la empresa estatal de litio de Bolivia, mientras que México, en una etapa más incipiente, mantiene comunicación con Bolivia.

“Entre Argentina, Chile y Bolivia, estamos tratando de ver cómo podemos tener una perspectiva regional sobre el litio.Y-tec argentino, en entrevista con Diálogo Chino. La empresa desarrolla una batería de litio con más componentes domésticos.

El fortalecimiento del diálogo regional se da en medio de la presión mundial por la transición energética, que exige una transformación del sector transporte -actualmente responsable de una cuarta parte de las emisiones de CO2- con la introducción de vehículos eléctricos, propulsados ​​por baterías de litio. Y el triángulo del litio está en una posición estratégica: las salinas de Argentina, Bolivia y Chile, juntas, concentran el 60% del mineral del mundo.

Curva de aprendizaje de litio

Gonzalo Gutiérrez, profesor de la Universidad de Chile y uno de los principales asesores del gobierno chileno en materia de litio, explicó que la administración de Boric busca desarrollar una “nueva institucionalidad” para la producción de litio, impulsando cambios regulatorios para fortalecer el rol del Estado y respetando las comunidades que viven cerca de las salinas.



A eso se suma la intención de crear una empresa nacional de litio, una de las promesas de la campaña de Boric. La empresa cubriría la exploración, extracción e incluso la fabricación del mineral, según Gutiérrez.

Sin embargo, el proceso no será sencillo y requerirá un aprendizaje del Estado. "A veces creemos que entendemos el litio, pero en realidad no sabemos lo que tenemos [en reservas]". Hay una gran asimetría de información a la hora de sentarse a hablar con las empresas”, dijo
Gutiérrez.


Con foco en la cooperación técnico-científica, a principios de junio se realizó la primera reunión entre Chile y Argentina del nuevo Grupo de Trabajo Binacional. La segunda reunión tendrá lugar este mes. Gutiérrez, integrante del grupo, dice que, en el mediano plazo, una mayor cooperación regional puede mejorar “la comprensión de las regalías, el tema ambiental y la generación de valor en torno al litio”.


¿Una 'OPEP por el litio'?

Los países del triángulo del litio tienen trayectorias muy diferentes en términos de regulaciones, historia de producción y desarrollo científico para la producción de litio.


Además, su producción actual está muy por debajo del recurso estimado. En 2020, Argentina representó el 8% de la producción mundial, mientras que Chile representó el 22%, según estimaciones, con dos grandes operaciones operando en cada caso. Bolivia aún no tiene producción a escala industrial.


En Argentina, la exploración de litio se enmarca dentro del marco regulatorio que rige la actividad minera en su conjunto y tiene como objetivo la atracción de inversión privada. En cambio, el litio tiene reglas específicas en Chile, donde el Estado posee la mayoría de las concesiones a empresas privadas. En Bolivia, el litio también se considera un recurso estratégico y el Estado controla su acceso, exploración y producción.



''Los regímenes regulatorios son muy diferentes. No creo que existan las condiciones políticas, regulatorias y de mercado para pensar en una 'OPEP de litio'

Con base en estos diferentes puntos de partida, Martín Obaya, investigador del grupo de expertos argentino Fundar, considera muy poco probable que exista una entidad al estilo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para el litio. Reconocida por la ONU, la OPEP abarca 13 países que en conjunto representan el 80,4% de las reservas mundiales de hidrocarburos y, por tanto, intervienen en su suministro.

“Los regímenes regulatorios son muy diferentes y, particularmente en Argentina, las posibilidades de intervención son limitadas. No creo que existan las condiciones políticas, regulatorias y de mercado para pensar en una 'OPEP del litio'”, concluye Obaya.

Obaya también explica que la participación de Argentina, Bolivia y Chile en la producción mundial de litio ha disminuido en comparación con 2011, ya que otros países avanzan en la exploración, aunque a mayores costos.


Cadena de valor


A pesar de los recientes anuncios de inversiones en litio argentino, hasta el momento solo están en operación dos proyectos: uno de la empresa estadounidense Livent, en el Salar del Hombre Muerto, en la provincia de Catamarca; y otro en el Salar de Olaroz, en la provincia de Jujuy, gestionado por la empresa australiana Orocobre, asociada a la japonesa Toyota y la regional Jemse. Ambos están en proceso de expansión.

En un futuro cercano, se espera que entre en operación en el Salar de Cauchari-Olaroz, también en Jujuy, el proyecto Minera Exar, propiedad de la canadiense Lithium Americas y la china Ganfeng Lithium, con una participación minoritaria en Jemse.

Argentina lithium future

En Argentina, el control de la producción y las salineras está en manos de empresas privadas, con la participación de las provincias y el gobierno nacional, a través de la recaudación de impuestos y regalías. Por eso, el investigador del litio Bruno Fornillo sostiene que Argentina es el país que más dificulta la articulación regional.

“La base para coordinar estrategias es el control estatal y social de las reservas de litio y de la producción primaria. No se puede manejar algo sobre lo que no se tiene control”, dijo Fornillo.


A pesar de no tener control directo sobre el mineral, Argentina quiere incrementar su participación nacional en la cadena de valor del litio, siguiendo su tradición industrial y con un fuerte grado de desarrollo científico.


“El país está en capacidad de fabricar celdas para baterías de litio que podrían servir para almacenar energía en parques solares. Queremos que en el país se procese carbonato de litio. En ese sentido, se están compartiendo experiencias con Bolivia, que también está enfocada en sumar valor", dice Salvarezza, de Y-tec.


Para Juan Carlos Montenegro, exgerente de Yacimientos del Litio Bolivianos, los países deben fortalecer sus relaciones para explorar alternativas de integración. “En los últimos años, estas iniciativas han ganado más espacio. La integración es vital para discutir el papel que queremos jugar en la gestión de la transición energética”, dijo.


''La base para coordinar estrategias es el control estatal y social de las reservas de litio y la producción primaria. No puedes administrar algo sobre lo que no tienes control.
Bolivia cuenta con una fábrica de baterías a escala de laboratorio. Montenegro advierte que la producción a gran escala requiere el suministro de otros metales como el níquel, el manganeso y el cobalto, y que en este caso parece necesaria la integración con los países de la región.


El exejecutivo de la empresa estatal de litio de Bolivia cree que si bien la competencia en el mercado global de baterías está mucho más allá del alcance regional, un posible destino para la fabricación local podría ser el almacenamiento de energía para comunidades rurales fuera de la red nacional.
En México, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha dado recientemente un paso hacia la intervención estatal en el control de las salinas.


“Esta es una ley de 'soberanía', porque le permite al Estado ejercer mayor soberanía sobre las salinas”, dice Alfredo Jalife-Rahme, analista político mexicano. Sin embargo, refuerza que “el Estado no tiene ni la tecnología de extracción ni el financiamiento para emprender este tipo de proyectos”.


Jalife-Rahme destaca la buena relación entre los gobiernos de México y Bolivia y los intercambios bilaterales sobre el litio. China es el principal titular de la concesión de exploración de litio en Sonora, México.

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