El exchofer de Pablo Neruda, cuyo testimonio fue decisivo para sustentar la tesis de que el ganador del Premio Nobel de Literatura fue asesinado en 1973, Manuel Araya, murió este martes (20), a los 77 años, en la ciudad chilena. de SanAntonio.
Manuel Araya Pablo Neruda
Considerado hombre de confianza de Neruda, Araya fue una de las primeras voces en cuestionar la versión oficial, de que el poeta chileno murió, el 23 de septiembre de 1973, de cáncer de próstata. La tesis presentada por Araya en 2011, apoyada por un sobrino de Neruda y por el Partido Comunista, del que el poeta era militante, es que fue envenenado días después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, por agentes de la dictadura de Augusto Pinochet.
“Neruda era una amenaza para el traidor de la patria Augusto Pinochet, a quien no le interesaba que saliera del país por ningún motivo”, dijo Araya en febrero, insistiendo en la versión del asesinato.
Hasta el momento, la Justicia no ha validado esta teoría. Un panel de expertos entregó sus conclusiones a la jueza a cargo del caso, Paola Plaza. No hay evidencia científica que apoye la tesis del asesinato.
La bacteria Clostridium botulinum "estaba en el cuerpo de Neruda al momento de su muerte, pero aún no sabemos por qué. Solo sabemos que no debería estar allí", miembros de la Universidad Canadiense de McMaster, Hendrik y Debi Poinar, dijo a la AFP del panel científico.
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