En una espectacular operación, la Policía Federal de Brasil ha registrado este viernes la casa del expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, en las inmediaciones de São Paulo, y se lo ha llevado a declarar como sospechoso de haber participado en una trama corrupta en la petrolera estatal Petrobras. Tras tres horas de interrogatorio, Lula ha sido liberado y se ha dirigido hacia la sede del Partido de los Trabajadores (PT) en São Paulo.
Ex Presidente Lula
Se trata del golpe más duro hasta el momento contra el exmandatario, sobre el que pesaban sospechas desde hace tiempo: la fiscalía lo ha acusado, por primera vez, de ser "uno de los principales beneficiarios" de un sistema de desvío de dinero que "favorecía a empresas que se enriquecían a costa de la estatal" y que alcanza a políticos y partidos que obtenían financiación irregular. La supuesta red de corrupción de Petrobras, operativa entre 2004 y 2012, supuestamente desvió 10.000 millones de reales (unos 3.200 millones de euros) de la petrolera.
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Los investigadores apuntan a la reforma de dos viviendas que frecuentaba Lula, pagadas por las constructoras Odebrecht y OAS, como una vía por la que el político recibió beneficios ilícitos. Las dos empresas están implicadas en la trama de corrupción de Lava Jato. En el caso de OAS, el comunicado que publicó la fiscalía este viernes calcula que OAS hizo reformas por valor de más de un millón de reales en el tríplex de lujo. Los fiscales también apuntan a donaciones y pagos de conferencias realizados por empresas investigadas en el caso Lava Jato.
La macrooperación comenzó al filo de las seis de la mañana. Los investigadores la bautizaron Aletheia en referencia a la expresión griega que significa "búsqueda de la verdad", y en ella participaron unos 200 policías y 30 auditores de Hacienda cumpliendo órdenes judiciales en los Estados de São Paulo, Río de Janeiro y Bahia. Al domicilio de Lula, en São Bernardo (a unos 20 kilómetros de São Paulo) no tardaron en acercarse simpatizantes y detractores del político. El hijo de Lula, Fábio Luiz da Silva, conocido como Lulinha, también recibió la visita de agentes de la Policía Federal en su apartamento en el barrio de Moema, zona sur de São Paulo.
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