“Tenemos hoy, una nueva oportunidad para construir las bases de una sociedad justa, menos desigual, digna”
El mandatario, en cadena nacional, recordó que millones de chilenos pacíficos salieron a las calles a exigir mayores derechos sociales, y que aún existen reformas que se deben concretar para cumplir con esa multitudinaria petición.
Al respecto, el mandatario indicó que “hace tres años miles de personas se manifestaron expresando un malestar acumulado por largo tiempo, que clamaba por mayor justicia, igualdad y el fin de los abusos (…) A tres años el Estallido Social ya es tiempo de que salgamos de nuestra zona de confort para interpretar lo que ahí pasó, las lecciones que debemos sacar de este proceso y actuar”.
“El Estallido no fue una revolución anticapitalista y tampoco, como han querido instalar en los últimos días, fue una pura ola de delincuencia. Fue una expresión de dolores y fracturas de nuestra sociedad que la política, de la cual somos parte, no ha sabido interpretar ni dar respuestas. Cuando leemos el Estallido sólo para reafirmar nuestras concepciones estamos eludiendo su mensaje y enseñanza. Como Presidente de Chile no voy a cometer ese error y estamos trabajando desde nuestro Gobierno y las fuerzas políticas que nos apoyan para no caer en lo mismo”, indicó.
El Presidente recalco que “en esos días del Estallido se dijeron y se hicieron muchas cosas excesivas. Nos agredimos unos a otros y creo que somos muchos los que sentimos que en ese periodo las cosas llegaron a un extremo que no debieran haber llegado. Sin embargo, no basta con constatarlo ni apuntar al del frente, sino preguntarnos por qué nos pudo pasar esto, por qué hubo tanto destrozo, por qué tanto enojo, por qué tanto desborde”.
“Se escuchan a veces opiniones que se limitan a explicar el 18 de octubre como si fuera una pura explosión de violencia, como si esa violencia hubiese brotado sólo de la delincuencia o de la falta de control policial. Sin embargo, quienes promueven en estos días esa mirada se les olvida que hubo un día, el 25 de octubre, en el que más de 1 millón de personas salió a las calles en Santiago y miles en el resto del país. Y hubo un periodo largo, que no fue una o dos semanas, sino de meses y meses en que más del 70% de la población apoyó el Estallido Social y se sintió interpretado por este”, señaló.
“En los carteles que portaban la gran mayoría de manifestantes pacíficos y en sus respuestas a las encuestas de la época se encuentran ideas que se repiten una y otra vez: dignidad, salud, pensiones, educación, salud mental, cuidado de la infancia, paz, el derecho de vivir en paz. Una de las razones por las que llegamos a este punto fue por la incapacidad que tuvimos en el mundo político de durante mucho tiempo acordar soluciones para estos problemas. Pasaron años y años, hubo muchas advertencias del malestar ciudadano y esos acuerdos no se produjeron. Y la verdad es que desde entonces hasta ahora hemos avanzado poco en cambiar las cosas en este plano. Ha habido esfuerzos durante todos estos años, sin lugar a dudas, no pretendo negarlo, pero todavía no concretamos las reformas que resuelvan la debilidad de los derechos sociales de los chilenos y chilenas, y así nos los dice la gente permanentemente en la calle”, indicó Boric.
El Presidente se refirió también a las violaciones a los Derechos Humanos ocurridos en dicho periodo. “No podemos olvidar que el Estallido Social fue también un momento doloroso desde el punto de vista de los derechos humanos. Personas que estaban ejerciendo un derecho legítimo en democracia sufrieron lesiones y abusos ante los cuales no podemos ser indiferentes. Como Estado debemos asumir que el control policial de esos meses sobrepasó los límites de lo aceptable, hubo muertos, hubo abusos sexuales, hubo mutilaciones oculares y eso no puede quedar impune, y no se puede volver repetir. Es indispensable que en democracia los abusos policiales se investiguen y se sancionen”.
Al respecto agregó que “no sólo es un acto de justicia a las víctimas, sino también es un acto de justicia con la institución policial, cuya labor no debe ser confundida con actuaciones que fueron gravísimas y condenables, porque no son representativas de la labor diaria que más de 60.000 carabineros realizan día a día a lo largo y ancho de nuestro país. Por eso, cuando pedimos sanciones contra los abusos policiales no dejamos, ni por un segundo, de valorar el trabajo que las policías hacen todos los días para proteger a la población y frenar la delincuencia. El Estallido Social fue un campo fértil para la expansión de conductas violentas destructivas, que también han dejado víctimas y secuelas, y desde todas las posiciones políticas tenemos que decirlo con claridad”.
“La protesta social no puede ser sinónimo de violencia, no puede cobijarla ni justificarla, porque va en contra de sus principios y sus propósitos, y en contra de su vocación de mayoría para cambiar la realidad. No podemos construir un país más justo quemando los buses en que se transportan los ciudadanos y ciudadanas o dejando a personas sin semáforos para cruzar la calle o a los emprendedores y trabajadores sin su fuente de ingreso. Simplemente no es aceptable, como tampoco lo es ir a atacar a policías, que son, a fin de cuentas, funcionarios del Estado que están cumpliendo un servicio que les encomienda el sistema democrático”.
Por último, el mandatario resaltó que “tenemos hoy, a tres años del 18 de octubre del 2019, una nueva oportunidad para construir las bases de una sociedad justa, menos desigual, digna y no la podemos desaprovechar. En este esfuerzo, desde nuestras diversas posiciones que constituyen nuestro amplio arco político, debemos estar todo y todas, especialmente sabiendo las dificultades que genera el actual estado de incertidumbre en nuestra sociedad que ya ha sido duramente afectada par la pandemia y la crisis económica mundial. El pueblo de Chile no nos quiere ver peleando no quiere ver solucionando”.
“Nuestro compromiso es trabajar con urgencia y es por ello que he instruido a nuestro Gobierno para que se despliegue en terreno en todo el país para solucionar las necesidades más sentidas de todos nuestros habitantes, tal como lo hicimos la semana pasada conmigo en Antofagasta y con el resto de nuestros ministros en cada una de las regiones de nuestra Patria haciendo lo que hay que hacer, lo que debemos hacer: gobernar, tomando decisiones, escuchando y haciéndonos cargo de las urgencias, mejorando de manera palpable, ¡ya!, la vida de nuestros habitantes. No tenemos ni un minuto que perder. Los diagnósticos están. Pongamos toda nuestra voluntad para avanzar”, finalizó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario