Las fuertes lluvias que cayeron la semana pasada en la región agrícola del centro sur de Chile pueden haber causado pérdidas de al menos mil millones de dólares, según estimaciones de las autoridades y la industria.
Las condiciones climáticas extremas llevaron al gobierno a declarar el estado de catástrofe la semana pasada cuando peligrosas lluvias azotaron comunidades aisladas y al menos tres personas murieron.
El gobierno del presidente Gabriel Boric emitió la semana pasada una emergencia agrícola para 100 municipios, aprobando unos 8,3 millones de dólares para reemplazar infraestructura de riego, sistemas de canales y otras medidas de ayuda para los agricultores, que pidieron más ayuda.
"Estamos hablando de daños por más de mil millones de dólares", dijo el presidente de la Sociedad Nacional Agropecuaria (SNA), Antonio Walker, en rueda de prensa tras reunirse este lunes con el ministro de Agricultura de Chile, Esteban Valenzuela.
“Hay daños a los pequeños, medianos y grandes agricultores, a los productores que abastecen el mercado local y también a muchos huertos que se dedican a la exportación”, agregó.
Además de los daños en los sistemas de riego y en las zonas ribereñas, también hubo pérdidas en huertos frutales y hortalizas y en forrajes para los animales, dijo Valenzuela a los periodistas.
Además de ser un importante exportador de cobre, la nación chilena también es un fuerte exportador agrícola y forestal con envíos de frutas y nueces frescas, pulpa, vino y madera.
Walker dijo que es necesario tomar medidas urgentes antes de la llegada de la primavera austral en septiembre, cuando se riegan ciertos cultivos.
Los agricultores ahora también temen que el fenómeno climático de El Niño, que ha traído fuertes lluvias al centro de Chile después de años de escasez de agua, pueda causar mayor inestabilidad en los próximos meses de primavera.
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